No sé dejan llevar por los siguientes capítulos. Si, son bastante larguitos, pero son los más importantes.
___________________________________.Ilaria.
Los segundos se volvieron minutos, los minutos se convirtieron en horas. Luego de haber sentido el brillo masivo del sol sobre sus ojos, abandonó con suma precaución su improvisado escondite. Pasó horas interminables vagando por el bosque, sin detenerse.
La densa vegetación ocultaba su camino, mientras sus pensamientos se veían atormentados por la constante preocupación de que sus enemigos pudieran estar cerca. Cada crujido de hojas secas y susurro del viento la hacían saltar de nervios, temiendo que fueran señales de una emboscada inminente. Los peligros del bosque eran numerosos: Criaturas nocturnas acechando en las sombras, terrenos resbaladizos y oscuros, y un silencio inquietante que solo era interrumpido por el eco de sus propios pasos. A pesar de todo, Ilaria continuó su travesía, sabiendo que no tenía más opción que avanzar y confiar en su astucia para mantenerse un paso adelante de sus perseguidores.
Su única meta era avanzar hacia la dirección que el guardia que la había salvado, Warrick, le había indicado, el este. Aunque Ilaria no tenía idea de lo que podría encontrar más allá de los confines del bosque o hacia dónde se dirigía, esa vaga orientación era su única esperanza de alejarse de sus enemigos y encontrar un lugar seguro.
Con cada paso que daba en la oscuridad del bosque, se aferraba a la promesa de un destino incierto, impulsada por la necesidad de escapar y encontrar un refugio lejos de los peligros que la acechaban.
Se imaginaba llegando a los dominios del este, Tetris, con una mezcla de ansiedad y esperanza a medida que avanzaba a través del espeso bosque. Había oído hablar de Tetris, gobernado por la reina Atrís, como un lugar de seguridad y refugio, un lugar donde podría finalmente escapar de la amenaza de sus enemigos. Sin embargo, el temor y la oscuridad del bosque le llenaban de dudas en cuanto a si realmente lograría llegar allí. Cada paso que daba la hacía cuestionar si estaba en el camino correcto, si Tetris sería como se lo habían descrito, o si incluso llegaría allí con vida. A pesar de las incertidumbres que la atormentaban, seguía avanzando, decidida a superar los obstáculos y alcanzar la esperanza que Tetris representaba en su mente.
Mientras avanzaba por el bosque, se encontraba agotada y debilitada, sus fuerzas menguaban con cada paso. La necesidad de sustento se volvía apremiante, y sus pensamientos la llevaron a recordar el tiempo en que estuvo cautiva, donde se había obligado a sí misma a no comer, dando todo por perdido.
Sin embargo, la urgencia de la situación la obligó a dejar de lado sus temores y prejuicios. Con manos temblorosas, recogió frutas silvestres y raíces que encontró en su camino, suplicando silenciosamente que fueran seguras para su consumo. Masticó con precaución, luchando contra la resistencia interior, pero el hambre y la debilidad la llevaron a aceptar lo que la naturaleza le proporcionaba. La comida que había evitado mientras estuvo cautiva se convirtió en su salvación en ese momento, dándole la energía necesaria para seguir adelante en su peligroso viaje a Tetris.
Siguió caminando, sintiendo como sus pies le respondían tortuosamente mientras se cubría con su capa cuando las pequeñas gotas de lluvia comenzaron a caer del cielo. El agua fría y constante se filtraba a través de la densa vegetación del bosque, empapando sus ropas y enviando escalofríos por su espina dorsal. A pesar de la incomodidad y el frío que la envolvía, no se detuvo. Sabía que no podía permitirse un respiro miéntras seguía en dirección hacia el sol naciente que se había perdido levemente entre las nubes grises, pero seguía aquel resplandor que se mantenía sobre el cielo.
Sus zapatos se habían llenado de barro y suciedad en el transcurso de su travesía; y su vestido, una vez elegante y limpio, ahora estaba manchado y desgarrado por las ramas y arbustos.
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CORONA DE SANGRE {Los cuatro reinos #2}
FantasyReinar no es solo llevar una corona, es soportar el peso de un reino sobre los hombros, donde cada decisión puede forjar o destruir. Es caminar la delgada línea entre la justicia y la compasión, enfrentando tormentas que pocos comprenden, con una fo...