¿Un romance lleno de peleas y discusiones podría tener buen final?
¿Una relación sin etiqueta podría traer problemas a futuro? ¿Acaso una amistad que inició mal podría terminar bien?
Todo iba en un bucle que no tenía fin. Minho y Jisung subieron a...
—¿Por qué estás tan nervioso? Te recibirán con besos y abrazos, no habrán regaños—se alisó la campera, sacando alguna pelusa—. Nada malo va a pasar.
Escuchó unas fuertes pero rápidas pisadas, la pequeña bola de pelos subió a la cama y empezó a saltar efusivamente, el ahora pelirubio empezó a carcajear mientras trataba de detenerlo. El animal detuvo sus saltos para recibir caricias, Jisung olvidó lo que estaba haciendo. Bbama había crecido demasiado, casi no lo podía cargar.
En los últimos años pasaron demasiadas cosas, su vida no fue monótona. Gimpo era hermoso, la gente y el paisaje era espléndido, su estadía fue maravillosa y conoció a muchos amigos. La comunicación con Seúl fue escasa, perdieron comunicación cuando se cumplieron los seis meses.
Ninguno intentó contactarse de nuevo.
Su vida continuó. La relación con su madre había mejorado y en este momento ambos estaban en buenas condiciones, salían a comer y cada sábado por la tarde empezaban una nueva serie, todo marchaba bien. Las citas con el psicólogo disminuyeron cuando se cumplió el primer año, había mejorado mentalmente y como persona, aprendió a sobrellevar una ruptura y sus emociones, el recuerdo de su ex amor aún lo perseguía pero ya no lloraba cuando lo recordaba.
No volvió a enamorarse, no estaba completamente listo para iniciar una nueva relación y su estabilidad emocional seguía siendo inestable.
Mañana se cumpliría dos años de su partida.
Jamás lo olvidó, su amor por Minho seguía intacto, guardó todos sus sentimientos en una pequeña cajita, esperando que la persona indicada abriera la cerradura.
Las vacaciones estaban por iniciar y creyó que sería bueno regresar por un corto tiempo a Seúl. Habló con su madre y armaron sus maletas, también guardaron las cosas de su peludo hijo.
—¿Estás listo?— la voz de su madre lo trajo a la realidad—. Debemos salir ya.
—Enseguida bajo, debo buscar algo importante—la señora Han asintió y se retiró de la habitación, llevándose consigo a Bbama.
El rubio fue hasta el baño y tomó el dichoso accesorio, sonrió inconscientemente, lo apegó a su pecho mientras recordaba aquella cena.
—Espero no me hayas olvidado...
Se colocó el collar y tomó su maleta, tenían un largo camino que recorrer.
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[1 año y ocho meses]
—¿Volviste a salir con HyunJae?—pregunta con enojo—. Este cuarto huele a mierda.
—Si no te gusta puedes irte, Ian— su voz salió ahogada, su cara seguía enterrada sobre la almohada.
—Minho.
—Apagas la luz cuando salga, gracias— tapó y giró su cuerpo.
—Llevas un año con esto, ¿cuando piensas retomar tu vida?
