Princesa De La Muerte (T.R)

Capitulo 95

Tom estaba apuntando su varita al chico que estaba tomando a su novia de la cintura

- Vamos niño dispara ya - Tom apretó fuertemente su agarre apunto de pronunciar aquel maleficio imperdonable

- Ya déjalo Muerte! - El azabache al escuchar aquel nombre se quedó estático en su lugar - Tom.. ven aquí. - Ordenó la chica. Obedeciendo a Lyra se acercó lentamente sin dejar de mirar hacia el intruso de ojos rojos con sonrisa burlona - No te enfades.. - pidió.

Antes de que tuviera tiempo para preguntar el por qué sintió los dulces labios de su novia.

Pronto una serie de recuerdos invadieron su mente dejandolo completamente sorprendido y confundido.
Horrocruxes, como atento contra la vida de Lyra o Lilith..? Dumbledore, Harry Potter? Y el último.. cayendo duramente al suelo sosteniendo un corona de rubíes.

- Lilith...? - Pregunto con lágrimas en sus ojos - Aquí no trate de matarte o si..? - Pregunto inseguro

La dulce risa de la ahora peliplateada lo hizo tambalear en su lugar

- Fuiste el mejor novio que pude desear.. - Confeso - te pasare tus recuerdos. -

Luego de unos minutos cuando proceso todo, miro a Tenebris divertido.

- Eres todo un galan, no es así? Ahora quien es el más viejo? - Muerte rodó los ojos divertido

- Me gustaba más cuando temblabas ante mi presencia humano descarado - Una risa escandalosa se escucho en la habitación

- Siento que me saque un peso de encima - Pronuncio Lyra suspirando tranquila

Tom y Muerte se miraron sonriendo en complicidad - Hace mucho que no pasamos tiempo los tres juntos, no? - Pregunto el de ojos azules

- Toda una vida.. - Agrego el ente

Lyra sintió su corazón latir rápidamente sonrojandose en el proceso

- M-Mi padre esta aquí..! - Dijo como si fuera algún tipo de excusa -

- El también fue joven.. - Tom asintió a lo dicho por Muerte - No nos extrañaste..?

Antes de poder dar un respuesta Muerte la beso haciendo que el de ojos azules tomara posesión de su cuello.

- Creo que alguien no podrá caminar por una semana - Dijo suavemente en su oído

Ante el lengua parsel Lyra supo que había perdido.

Besos y mordidas adornaban el cuerpo de la chica.

- Son unos idiotas.. tenía planeado ir de compras junto a Druella y Wally.. - Dijo apenada

- No estés enojada esmeralda, si tomas las pociones correspondientes podrás caminar de aquí a tres di- - Una almohada se estrelló en su cara antes de que pudiera terminar la frase.

La risa melodiosa de Lyra se hizo presente en la habitación

- Quieres darte un baño? - Le dirigio una mirada a Muerte y asintió levantando sus brazos para que este la cargara - Sigues siendo una malcriada..

- Pero soy su malcriada - Ambos chicos se sonrojaron evitando su mirada provocando una sonrisa ganadora en su rostro.

Al salir del baño, Tom secaba su cabello mientras Muerte limpiaba los destrozos provocados por los tres.

Se coloco una remera que le había robado a Abraxas de Quidditch y unas calcetas regaladas por Avery, tiro su cabeza hacia atrás chocando miradas con Tom

- Que opinas de todo esto? -

- De que tu padre sea Grindelwald? O del hecho de que viví siete vidas y aún así nunca pude conocer a tus padres? - Una risa escándalosa salió de los labios de Lilith - Estoy bien.. no me molesta - respondió esta vez seriamente - Estoy contigo, además aun quiero que gobiernes el mundo mágico, estaré a tu lado cuando suceda justo como el vejestorio que esta allí parado - Dijo apuntando a Muerte

- Pudrete hijo de perra - Exclamó el ente

Ahora fue Tom quien lanzó una risa divertido.

La conversación fue cortada cuando un golpe se escucho, Lyra abrió sus ojos grandemente.

- Pusieron hechizos verdad..!? - Ambos chicos asintieron frenéticamente, no se arriesgarían con el loco de Gellert Grindelwald rondando por la casa.
La chica suspirando con tranquilidad hablo - Adelante..

Tanto Tom como Tenebris se miraron horrorizados tratando de ocultarse, pero Lilith con su magia del caos retuvo a Muerte en su lugar, y Tom.. bueno, el no tenía escapatoria.

Gellert entro a la habitación dirigiendo la mirada a los dos chicos, quienes casualmente estaban vestidos. Pero, al dirigir su mirada en su dulce hija vio marcas de besos e incluso algunos dientes en su cuello, y ni hablar de los que se veian en sus muslos.

- Ustedes dos.. - Los dos chicos se pusieron pálidos al ver el semblante del mago - Bajen abajo, tendremos una dulce charla - cuando vio que ninguno se movió rápidamente levanto una ceja - Ahora.

Los dos azabaches no dudaron en correr escaleras abajo dejando sola a Lyra.

La chica estaba esperando algun regaño de su padre - Tú.. necesitas una poción para el dolor? - Pregunto con los dientes apretandos jurando matar a los dos chicos, Aradia sonrio dulcemente asintiendo - Algo más..?

- Quiero un enorme pastel de fresas y té para acompañarlo - El hombre asintió - Puedes cargarme? - Pregunto con un dulce puchero.

- Sabes que lo haré de todas maneras.. - confesó el hombre. La chica sonrio feliz aferrándose al cuello de su padre - Tu madre esta abajo con Leta y Quennie, vinieron a visitarte junto a Jacob y Theseus.. -

- Lo apruebas..? - Pregunto con genuina curiosidad - A pesar de ser un muggle es bastante amable, y cocina muy rico. -

- No lo odio.. si hace feliz a tu madrina y tu lo quieres, es suficiente para mí.. - La chica lo miró sorprendida

- Yo.. tengo algo que decirte.. - Gellert paró su andar de golpe y miro fijamente a su hija - Verás.. - Trato de no ponerse nerviosa respirando profundamente - Estuve haciendo experimentos nada legales - confesó

- Bueno, no tiene nada de malo o si? - Lyra negó - Oh? Hay más? - Pregunto divertido pero se preocupo al ver que su hija no reía junto a él - Aradia?

- Recuerdas aquel chico en el ministerio que me insulto? - Gellert asintió

- Si.. recuerdo que lo mande a Azkaban - dijo tranquilo - Que sucede con él? - Pregunto con él ceño fruncido - Volvió a ponerse en contacto contigo? -

- No.. Lo use para mi experimento.. - respondió

- Lo mataste? - Lyra movió su cabeza negando suavemente - Entonces.. que sucedió?

Una sonrisa inocente apareció en su rostro haciendo que Grindelwald se emocionara grandemente.

- Robé su núcleo mágico... - confesó