Capítulo 25

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Salgo corriendo de la fiesta, con el estómago hecho un nudo, posiblemente tenga todo el maquillaje corrido ya que me arden los ojos. Tengo que parecer una imbécil así.
Al llegar fuera, busco mi coche con la mirada, cuando lo encuentro, siento una mano agarrarme de la muñeca.
—Ruby, por favor. —Veo los ojos de Brooke, quien me está mirando con dolor. Siento mi cuerpo temblar.
Miro a otro lado y suelto su agarre.
—Te he dicho que no quiero escucharte Myers. —Camino hasta mi coche sintiendo mi mirada nublarse. Brooke se queda allí, no me sigue, tampoco he querido girarme, no quería verla, por lo que subo al coche sin mirarla y me voy de allí, aguantando de nuevo las ganas de llorar, sintiendo ese sabor amargo de la traición.
Me siento una ilusa al haber pensado que ella cambiaría por mí. Me siento idiota...
Conduzco hasta mi casa con dolor de cabeza y un mareo que apenas me deja mantenerme en pie. Me quito los tacones y entro descalza a mi casa. Está a oscuras a excepción de la luz del televisor que muestra un juego de la play, el cual está siendo jugado por mi hermano.
Le miro y él me mira, pero no dice nada, así que subo a mi cuarto con el cuerpo a punto de colapsar y me dejo caer en mi cama, dejando que todos los sentimientos me abarquen.
Siento mi teléfono vibrar a mi lado en la cama junto con la canción "I wanna be yours" que inunda mi silenciosa habitación.
Brooke...
Mis manos tientan a contestar la llamada, pero en su lugar cuelgo. No debo hablar con ella ahora, no quiero darle la satisfacción de que me siga viendo rota por su culpa.
Pero no se detiene; las vibraciones del teléfono me comienzan a cansar, por lo que decido contestar a sus insistencias.
—Tienes cinco minutos para explicar lo que quieras. —Digo nada más responder.
—Ruby... —Su voz suena entrecortada y arrastra las letras de mi nombre. —Pense... Pensaba que no me contestarías.
—No iba a hacer... ¿Estás borracha? —Digo obviando que también está llorando, realmente no quiero hablar con ella, no sé por qué he contestado.
—Por favor... Te lo quiero explicar... —Dice casi en un susurro con su voz ronca.
—Adelante, te quedan cuatro minutos. —Se queda unos segundos en silencio hasta que vuelve a hablar.
—Lo que viste no tiene nada que ver con la realidad. —Comienza a decir tratando de mantener una voz estable. —Le estaba quitando la droga a Madison, la había seguido hasta allí para evitar que hiciera una cagada... —Se queda en silencio uno segundos antes de continuar. —Llevo sin consumir desde que te lo prometí, te lo juro...
—Me dijiste que habías venido por mí. —Le digo con molestia evidente en el tono. —Me mentiste mirándome a los ojos, me hiciste creer que estabas ahí por mí. —Me quedo en silencio un momento.
—¿Ruby?
—Me hiciste creer que realmente me querías. — Su silencio me quema, así que decido colgar y apagar mi teléfono entre lágrimas.
Ilusa.
Me cambio de ropa a mi pijama y me tumbo en mi cama, mañana será otro día.

—Podrías haberme dicho que estabas viva

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—Podrías haberme dicho que estabas viva. —Mi amiga me mira con molestia mientras yo solo suspiro con pesadez.
—Es la cuarta vez que te pido perdón Ash, llegué apagué el teléfono y me dormí.
—Hablaste con Brooke.
—Por desgracia.
—Pero ella me dijo lo que había pasado y Madison igual. ¿Por qué no la quieres creer? —La miro a los ojos y ella me mira con lástima.
—No es por eso, tú la crees... ¿No? —Miro a otro lado mordiéndome la lengua. —Esto es porqué te dijo que venía por ti y la viste con Madison, ¿no?
—Cállate. —Esboza una leve sonrisa que me irrita. —Eres idiota.
Me levanto de mi sitio y salgo en mitad de clase.
No estoy celosa, ni es por la gilipollas de Madison. Brooke es una mentirosa.
Camino sin rumbo hasta que em encuentro frente a una clase vacía, por lo que entro, asegurándome de que no haya nadie. Cierro la puerta tras de mí, mientras me dirijo a una mesa, donde me siento y me frustro sola, llena de rabia y molestia por admitir que realmente fueron celos.
Celos de que viniese por ella y no por mí, celos de que sé que si a ella le pasa algo irá corriendo y aunque diga que no la quiere, sé que hasta pelearía por ella y lo odio.
La odio...
El sonido de la puerta abriéndose me saca de mis pensamientos y mis ojos se abren como platos al ver a Brooke entrar por la puerta y mirarme igual de sorprendida.
—No sabía que habría alguien aquí. —Dice mirándome a los ojos.
—Ni yo que vendría alguien. —Digo tratando de sonar lo más molesta posible. —Mejor me voy.
Me levanto de mi asiento y paso por su lado, pero su mano agarra mi muñeca.
—Quédate... Si quieres. —Miro su agarre y luego a ella mientras entrecierro los ojos.
—No, gracias. —Ella suelta su agarre y me deja ir.
No entiendo por qué me duele tanto el pecho, no entiendo por qué me hace sentir así. La odio tanto. La odio porque me hace querer ser solo su única prioridad, quiero ser la única en la que se fije, pero aún así, siempre está para alguien más...
Y yo la quiero solo para mí...
Quiero que solo me mire a mí...
—Quiero ser la única para ella...

ECLIPSE© -PARADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora