En la opaca noche sin luna donde la vista sirve de poco o nada.
Entre la dencidad del bosque cubierto por la ligera capa de niebla que avisa del inminente invierno.
Una mujer solitaria sube a paso tranquilo la silenciosa montaña.
La luz de las estrellas en el cielo era incapaz de proveer algún consuelo para el mundo que había sido reclamado por la opaca oscuridad.
Sin embargo, la mujer se movía con una seguridad inquebrantable, como si estuviese dando un pase por la ciudad a medio día.
Incluso en la aparentemente imperturbable calma de la infinita oscuridad, su figura parecía resaltar como si las sombras se pegasen con esmero a su alrededor.
Como si fuese la diosa que representase la noche misma, a su andar, la estela oscurecida parecía recorrer ligeramente su entorno, permitiendo el reconocimiento de figuras antes de volver al anonimato eterno.
[No me esta rechazando...]
La delicada voz de la mujer parecía penetrar el tiempo y el espacio.
[Pero tampoco me quiere.]
No habla con alguien en particular, solo dejaba que sus pensamientos se filtrasen a través de su boca sin ningún objetivo concreto.
[La noche lo anela... Pero al mismo tiempo, le teme...]
A medida que se acercaba a la cima de la montaña, la mujer no podía evitar interesarse mas.
[Ya veo, no es la noche... Todo a su alrededor le reverencia...]
Pese a que cada paso aumentaba la inquietud de su corazón, la mujer no flaqueo en su avance.
[Ese anciano imbécil ¿No pudo sentir que había algo raro?]
Al final, no pudo evitar quejarse del anciano de su clan.
[Ahh, olvídalo, su poder era bajo en primer lugar, era solo que sus métodos podían hacer el trabajo.]
Finalmente, la matriarca del clan asesino, salió del denso bosque, y por primera ves, no pudo evitar detener su paso.
El silencioso pueblo parecía estar en medio de su expansión, pese a estar aislado de cualquier ruta comercial y las hierbas espirituales de alto grado eran sembradas como si de trigo común se tratase.
Y el ya denso poder espiritual que cubría la montaña parecía sufrir un aumento exponencial.
La mujer no podía evitar sentir que su reino aumentaba y sus viejas lesiones sanaban por el simple hecho de estar allí parada.
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Mi loco sistema quiere voltear los cielos, pero yo no quiero trabajar
FantasyCuando era niño, un misterioso sistema me dio el poder para mejorar la calidad de vida y fuerza de mi clan. Pensando en lo mejor para mi gente como el joven futuro heredero, me esforcé para tal propósito. Por eso, no pude evitar caer en la desespera...