Rain Kisses || Minsung

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El día estaba nublado, el sol no se había dignado a salir, la noche anterior había llovido fuertemente, haciendo retrasar algunas preparaciones que pudieron solucionar.

Jisung se quedó en casa, tenía planeado visitar algunas tiendas por aburrimiento pero tuvo que cambiar sus planes. Despidió a su padres y al ver que el carro se perdió entre las calles, corrió por su teléfono y llamó a Chan pero este no respondió.

Se sentó en el sofá mientras esperaba una respuesta pero la llamada nunca llegó. Vago por las aplicaciones de su teléfono para entretenerse pero no tenía resultados, bajando entre su bandeja de mensajes se dio cuenta que tenía un mensaje no leído.

Abrió el chat y se sorprendió al ver más de diez mensajes, eran mensajes sumamente cortos y la información fue mandada por partes; definitivamente era Felix.

Dudó pero terminó marcando el número, esperó pacientemente por una respuesta y se cubrió su otra oreja al escuchar el grito agudo de la otra línea.

Se saludaron, hablaron, se perdonaron y lloraron, quedaron en verse ese mismo día.

El castaño abrió la ventana de su cuarto, ayudó al pecoso a subir. Esa era la única forma de que pudieran verse, su padre no podía descubrir que había dejado a Felix entrar a su casa.

—¿Limpiaste? Siento que cambiaste muchas cosas de tu habitación.

—Estás delirando, no he cambiado nada—, se sentó en su cama—. Las cosas siguen como siempre.

Lee solo asintió. Caminó por todo el cuarto pero se detuvo al notar que los cuadros ya no estaban colgados—. ¿Qué hiciste con ellos?

—Están en la repisa del ropero, los guarde bien. ¿Por qué?

—¿Por qué lo hiciste?—se sentó a la par—. Se lo mucho que amabas esos cuadros, eran fotos de cada aventura que tuviste con...-

—No podía tenerlo ahí—. Lo detuvo cortantemente. Su mirada fija en el suelo—. Solo no podía.

Hablaron de todo.

Jisung se sinceró con su mejor amigo, le pidió disculpas e intentaron solucionar el tema. Felix le fue claro sobre todo lo ocurrido y Han se sintió la persona más estúpida del mundo, nunca debió creerle a extraños.

Lloró por sus antiguas acciones.

Abrazó a su amigo entre lágrimas. Nunca lo demostraba, pero Jisung era demasiado frágil ante sus emociones; siempre lograban dominarlo.

—Ji, no debiste alejarte de nosotros... pudimos ayudarte en buscar al culpable de todo esto, no debiste estar solo.

—No estuve solo...— la mirada que le regaló al pecoso era más que suficiente—. Pero lo único que me importa ahora es recuperar tu amistad.

Felix sonrió, dejó caricias en su cabello mientras Jisung estaba acostado en sus piernas.

—Necesito disculparme con los demás aunque dudo que me quieran ver.

—Podemos reunirnos mañana. Ellos te extrañan, Jisung, de verdad lo hacen.

El menor negó, se fue levantando hasta quedar sentado—. Le hice daño a su mejor amigo, no creo...

—Ji, ninguno te guarda rencor. Todos queremos ayudarte.

Felix veía como su amigo tenia la cabeza agachada mientras jugaba con sus mangas, se notaba demasiado indeciso.

Miró detrás de Han y sus ojos se abrieron al darse cuenta del traje colgado. Lo observó en silencio, tomó su mano tratando de llamar su atención, y al conseguirlo se dignó a hablar.