11. CONSEJO

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------------- Punto de vista de sophya --------------


[Esto... Podría llegar a ser un problema...]


No puedo evitar murmurar mientras vuelo lentamente sobre mi secta cielo caído.


Puede que mi tiempo en la montaña de Adam allá alterado mi percepción del valor objetivo.


Porque no tome en cuenta el valor de la neblina espiritual que ahora rodea mi montaña.


Si tuviese que calcularlo, diría que mi patio posee una concentración de ki, diez veces superior a de la zona especial de nuestra secta, a la cual incluso los ancianos tienen acceso limitado.


Entonces, no debería sorprenderme que la mayoría de los discípulos de la secta, ahora estén cultivando en la base de mi montaña, donde, aunque la concentración de energía es mucho menor, aun es ligeramente superior a la de la zona especial.


[Si me voy, la concentración de energía se esfumará con el tiempo...]


Solo puedo rezar para que no allá ninguna negativa en mi relacion con Adam por esto.


[O tal vez, el tenga una forma de mantener la energía de la montaña...]


Adam tiene muchos trucos bajo la manga, así que, debe de tener una manare.


[... Pero... ¿no me vera como una mujer mezquina?]


Ni siquiera nos hemos comprometido formalmente y ya le estoy pidiendo cosas, definitivamente me veré como una mujer mezquina.


Escuche de mi madre, que, en una pareja, no existe el "mío", y todo es de la pareja.


Pero, precisamente por eso, no debería proporcionar nuestros bienes a terceros sin ningún beneficio ¿no?


[Ser novia es difícil...]


¿Debería de pedirle algún manual de instrucciones a Adam?


No, eso seria demasiado vergonzoso.


[Debo hablar rápidamente con madre]


Reafirmando mi convicción, aumento la velocidad de vuelo hacia el salón principal de la secta.


En ese momento no lo sabia.


Ignorar las miradas de admiración y expectativas de los discípulos, fue mi error.


...............


[[[Santa]]]


Tan pronto llego al edificio central de la secta en donde se suelen reunir los ancianos.


Mi loco sistema quiere voltear los cielos, pero yo no quiero trabajarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora