Prólogo

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ACTULIZADO

Hongjun Park se arrodilló junto al cuerpo de su esposa, su corazón golpeando con fuerza en su pecho mientras sostenía a su amada entre sus brazos. Las lágrimas brotaban sin control de sus ojos mientras su mente luchaba por comprender la brutal realidad ante él.

El sonido de pasos apresurados rompió el silencio, y pronto, Jungkook, su hijo mayor, irrumpió en la escena junto con otros guardias de seguridad. El rostro de Jungkook se deformó por la confusión y el horror al presenciar la devastadora escena frente a él. Con voz temblorosa y tartamudeante, preguntó lo que su corazón ya temía saber.

—¿Qué... qué pasó?— murmuró Jungkook, su voz apenas audible sobre el eco de la tragedia que llenaba en lugar

Hongjun Park levantó la mirada hacia su hijo, los ojos enrojecidos por las lágrimas pero llenos de determinación. Con voz temblorosa pero firme, habló con una intensidad que cortaba el aire cargado de dolor.

—Jungkook, lo vi salir de aquí. Vi a Jiyong—dijo Hongjun, su voz resonando con una mezcla de furia y desesperación. —Era un traidor, y pagará por haberse metido con el cartel Park—

Los ojos de Jungkook se ampliaron con preocupación. —¿Qué harás, papá?— preguntó, su voz temblorosa reflejando la ansiedad que se apoderaba de él.

—Haré que sienta lo mismo que nos ha arrebatado— respondió Hongjun con frialdad, su mandíbula tensa por la ira. —Y eso incluye a quienes más ama.—

Jungkook se quedó procesando las palabras de su padre, y entonces, como un golpe repentino de claridad, se dio cuenta de que Jisoo, su mejor amiga, era lo único cercano a Jiyong. Antes de que su padre pudiera dar la orden, Jungkook lo detuvo con un grito desgarrador.

—¡No! ¡Por favor, no hagas daño a Jisoo!— suplicó Jungkook, lágrimas mezcladas con el torrente de emociones que lo abrumaban por la muerte de su madre y el peligro que acechaba a su amiga.

Hongjun Park tomó a Jungkook de los hombros con manos temblorosas, su rostro contorsionado por la furia y el dolor. Con voz ronca y llena de desesperación, le exigió a su hijo que abriera los ojos ante la cruel realidad que los rodeaba.

—¡Abre los ojos, Jungkook!— gritó Hongjun, sacudiendo a su hijo con fuerza. &Ellos nos arrebataron a tu madre. Tenemos que hacer justicia—

Las lágrimas brotaban sin control de los ojos de Jungkook mientras sollozaba en respuesta. —¡Pero Jisoo no tiene nada que ver! ¡No puedes culparla!— imploró entre sollozos.

Hongjun, sin embargo, seguía insistiendo en que la culpa recaía sobre todos ellos, sin excepción. Con un suspiro pesado y lleno de resignación, finalmente le ordenó a Jungkook que se retirara a la habitación y cuidara de su hermana pequeña, Rosé.

—Ve a cuidar de Rosé— dijo Hongjun con voz entrecortada, el peso de la tragedia y la responsabilidad pesando sobre sus hombros. —Deja que yo me encargue de esto.—

Los días pasaron, cargados de una tensión palpable mientras Hongjun Park preparaba meticulosamente su venganza. Finalmente, llegó el momento. En una noche oscura y llena de peligro, el sonido de los disparos rompió el silencio en la casa de Jiyong.

Jiyong se encontraba junto a su única hija, Jisoo, cuando el estruendo de los balazos los sacudió. Con el corazón latiendo con fuerza en su pecho, Jiyong se alertó de inmediato, su instinto de protección poniéndolo en alerta máxima.

Jiyong observaba con angustia cómo comenzaban a caer sus guardias, su corazón latía con fuerza en su pecho mientras intentaba mantener la calma para proteger a su hija.

My enemy lover (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora