37. EPILOGO

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En un reino mas allá de la imaginación humana.


[Fuhuhu]


Aine observa al herido Adam, que acaba de ser enviado volando, por un golpe de sophya.


*Dijiste... Que no usarias la masa de hierro...*


*T, pero no dejabas de acariciar mi muslo... Me sorprendió...*


[Tu nunca cambias~~~]


Aine disfruta la situación que se había vuelto rutinaria recientemente.


Pero a sus ojos, no eran 2 o tres ocasiones.


[Miles, millones, miles de millones. Sin importar cuantas veces lo repitamos, lo disfruto cada vez...]


Aine se recostó en la suave grama mientras dejaba divagar su mente.


[Dicho esto, el ambiente es mas suave que ninguna otra vez... No me preocuparía si esta no fuese, nuestra ultima oportunidad ...]


De un momento a otro, el ambiente alrededor de Aine se volvió solemne.


[Como llevas las cosas con tanta calma, los momentos son mas alegres y felices, pero... Las niñas y tu, están muy débiles como consecuencia...

¿Realmente te rendiste y quieres disfrutar tu ultimo intento tanto como sea posible?]


En un instante, las innumerables vidas de Adam pasaron por la mente de Aine.


[Incluso rechazaste a tu amada espada y optaste por el camino mas puro del erudito... Incluso cuando te traer tanto dolor...]


Aine forzó su mente al máximo, en un intento de entender las acciones de su amado, pero pronto se dio cuenta de que, era completamente inentendible.


Sin embargo, lejos de molestarse por eso, una cálida sonrisa floreció en sus labios.


[Curiosamente... Me recuerda a nuestro primer encuentro, mas que nunca antes...]


Abrazada por los cálidos recuerdos, aine cerro lentamente sus ojos.


[Pelear o disfrutar, sin importar lo que decidas, yo te amare hasta el final~~~]


....................................


En un mundo de blanco puro, innumerables luces flotaban alrededor de una sola mujer.


Su figura como jarrón de porcelana era cautivante y las alas del blanco mas puro, que se extendían a su espalda envueltas en un aura divina, despertaba en quien la observase el instinto mas primitivo de adoración.

Mi loco sistema quiere voltear los cielos, pero yo no quiero trabajarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora