7. EN MANOS DEL DESTINO

133 30 4
                                    


[Mi señor, ruego justicia.]


[Mi señor, el cielo es testigo]


[Clamo por la mirada justa del señor]


En la sala de audiencias del majestuoso castillo, decenas de personas se arrodillan y lloran ante el hombre sentado en un trono de oro y marfil.


Aunque por su apariencia, el hombre no parece tener mas de 25 años, sus ojos ocultan la sabiduría de cientos de años como gobernante del reino Dagon.


[4 familias, incluso la sinvergüenzura tiene una línea clara]


Repentinamente, las interminable suplicas son interrumpidas por una voz juvenil pero clara.


Inmediatamente, todos concentraron su atención en la joven señorita sentada cerca del emperador.


[Mi princesa, estos servidores no entienden.]


[Hum ¿no entienden? ¿Qué no entienden? ¿Debo decirlo en voz alta? Bueno, si ustedes son descarados, esta princesa puede ser descarada.

Por su codicia desmedida.

Proporcionaron información falsa al clan de asesinos para matar a un hombre sin razón alguna y ahora que están pagando las consecuencias ¿vienen a llorar al palacio con el rabo entre las piernas?]


Las palabras de la joven que ignoraron toda etiqueta y dijo en voz alta un hecho conocido, se clavaron como dagas en los corazones de los representantes de las 4 grandes familias.


Durante la noche anterior, con la luna como testigo, todo el imperio Dagon se sacudió.


El temido clan de asesinos, en un movimiento audaz, movilizo a todas sus fuerzas y asesto un golpe masivo a las 4 grandes familias que han protegido el imperio durante milenios.


Altos mandos, ejecutivos, comerciantes.


No hicieron distinción a la hora de atacar, lo único que importaba, era que ocupase un alto cargo en sus respectivas familias.


Algunos jóvenes herederos murieron e incluso algunos patriarcas resultaron gravemente heridos en la conmoción.


La despiadada brutalidad del clan asesino fue impactante, pero no del todo inesperada.


Luego de cierto evento que ocurrió en las regiones montañosas del sur y los hechos que lo involucraban.


Las 4 familias estuvieron en alerta máxima a la espera de las represarías.


Sin embargo, resulto que habían analizado erróneamente la profundidad del problema.


Como una organización que existe en la sombra del imperio desde hace milenios, nunca fue subestimada.

Mi loco sistema quiere voltear los cielos, pero yo no quiero trabajarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora