UN AMOR PROHIBIDO ||LUMITY||

Coronación de los Clawthrone-Noceda

DOS AÑOS DESPUÉS

Luz: Oh vamos, sabes que no es verdad. —Decía mientras arreglaba su bolsa.— Fui yo quién atrapó la bandera aquel día y ambos lo sabéis.

Michael: Ya, bueno, tampoco te lo tengas muy creído. Yo la atrapé primero. —Le recordó el muchacho.

Nicole: Antes de que Santos te barriera de un golpe, hermanito. —Le dijo a su hermano.— Luz tiene razón. Ese día si ganamos el campeonato de escuadrones fue gracias a Luz... Ciertamente, te enseñamos bien. —Sentenció mirando a Luz con una gran sonrisa.— Te vamos a echar de menos, Lu.

Luz: Y yo a vosotros, han sido dos años muy largos pero es momento de volver a casa. —Dijo cerrando su bolsa.— Ha llegado el momento de que me convierta en quién debería haber sido desde el principio.

Habían pasado dos años desde que Luz había entrado en ese escuadrón con los hermanos Adams. Dos años en los que se ha esforzado cada día para volver a casa con sus madres y su encantadora mascota. Dos años en los que no había podido ver a sus amigos o el resto de su familia de la Tierra.

Su estancia en la academia militar fue un tormento al principio pero al meterlos con los hermanos Adams, Luz descubrió las buenas personas que podía conocer en medio de todo su caos. Ellos dos la salvaron de convertirse en alguien solitario y sin sentimientos cómo el padre de ambos chicos pretendía. Ellos le recordaron lo que era la amistad, le recordaron lo que era reírse, algo que ella había olvidado por las grandes manipulaciones de ese hombre

Sin embargo, Luz ya no era la misma. Puede que no se hubiera convertido en lo que el capitán Adams quería pero sin lugar a dudas, algo había cambiado en ella. Algo ya no era lo mismo pues tenía rencor en su interior, quizá aún sin saberlo. Rencor hacia todo lo que había pasado, rencor hacía todo lo que había visto, rencor hacia todo lo que su madre le había hecho pasar...

Luz había vuelto a casa algunas veces: por Navidad, por su cumpleaños... En esas ocasiones no solía hablar, estaba demasiado dolida con su madre para hacerlo y notaba que en su hogar pasaba algo raro, aunque no sabía bien el que.

Al volver, Luz se refugió en los hermanos Adams. Al principio, no se fiaba de nadie pues lo que sufrió con la hermana mayor de ambos, Amaya Adams, fue devastador pero con el paso de los meses, Luz comprendió que Nicole y Michael no eran cómo ella o cómo su padre. Fueron dos años en los que la joven Noceda había aprendido a luchar en equipo, algo que ya sabía al haber estado durante cuatro años en el equipo del instituto pero ahora tenía que aprender de forma diferente.

Ella no iría a la guerra, de ser necesario, con el reino vecino pero era enriquecedor comprender y saber el adiestramiento de los soldados que prometieron lealtad al reino y a la corona. Fue una cura de humildad que todo el mundo debe recibir de vez en cuando.

Ahora, debía comenzar su adiestramiento como reina, ya era la hora de que se convirtiera en lo que estaba destinada a ser.

Luz se giró cuando un oficial vino a buscarla, la hora había llegado y sus madres estaban aquí para llevarla a casa.

Luz: Es la hora. —Dijo cargando su bolsa a la espalda.—Nunca olvidaré lo que habéis hecho por mí, chicos. Sabed que estáis invitados a mi coronación cuando llegue el momento pero sólo vosotros dos.

Nicole: Allí estaremos, Luz. Tienes nuestra palabra.—Dijo acercando a su hermano a ella.

Oficial: Cabo Noceda, sus madres la esperan.— Le repitió.

Luz asintió y se giró para abrazar a ambos hermanos. Salió del lugar y se dirigió con el oficial hacia la salida del campamento. Cómo pidió, el capitán Adams no estaría allí para despedirla ni tampoco ninguno de sus allegados cómo Amaya Adams entre otros.