Princesa De La Muerte (T.R)

Capitulo 1

Nerviosa, así se sentía. Comenzó a repasar todo lo que hizo en esa semana y no lograba encontrar cabos sueltos.
Había quemado el muñeco favorito de Anne y tal vez, solo tal vez había quebrado el brazo de Alex. Pero en su defensa el se había metido con ella primero, la palabra "fenómeno" era algo que no toleraba y ese niño uso la palabra prohibida.

No le pareció raro que la señora Cole estuviera tocando su puerta, lo que si le pareció raro era el tono de voz que usaba, parecía asustada, confundida y hasta angustiada. Así que si, Lilith estaba nerviosa
La señora Cole era una maldita bruja y si ella sonaba asustada, lilith lo estaba el doble.

– Adelante – Trato de sonar segura y escondió el libro que traía en su mano.

– Lilith, Cariño. – Sintió un pequeño escalofrio por todo su cuerpo, esta mujer parada no era la señora Cole, la bruja que conocía jamás le diría cariño. – El es Severus Snape y quiere ofrecerte una vacante en su escuela.

Asintió levemente su cabeza y lo examino. Sus ojos esmeraldas lo escanearon por completo. Alto pelinegro, nariz ganchuda y pálido.
Su expresión era de asombro, maldición por supuesto que si. Era normal después de todo, ella era realmente hermosa.

– Buenas tardes, Lilith. Mi nombre es Severus y soy profesor en Hogwarts – Miró por el rabillo del ojo a la señora Cole. Dándole una pequeña señal de que se fuera y pareció entender al instante ya que asintió y se fue por donde vino.

– Lili, puedes llamarme Lili. – Un brillo, un pequeño brillo en sus ojos fue lo que noto, parecía nostálgico. – Dime, realmente eres profesor? No me haras daño, verdad?

– A que te refieres con hacerte daño? – Y todo brillo se apagó. Su semblante se puso rígido y su seño fruncido – Alguien te ha hecho daño, Lili?. –

Y ahí estaba. Había desaparecido durante todo el maldito día, pero cuando menos te lo esperas ella viene.
La muerte se poso detrás del pelinegro rodeándolo y examinandolo. El pobre de Severus se tenso en su lugar, habrá sentido su magia? Tal vez. La muerte poso su mirada en ella y asintió
Si Tenebris lo aprobaba, ella igual.

– Muchos sacerdotes han venido a limpiar mi maldad antes – Explico con una mueca – Otras veces han sido médicos tratando de curarme, pero es la primera vez que viene un profesor. –

Su cara contorsionada del enojo e impotencia le pareció divertido. Incluso  muerte pareció divertida.

El mago por su parte estaba furioso. Dumbledore había dicho que los mellizos Potter estaban bien, entonces, por que demonios la copia de su mejor amiga estaba en un orfanato y la copia del tarado de Potter estaba con sus familiares, no lo entendía. La niña delante de él era muy bajita para su edad, el vestido gastado que usaba no opacaba sus ojos verdes y mucho menos su cabellera negra como la noche. Pero si dejaba ver signos de desnutrición. Definitivamente era como ver a Lili Evans de pequeña, con unos toques de la familia Black, tal vez el pulgoso de su padrino tuvo algo que ver. Pero lo que más lo sorprendía era la confesión de la niña. Sacerdotes? Médicos? Que carajos le hicieron a Lilith y más importante que eran esos moretones que trataba de esconder torpemente.

– Dime Lili, alguna vez has escuchado de la magia? –

– Magia? Hablas de la galera y el conejo? – Inclino su cabeza un poco y frunció el seño fingiendo confusión – He leído un libro sobre eso –

– No hablo sobre ese tipo de magia, hablo de magia de verdad. – Mataría al viejo cuando lo viera, realmente lo haria – Nunca has cambiado el color de cabello de alguien cuando te enojas? O tal vez explotar cosas por accidente? –

– Una vez cambie el color de cabello de Anne por accidente, lo cambie por uno verde moco se veia fatal – Y no era lo único que había hecho. Si bien no había estallado cosas por accidente. Si había roto algunos huesos por mera satisfacción, pero eso era algo que el profesor no tendría que saber. – Si puedo hacer magia.. eso me convierte en bruja? –

– Así es, Hogwarts es un colegio de magia y hechicería –

– Lo lamento profesor, aun así no puedo asistir – Ella realmente quería dejar escapar una carcajada al ver la cara del hombre frente a ella – Como podrá ver, soy huérfana y no tengo dinero para pagar un colegio tan exclusivo –

– Nada, no tienes que pagar nada Lilith, es tu derecho de nacimiento asistir, además Hogwarts tiene fondos para estudiantes no te preocupes – Solo logro asentir para pronto enfocarse en el ser que estaba detrás de Sev, parecía burlarse de ella. Hacer el papel de huérfana se le daba fatal.

– Muy bien , gracias profesor Snape –

– Llámame Severus. Mañana pasaré por ti y te llevare al callejón Diagon. Ahí podremos hacer tus compras – No pudo negarse a tiempo ya que prácticamente huyo de su habitación.

Carajo. Estaba Jodida.

Se alistó, y desayuno. Después de 2 semanas sin comer la señora Cole por fin decidió retirar su castigo. Era gracioso ver a los demás asustados ante su presencia le gustaba demasiado ver como la evitaban, ni que fuera una maldita peste.

Cuando llego Severus todo fue más emocionante, le parecía interesante ver como se movía el mago en la ciudad muggle y ver como se enfadada por los mismos tirando comentarios ofensivos por lo bajo para que ella no escuchara.
Aun así, lo hizo. Llegando al Caldero Chorreante Severus abrió camino realmente rápido. Lilith no era tonta, muerte le había contado su tan famosa hazaña en el mundo mágico y ella no dudo en reír al final de esta.
Ella no tuvo nunca una familia, así que no. No sentía una mínima sensación de tristeza hacia sus padres, agradecida? Si. Pero triste? Jamás. Era una guerra que esperaban? Obviamente iba haber altos y bajos. Ellos eligieron su bando y murieron en guerra, les tenía cierto respeto por luchar, pero amor? Eso no.

Al entrar Severus saludo al cantinero y se dirigió al final del bar, donde estaba la famosa pared de ladrillos. Hizo el patrón y ahí estaba, el Callejón Diagon.
Siempre iba a tener la misma sensación de cosquilleo y felicidad. La primera vez que piso el callejón tenía solo 6 años, muerte la había traído a conocer sus raíces según él.

– Que te parece? – El azabache había estado esperando la reacción de la pelinegra con mucha emoción y ver sus ojos brillar como estrellas solo lo hizo sentir orgulloso.

– Es precioso Sev – Se sentia una niña de nuevo, la magia que se respiraba ahí era totalmente diferente a la suya y eso la emocionaba – A donde iremos primero?

– Gringots, es el banco de los magos – tomo la pequeña mano de la niña y la arrastro hacia el banco – Aquí podremos sacar dinero y comprar tus útiles.

– Esta bien, podremos ir a comprar libros después? – Severus jamás podría negarle algo a Lilith, no cuando ponía esa cara de perrito mojado.

– Compraremos todos los libros que quieras –