20. PORQUE SOY EL MALO

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(Loto de... 10.000 colores...)


Carolain exhalo una bocanada de aire frio cuando salió al patio desde la sala de reuniones para ver al invitado no invitado.


Arriba en el cielo, flotando con prepotencia sobre un loto espiritual multicolor, una niña que no aparenta tener mas de 12 años mira hacia abajo con desprecio.


Usando la manga de su elegante vestido, la niña se cubre la nariz, como si tratase de evitar oler algo desagradable.


(Al menos un ancestral rango bronce... Tal vez a punto de llegar a plata)


Aunque varios ancianos del clan azul estaban a la par con la niña he incluso había algunos que podían someterla fácilmente, nadie se atrevió a moverse descuidadamente, incluso cuando irrumpió tan bracamente en el clan.


(Por sus ropas, es solo una dama de compañía... Lo que es un anciano para mi clan, es una dama de compañía para las personas detrás de esa niña.)


En este mundo difícil, uno debía saber a quien no ofender.


[Saludos a la señorita en la noche de hoy ¿puedo preguntar que se le ofrece?]


El anciano mayor del clan azul hablo con orgullo, pero también cuido sus palabras.


Después de todo, había una pelea comprada actualmente.


(No es posible... ¿cierto?)


El silencio pareció eterno mientras la niña seguía mirando el clan azul desde arriba.


Finalmente, pronuncio sus primeras palabras.


[¿Por qué el maestro no me pide que los mate a todos?]


Su voz era clara y encantador, pero estaba cargada con un desprecio tan profundo, que aquellos que la escucharon sin las cualificaciones apropiadas, perdieron el control de sus vejigas.


Y lo peor es que parecía estar hablando consigno misma.


[Por otro lado... No me ordeno que no los matara...]


Los ojos cargados de desprecio te hacían entender que la niña no estaba mirando a las personas por debajo de ella como humanos.


Normalmente, no podría salir ilesa luego de decir tales palabras, y menos si no tienes el poder para respaldarlas.


Pero, aunque la niña podría ser derrotada si solo piensas en su nivel de cultivo, por alguna razón, los que la escucharon no se atrevieron a moverse.


[Señorita ¿ha venido a mi casa para ofendernos? La descortesía tiene un limite. Los ancianos de esta casa no estamos pintados]

Mi loco sistema quiere voltear los cielos, pero yo no quiero trabajarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora