capitulo 12

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Jisoo se acercó a Rosé con paso decidido, tomando su rostro entre sus manos. La mirada de furia en los ojos de Rosé no pasó desapercibida para Jisoo, quien se mantuvo imperturbable ante su reacción.

—¿Qué quieres? —inquirió Rosé con voz cargada de furia y resentimiento, mientras intentaba apartarse de Jisoo.

La intensidad de su pregunta resonó en el sótano, y Jisoo sintió el peso de la tensión entre ellas. Sin embargo, en lugar de responder de inmediato, Jisoo mantuvo la calma y observó a Rosé con atención, evaluando sus siguientes movimientos con cautela.

Jisoo mantuvo la calma frente a la pregunta cargada de furia de Rosé

—¿Acaso no puedo preocuparme por ti? — respondió con un tono sereno

El silencio de Rosé llenó el espacio entre ellas, cargado de tensión y emociones no expresadas. Jisoo observó a Rosé con atención, tratando de descifrar sus pensamientos a través de su mirada. Sin embargo, la expresión de Rosé permaneció imperturbable, sin revelar nada de lo que pasaba por su mente.

—¿Qué te parece si te quedas conmigo en una habitación esta noche? —propuso Jisoo, con un tono que intentaba ser amable pero que no lograba ocultar del todo su ansiedad.

Rosé frunció el ceño, sintiendo una mezcla de incredulidad y desconfianza. —¿Que me parece? Estúpido. Totalmente estúpido ¿Por qué debería confiar en ti después de todo lo que has hecho? —respondió con voz firme, sin apartar la mirada de Jisoo.

—Te lo prometo, Rosé. No te haré nada. Solo quiero que pases la noche en una habitación cómoda. No quiero que estés aquí abajo sola —explicó Jisoo, tratando de transmitir sinceridad en sus palabras.

Jisoo se acercó a Rosé con un gesto tranquilo pero determinado. Mientras tanto, Jaehyun observaba desde su escondite, con el corazón latiendo fuertemente en su pecho, preocupado por lo que pudiera suceder.

—Vamos, Rosé. No quiero que estés aquí sola. Te prometo que estarás a salvo conmigo —insistió Jisoo, extendiendo su mano hacia Rosé con una expresión suave en su rostro.

Rosé vaciló, mirando a Jisoo con desconfianza y miedo. La presencia de Jaehyun le recordaba el peligro que aún enfrentaba, pero también sentía la urgencia de alejarse de ese sótano oscuro y solitario.

—No lo sé, Jisoo. No puedo confiar en ti después de lo que hiciste —respondió Rosé con voz temblorosa, su mirada alternando entre Jisoo y la sombra donde se escondía Jaehyun.

Jisoo suspiró, comprendiendo la desconfianza de Rosé pero determinada a convencerla de salir de ese lugar.

—Entiendo que estés asustada, pero te prometo que nada malo te sucederá. Solo quiero que estés segura y cómoda. Por favor, confía en mí —rogó Jisoo, esperando que sus palabras pudieran disipar el temor de Rosé.

Jaehyun, desde su escondite, observaba con atención cada interacción, preguntándose si podía confiar en las palabras de Jisoo o si debía intervenir para proteger a Rosé.

Después de una larga pausa llena de tensión, Rosé finalmente cedió, dejando escapar un suspiro de resignación. Sabía que quedarse en el sótano no era una opción segura, y aunque desconfiaba de Jisoo, también reconocía que estar bajo su supervisión podría ser mejor que quedarse sola.

—Está bien, iré contigo —murmuró Rosé, con una mezcla de cautela y resignación en su voz.

Jisoo asintió con agradecimiento, agachándose para quitar las cadenas de Rosé con la llave que tenía siempre con ella. Una vez que me quitó las cadenas extendió su mano hacia Rosé para ayudarla a levantarse. Con cuidado, Rosé se puso de pie, sintiendo el peso de la tensión que aún flotaba en el aire. Jaehyun, desde su escondite, observaba con cautela, preguntándose qué depararía el futuro para Rosé y para él mismo.

Jisoo y Rosé salieron del sótano juntas, con Jaehyun siguiéndolos desde la distancia, asegurándose de no ser descubierto. Mientras tanto, en la mansión, la fiesta continuaba, ajena a los dramas que se desarrollaban en las sombras.

Una vez en la habitación, Jisoo se esforzó por crear un ambiente de tranquilidad, asegurándose de que Rosé se sintiera cómoda y segura. A pesar de su promesa de no hacerle daño, Rosé no podía evitar sentirse tensa y vigilante, consciente de la presencia de Jisoo a su alrededor.

—Intenta descansar, Rosé. Estarás segura aquí —dijo Jisoo con voz suave, tratando de transmitir sinceridad y tranquilidad.

Rosé asintió con cautela, sintiendo el agotamiento acumulado por el estrés y la ansiedad de las últimas horas. Se acurrucó en la cama, tratando de encontrar algo de paz en medio de la incertidumbre que rodeaba su vida.
Más tarde Rose vencida por el sueño quedaría dormida. Mientras observaba a Rosé dormir, Jisoo dejó escapar un suspiro, sumida en un mar de pensamientos turbulentos. La habitación estaba envuelta en una calma tensa, solo interrumpida por el suave susurro de su propia voz mientras reflexionaba en voz baja.

—¿Cómo llegué hasta aquí?— se preguntó Jisoo, con la mirada fija en el rostro tranquilo de Rosé. —¿Cómo permití que esto sucediera?—

Llevó la copa de vino a sus labios y dio un sorbo, buscando consuelo en el roce del líquido contra sus labios mientras continuaba con sus pensamientos.

—Es tan hermosa, tan frágil...— murmuró Jisoo, con una expresión de fascinación y desconcierto en su rostro. —¿Cómo puede ser la hija de alguien como él?—

Sus ojos seguían fijos en Rosé, como si buscara respuestas en sus rasgos delicados y en su respiración tranquila. Pero no había respuestas claras, solo una sensación de incertidumbre que la envolvía.

—Pero hay algo en ella... Algo que me hace dudar de todo lo que siempre he creído—continuó Jisoo, con la mente llena de preguntas sin respuesta. —¿Será mi perdición o mi salvación?—

Dejó la copa sobre la mesa con un suspiro resignado y se recostó en el sillón, dejando que sus pensamientos la consumieran mientras se sumergía en un mar de dudas y emociones contradictorias.

Jaehyun se movía con sigilo por el pasillo, con la esperanza de poder ver a Rosé una vez más. Sus pasos eran cautelosos, tratando de evitar hacer ruido que pudiera alertar a cualquiera que estuviera cerca. Sin embargo, un ligero crujido resonó en el silencio, haciendo que Jisoo levantara la mirada de inmediato.

El sonido captó la atención de Jisoo, quien se puso en alerta de inmediato. Sus sentidos se agudizaron, y con cautela, se levantó del sillón y se acercó hacia la puerta. Su corazón latía con fuerza mientras intentaba identificar la fuente del ruido.

Jaehyun se detuvo en seco al darse cuenta de que había sido descubierto. Miró hacia la puerta con una mezcla de ansiedad y preocupación, esperando no haber arruinado sus planes. Una mirada de determinación cruzó su rostro.

Jisoo salió de la habitación con cautela, encontrándose cara a cara con Jaehyun en el pasillo oscuro. Sus ojos se encontraron en un momento de tensión silenciosa, mientras Jisoo evaluaba al desconocido frente a ella.

—¿Quién eres y qué estás haciendo aquí?— preguntó con firmeza, manteniendo una distancia segura entre ellos.

Jaehyun, sintiendo la presión del momento, decidió improvisar una respuesta.

— Me perdí y estaba buscando el baño. Lo siento si causé algún problema.— respondió con voz calmada, tratando de mantener la compostura.

Jisoo frunció el ceño, observando a Jaehyun con sospecha.— Este pasillo no lleva al baño.— señaló con gesto firme hacia el final del pasillo.

— Ah, sí, me equivoqué de camino. Gracias por la orientación. - respondió Jaehyun, intentando disimular su nerviosismo.

Jisoo lo observó por un momento más, evaluando sus palabras y su comportamiento. Finalmente, asintió con la cabeza y dio un paso atrás, abriendo paso para que Jaehyun pudiera pasar.

—Asegúrate de no volver a equivocarte. - advirtió con seriedad antes de dejarlo pasar. —si te vuelvo a ver por aquí te mataré— Jaehyun sintió un escalofrío por su espalda al escuchar estás palabras, Jisoo le cedió el paso volviendo a la habitación. Jaehyun respiró aliviado mientras continuaba su camino, agradecido de haber logrado salir de esa situación sin levantar más sospechas.

My enemy lover (G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora