2. LA OTRA CARA DE JOAQUÍN

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Verano, 2006

- ¿Puedo tomar tu mano? - Emilio preguntó con una bella sonrisa dibujada en la cara.

Joaquín asintió y de pronto sintió cómo si cientos de pequeñas hormigas caminaran por su cuerpo cuándo notó que los dedos de Emilio se entrelazaban con los suyos.

Iban adentrándose al espeso y hermoso bosque que rodeaba los parajes del campamento. Tenían la tarde libre después de haber asistido a un taller de manualidades dónde ambos diseñaron alegres brazaletes, trenzando hilos de diferentes colores y otros de cuero.

- ¿Qué es lo que buscamos, Emi? - el menor preguntó devolviendo aquella tierna sonrisa que el rizado seguía regalándole.

- Escuché a algunos chicos de la cabaña de al lado decir que hay una hermosa cascada en la que venían a bañarse durante el campamento pasado...-

- ¿Y no nos regañarán si se dan cuenta que salimos sólos? -

- Es nuestra hora libre, podríamos estar en cualquier parte... y si nos descubren, diremos que nos perdimos sin querer...-

Cuándo llevaban más de 20 minutos de caminar entre los bellos paisajes que ofrecía el enorme bosque y ya no había ningún ruido a sus espaldas que indicara que el campamento estaba cerca, Joaquín soltó de golpe la mano de Emilio para alejarse de él sigilosamente unos cuántos pasos.

- ¿Qué sucede, Joaquín? - Emilio preguntó no pudiendo ocultar algo de miedo en su expresión.

- Shhh - el menor siseó llevando su dedo índice hasta sus labios.

Emilio observó algo tenso cómo Joaquín se acercaba a unos arbustos, y levemente se inclinaba cómo si buscara algo. Estuvo a punto de decirle que tuviera cuidado, porque allí podría encontrar cualquier clase de animal peligroso, sin embargo cuándo estuvo a punto de hacerlo, vió con asombro cómo el menor cargaba un pequeño animalito entre sus manos.

- ¿Qué es eso Joaquín? - El rizado inquirió acercándose lentamente.

- Es un pequeño pichón de Petirrojo...debe haber caído desde su nido - Joaquín habló con seguridad mientras elevaba la vista intentando buscar entre los árboles algún nido.

- Oh, es muy lindo...- dijo Emilio mientras se acercaba para acariciarlo, y escuchaba cómo el ó la pequeña ave daba pequeños y armónicos chillidos - me recuerda a tí Joaquín, es muy tierno y su sonido es hermoso.

Las mejillas de Joaquín se tiñeron de carmín al oír los dulces cumplidos que Emilio hacía al compararlo con aquel indefenso animal.

-te he escuchado cantar cuando te bañas, suenas lindo, como un pajarito...- Louis mencionó y por alguna extraña razón, sus mejillas también se pintaron de rosa.

Se miraron unos cuántos segundos, sintiendo quizás por primera vez aquella dulce sensación que les provocaba estar tan cerca el uno del otro.

- Debemos hacer algo por él, Emi... si lo dejamos aquí podría atacarlo cualquier otro animal...-

Emilio asintió y antes de que Joaquín pudiera decir algo más, el mayor ya se había trepado al árbol más cercano en busca del hogar del Petirrojo.

La Otra Cara De La Luna // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora