[Por favor, use esta semilla para sembrar un árbol y cosechar la fruta del ayer y el mañana, si tiene éxito, mi secta pagara el precio 10 veces.]
*
Nombre: Árbol del ayer y el mañana
Tipo: Planta divina
Edad: Semilla (no eclosionada)
Estado: moribunda.
Descripción:
Un árbol antiguo creado por el primer árbol del universo hidrasil, como regalo para cronos, dios del tiempo.
Sus hojas y frutos, cargados con la ley del tiempo, son un manjar sin igual para los seres vivos que cultiven el dao del tiempo.
*
¿Pero que mierda?
¿Por qué todo lo que me rodea tiene la palabra "dios" por algún lado recientemente?
*Esta vez no es mi culpa*
¿Segura?
*Muy segura*
Ummm.
*Muy, muy segura*
Mientras discuto con el sistema, no puedo evitar sentirme presionado por los ojos expectantes de Lilibet.
Parece haber malinterpretado que soy alguna especie de gran erudito, pero, lo siento, solo leí la descripción del sistema en voz alta por error.
Es que el nombre era llamativo...
Dejando eso de lado, con el sistema, estoy bastante seguro de poder sembrar esta semilla.
Pero, ya ves, según el sistema, cada prenda de esa mujer, es un artefacto mágico que vale mas que toda la tierra de mi antiguo clan.
No quiero tener nada que ver con una persona así ni con su clan.
Tengo una racha de problemas con las mujeres de clase alta.
Despidámosla con una cara de arrepentimiento.
Ya no quiero un harem, lo pensé mejor.
*Por cierto, este es el valor de la fruta y las hojas, en la tienda del sistema...*
SOY RICO.
[Por favor levante la cabeza ¿puedo preguntar porque necesita de esta fruta?]
Con la mejor cara de póker que puedo conseguir, sonrió a Lilibet mientras establezco una adecuada relacion comercial.
Oye, deja de mostrarme los usos del árbol o no podre controlar mi respiración.
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Mi loco sistema quiere voltear los cielos, pero yo no quiero trabajar
FantasíaCuando era niño, un misterioso sistema me dio el poder para mejorar la calidad de vida y fuerza de mi clan. Pensando en lo mejor para mi gente como el joven futuro heredero, me esforcé para tal propósito. Por eso, no pude evitar caer en la desespera...