5 - LA OTRA CARA DE UN COMIENZO

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Verano 2007

Emilio ya no podía soportar más los nervios que parecían devorarlo en ese momento.

- Tranquilo amor, aún queda tiempo...- Niurka le hablaba con ternura a su hijo, mientras éste no paraba de moverse de un lado a otro, mientras buscaba con la mirada entre la gente a aquel chico que tanto esperaba.

- Se está haciendo tarde mamá, ¿y si en realidad se olvidó de mí durante éste año? - Emilio sintió un nudo en su estómago al mencionar aquello. Fueron casi 2 meses de espera, y realmente jamás imaginó aquello; que Joaquín pudiera haberlo olvidado.

- Cariño, nadie que te conozca podría olvidarte jamás, eres muy especial Emilio... Joaquín debe estar retrasado, y de seguro que tan nervioso cómo tú...-

- Eso espero...- el rizado murmuró mientras giraba su cuerpo sobre su eje, y su mirada seguía buscando con desesperación un par de ojos mieles.

Pero de pronto toda la angustiosa espera fué sepultada. A unos cuántos metros logró verlo, y a pesar de que Joaquín parecía haber crecido bastante durante el último año, su rostro seguía siendo tan angelical e inconfundible.

Una enorme sonrisa se dibujó en el rostro del menor cuándo su mirada se encontró con la de Emilio. Y aunque las últimas semanas a ambos les causó algo de incertidumbre y nervios su próximo reencuentro, y cómo sería la actitud del otro al volver a tenerse en frente; en ese instante todo dejó de importar, y ambos dejaron que sus emociones fluyeran de manera natural.

Emilio corrió al encuentro de Joaquín, y al tenerlo tan sólo a unos pasos saltó sobre su regazo, mientras que Joaquín lo recibía sosteniéndolo por la cintura, de una forma tan espontánea, pero perfecta, casi cómo si aquel momento hubiese estado previamente planificado.

- Joaquín...- Emilio saludó teniendo su rostro incrustado en el cuello del ojimiel.

- Hola Emi... yo también te extrañé - el menor murmuró con una enorme sonrisa y sus ojos iluminados por la alegría.

El abrazo se prolongó por largos segundos. Cuándo cayeron en cuenta de que debían separarse para ir hasta el autobús, Elisabeth y Niurka estaban sonrientes junto a ellos.

- Ya habrá tiempo para abrazos, chicos... es hora de irse - Niurka mencionó mientras Elisabeth se acercaba para besar a Joaquín cómo despedida.

Hubieron unos cuántos abrazos y besos de parte de las dos mujeres, y un montón de recomendaciones sobre comportamiento y cuidado personal.

- Adiós mami, por favor cuídate mucho, y si vuelves a sentirte mal, dile a Juan que te lleve a un doctor...- Emilio se abrazaba con fuerza por última vez a su madre, justo antes de salir corriendo para alcanzar a Joaquín, quién ya iba en dirección al autobús.

Tomaron sus asientos al fondo del autobús, y luego de darse una mirada cargada de emoción se dispusieran a disfrutar de aquellas 3 semanas que llevaban esperando por tan largo tiempo.

Y allí estaba otra vez; aquella mágica sensación que les hacía sentir que conectaban de una manera única. La conversación era fluida, las risas espontáneas y las miradas llenas de un auténtico brillo que derramaba ternura.

La Otra Cara De La Luna // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora