Tranquilo amor, vá a pasar pronto... lo prometo - Joaquín murmuró sobre la frente de Emilio, luego de dejar varios pequeños besos por todo el rostro del rizado.
Estaban en la parte trasera del auto de Sian; Joaquín abrazaba con fuerza al oji-café, quién estaba con su cabeza descansando sobre las piernas del castaño.
Habían salido de la escuela sólo un par de minutos atrás. Nikolás le había pedido una autorización especial a su padre para llevar a Emilip a que un médico lo revisara en un hospital. Aquello obviamente no era algo que se pudiera considerar apropiado, ya que no era parte del protocolo escolar; pero la verdad era que el director Caballero tenía plena confianza en su hijo, y sus ideas.
- ¿Puedes por favor entrar conmigo cuándo me atiendan? - Emilio preguntó murmurando suavemente, pero aún así sus amigos pudieron oír aquella solicitud, y miraban bastante nerviosos a Joaquín a través del espejo retrovisor.
- Claro amor, voy a intentarlo, ¿si? - Joaquín respondió a pesar de que un doloroso nudo en su garganta le hacía bastante difícil poder hablar.
Emilio había ingerido probablemente algún tipo de medicamento que lo tenía en un estado bastante desvalido. Se veía notoriamente mareado, y se aferraba con todas las fuerzas que disponía a los brazos de su novio, los cuáles lo envolvían calidamente.
- Emilio, ¿crees que sería bueno llamar a tu hermana?... quizás el doctor quiera hablar con algún adulto...- Sian de pronto rompió el silencio. Se percibía en su voz lo nervioso que se sentía, y con aquella pregunta buscaba de alguna manera volver a retomar el plan inicial, en dónde Romina sería la encargada de autorizar la toma del examen del oji-café.
- No, no es necesario... Joaquín estará conmigo, y si necesitan a un adulto para algo, estás tú...- Emilio sentenció, y el silencio volvió a llenar el vehículo.
Sólo unos cuántos minutos después los chicos se encontraban fuera del hospital.
- Llegamos, amor...- Joaquín murmuró mientras con suma delicadeza cargaba a Emilio entre sus brazos para ayudarlo a ponerse de pié.
Emilio ya no dijo nada más, simplemente se dejó guiar sintiéndose seguro entre los brazos de Joaquín, quién avanzaba a paso lento con un enorme vacío dentro de su estómago.
Para su suerte, luego de dar sólo unos pasos dentro del recinto médico, Kathy salió rápidamente a su encuentro. La enfermera claramente estaba en conocimiento de que aquel día Emilio llegaría enfermo, y estaba aguardando por ellos.
- ¿Emilio?, ¿estás bien? - la chica preguntó fingiendo una perfecta preocupación.
- Me siento... algo, mareado... y creo que voy a vomitar - Emilip respondió con su respiración algo débil y agitada.
- Está bien, acompáñame... haré que un médico te revise de inmediato...- la enfermera sostuvo a Emilio por la cintura, para ayudarlo así a caminar hacía el interior de un box médico.
Sin embargo, Emilio se negó a avanzar, así cómo se negó a soltar la mano de Joaquín.
- Kathy, ¿él puede entrar conmigo?...- Emilio parecía tener dificultad para mantener sus ojos abiertos, aún así se esforzó por sonar firme en lo que diría - es, es... mi novio -
Joaquín sintió su cuerpo estremecerse al oír a un muy débil Emilio hablar con tanta seguridad respecto a su relación; respecto a él. Definitivamente la conciencia lo estaba jodiendo demasiado en aquel segundo.
Kathy le dió una mirada algo confusa e interrogativa a los otros 3 chicos que rodeaban al oji-café. Pudo ver cómo Joaquín pasaba saliva, y de una manera casi imperceptible negaba con su cabeza, mientras sus ojos parecían casi suplicantes.
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La Otra Cara De La Luna // Adaptación Emiliaco
FanfictionAsí cómo pasa con la Luna, las personas también pueden tener un lado oculto. Joaquín y Emilio lo tienen, y vá de la mano con una historia de amor secreta que se obligan a mantener sólo en sus recuerdos. ¿Porqué?...... Porque nadie puede amar a su...