¿Cómo podría describir la primera vez que nos conocimos? ¿Desastroso? ¿Funesto? ¿Increíblemente lamentable? Bueno, digamos todo a la vez.
Todo comenzó el día que llegué a la universidad, no era mi primer año, ya que yo venía de otra universidad por recomendación y gracias a mis notas conseguí un traslado, aquí, la universidad que siempre soñé, y en la cual estaban mis mejores amigas; Mía y Helena, donde también estaba quien sería mi mayor perdición. Brooke Myers.
—¡Rubyyyyyy!— Grita una voz demasiado conocida para mi. —Por fin llegas, llevamos media hora esperándote, ¿te has dormido?
—No, ha sido la jodida carretera, nunca pensé que llegar aquí fuese tan horrible.— suspiro, arreglandome el pelo. —Por cierto, ¿Mía? No la veo contigo.
-Ah, se fue con un chico a los baños.— Dice levantando y bajando las cejas de manera frenética.
—¿No decía que se iba a centrar en ella e ir al psicólogo?
—Decía, pero ya sabes como es. —se ríe para restarle importancia al asunto y yo solo suspiro con pesadez ante la situación repetitiva.— Vamos, voy a enseñarte el lugar.
Luego de la breve conversación, Helena comienza a guiarme por todo el centro y sus distintas facultades. Nunca había visto un lugar tan grande y bonito, hay varios campus dentro del complejo, con sus respectivas facultades, cada una decorada con colores y objetos que las representan, por ejemplo, la de diseño de moda tiene un maniquí enorme con un LBD de Chanel del 26, sin duda un diseño muy acertado. Seguimos paseando por los diferentes campus y sus facultades, hasta llegar a la enorme cafetería, que más que eso, parecía un restaurante de lujo por sus preciosas lámparas de araña doradas, su suelo de marmol negro y sus mesas negras y doradas, junto con las sillas, que más que sillas se asemejaban a sillones que parecían de lo más cómodos. Luego de aquel espectáculo visual, seguimos paseando por el complejo, a través de diferentes pistas para deportes, el gimnasio y por último la enorme biblioteca, que ya desde fuera se veía majestuosa.
Luego de ese recorrido, llegamos de vuelta a mi facultad, me despedí de mi amiga y me dijo que nos veríamos en la cafetería al terminar el día, luego se marchó.
Entré y quedé asombrada con el lugar, no había visto nada igual en mi antigua universidad; los colores vibrantes, los trabajos de alumnos expuestos por los pasillos, las vestimentas de los estudiantes, representaban las vibras de cada uno.
Este lugar es maravilloso.— Digo mirando a mi alrededor sonriendo.— Y ahora me toca encontrar mi clase...— Miro el móvil con toda la información de mis aulas y me dispongo a caminar hacia el lugar, al llegar solo encuentro a un par de personas sentadas hablando y suspiro, <<cierto, no conozco a nadie y todos aquí se conocen>>, vuelvo a suspirar y busco un sitio al lado de una ventana para sentarme, el aula era preciosa; maniquíes, mesas altas junto con sus sillas del mismo tamaño, de colores negras y blancas, un mueble repleto de telas de distintos tonos y patrones, vamos, un paraíso del diseño.
Estaba tan centrada en mi alrededor que no me di cuenta que una chica se había sentado a mi lado, era morena con el pelo lacio que caía hasta su cadera, de tez blanca como porcelana, ojos azul grisáceo y una cara que parecía de muñeca. Llevaba un vestido blanco de mangas transparentes, ceñido que remarcaba sus curvas y unas botas blancas altas con plataforma, la chica se percató de que la estaba mirando y me sonrió.
—¡Hola! Soy Ashley Brown.— la chica me tendió su mano y yo la acepté dándole una sonrisa.
—Ruby White, un placer.
—Que bonito nombre Ruby, ¿eres nueva? Nunca te había visto por aquí.— Me mira de arriba abajo como tratando de analizarme con una sonrisa.— Me encanta tu estilo, pareces una muñeca.— ríe.
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ECLIPSE© -PARADA-
Teen Fiction¿Qué ocurre cuando la luna y el sol se encuentran? Lo llaman el fenómeno más hermoso, y ahora entiendo el por qué. Ella es la Luna y el sol a la vez, un eclipse, algo misterioso, difícil de entender, pero, que no puedes mirar por mucho tiempo porque...