O22 : corazón delator.

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Cierro la puerta con una rapidez que ni yo misma creía posible

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Cierro la puerta con una rapidez que ni yo misma creía posible. Al darme vuelta, me encuentro con mi vieja, con una expresión de sorpresa y un dejo de miedo en los ojos.

—¿Qué fue eso? —me pregunta mientras la arrastro hacia mi cuarto, cerrando la puerta de golpe y corriendo las cortinas—. ¡Clara, decime qué está pasando!

—Son tiros, ma —respondo, intentando mantener la calma aunque por dentro me estoy cagando hasta las patas—. Nos quedamos acá un rato.

—¿Cómo podés estar tan tranquila? —su nerviosismo me hace suspirar, la verdad es que me está poniendo bastante nerviosa.

—Ya pasé por esto, sé lo que hay que hacer.

Mi respuesta parece calmarla un poco.

Los gritos afuera me revuelven el estómago. Pero lo peor de todo, fue cuando nuevamente comenzaron los tiros.

Cada estruendo hace retumbar mis oídos, y las lágrimas luchan por salir.

—¿Graciela sigue en el hospital? —se me escapa la pregunta, y siento que mi corazón late velozmente.

—Sí, pero está lejos. No creo que esté pasando nada allá.

¿Debería sentirme aliviada?

—¡Veni, veni! —el grito afuera me sacude—. ¿Quere' resolver esto de una buena ve'?

Mi madre gira para mirarme con los ojos bien abiertos al darse cuenta de que los alaridos eran cercanos.

—¡Acercate un centímetro ma' y te vuelo la jeta! —le responde otro de la misma manera.

—¡Veni, hijo de puta! —los estallidos comienzan a resonar en todo el lugar.

Se escucha que corren por todos lados, tratando de esquivar los disparos.

—¡Nos van a matar! —grita Amelia y casi le pego una trompada.

—¡Callate, boluda! —le digo tratando de que baje el tono de su voz.

Me acerco a la ventana y corro un poco la cortina, tratando de ver hacia afuera. En ese momento, veo pasar a un chico encapuchado corriendo, mientras se da la vuelta para poder disparar, pero antes de que lo haga, una bala lo atraviesa, haciéndolo caer al piso. La sangre brota desesperadamente.

Ahogo un grito.

Aparece otro vestido de la misma forma, corriendo por al lado. Se esconde detrás de una pared, y mi corazón se detiene cuando su cabeza se eleva, cruzándose con mi mirada.

❝𝐂𝐀𝐌𝐈𝐍𝐎𝐒 𝐂𝐑𝐔𝐙𝐀𝐃𝐎𝐒❞   | danilo sánchez (matias recalt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora