11. ESPERO QUE NO DUELA

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[Lilibet, arriba, hay que golpear cuando el hierro este caliente.]


[...]


Aunque Ankae llega al patio emocionada mientras declara, lilibet, en bikini, sigue tomando un baño de sol mientras la ignora.


[... Empiezo a creer que tu amor por mi se desvanece...]


[Es tu imaginación, para mi eres lo mas importante.]


[Entonces ¿préstame atención?]


[Tan pronto como mi bronceado se empareje]


[...]


Luego de varios minutos, em parte agobiada por la presión de Ankae, lilibet soltó un suspiro mientras se quitaba los lentes de sol.


[¿Qué puedo hacer por mi linda hermanita? ~~~]


[Ummmm]


Sin embargo, Ankae solo inflo su mejilla con descontento.


[Ma, ma, te vas a poner viejo si haces cara.]


Al verla así, lilibet no pudo evitar jalar sus cachetes.


[Me estas dejando de querer.]


[No seas así, en un patio tan rico ¿Cómo puedo no perderme en mi cultivo?]


[¿Solo te estas bronceando?]


[Es el cultivo de la piel, la belleza tiene un costo~~~]


[Gunununu, solo has estado de perezosa todo este tiempo, estas engordando.]


[¿Ahhh? Retractare]


[No quiero, kyaaa]


[Mocosa, me acusas de abandono, pero ¿Quién es la que esta jugando con las otras esposas? ¿Aun tienes una hermana?]


Las niñas jugaron un poco rudo durante unos minutos.


Era al mismo tiempo un juego inocente y una disculpa.


Aunque su comienzo fue tormentoso, eventualmente, las dos niñas desarrollaron un fuerte vinculo.


El tiempo que pasaban juntas era breve pero significativo.


Sin embargo, ni siquiera los esposos pasan todo su tiempo juntos.


Aunque ahora viven bajo el mismo techo, las dos chicas con gustos diferentes, atienden sus propios asuntos.

Mi loco sistema quiere voltear los cielos, pero yo no quiero trabajarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora