My enemy lover (G!P)

capitulo 20

Perdón por no haber actualizado, la mayor parte de este capítulo ya lo tenía escrito y lo siento si me tardo en actualizar

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Esto es lo que pasó por si alguien quiere saber porque no he actualizado

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Jisoo, decidida a aclarar las cosas con Rosé, la alcanzó en otra habitación y la tomó de la cintura con firmeza.

-¿Qué te pasa, Rosé?- preguntó con preocupación Jisoo, notando la tensión en los hombros de su pareja.

Rosé, con el ceño fruncido y los ojos llenos de furia, intentó apartarse de Jisoo. -¡Suéltame!- exclamó, empujando con fuerza.

Pero Jisoo mantenía su agarre firme, sin ceder ante los intentos de la rubia por liberarse. Sus miradas se encontraron, una llena de determinación y la otra cargada de rabia y frustración.

-Tranquilízate, Rosé- insistió Jisoo, intentando calmar la situación mientras mantenía su agarre firme en la cintura

En medio de su furia y celos, un pensamiento audaz se abrió paso en la mente de Rosé. A pesar de su enojo, sus celos sentían la urgencia de marcar lo que le pertenecía.

Rosé beso repentinamente a Jisoo, con furia y coraje, Jisoo se sorprendió pero decidió seguir aquel beso ardiente, pero la rubia se dejó llevar por la pasión desbordante que la consumía, mientras sus labios se fundían con los de Jisoo en un beso ardiente y apasionado. Cada roce, cada caricia, encendía aún más el fuego que ardía entre ellas, envolviéndolas en una espiral de deseo y emoción

Con movimientos frenéticos y ansiosos, Rosé buscaba explorar cada rincón del cuerpo de Jisoo, anhelando sentir su piel contra la suya. Jisoo, por su parte, respondía con la misma intensidad, entregándose por completo

Jisoo y Rosé se desvistieron apresuradamente, sus manos ansiosas buscando piel desnuda con urgencia. Sus labios se encontraron en un beso hambriento, mientras sus cuerpos se presionaban con avidez.

Las manos de Jisoo recorrieron el cuerpo de Rosé con determinación, mientras los suspiros escapaban de los labios de esta última en respuesta al contacto eléctrico de su piel.

El deseo las consumía, y pronto se encontraron enredadas entre sábanas. Cada caricia, cada susurro , era un tributo al fuego que ardía entre ellas, elevándolas a un estado de placer indescriptible donde el tiempo se detenía y solo existían ellas dos.

Jisoo y Rosé estaban sumergidas en la pasión, a punto de dar un paso más allá. Con el calor del momento palpable en el aire, Jisoo detuvo sus acciones por un instante, mirando fijamente a los ojos de Rosé.

-¿Estás lista?- preguntó Jisoo, su voz cargada de preocupación y ternura, recordando la situación anterior que habían enfrentado juntas.

Rosé sintió un cosquilleo de nerviosismo recorrer su cuerpo, pero se mantuvo firme en su decisión. -Sí, estoy lista respondió con seguridad, con determinación en su mirada

Jisoo lo introdujo con suavidad pero firmeza, cada centímetro de su intimidad encontrando el calor y la humedad que anhelaba. Rosé se estremeció ante la sensación, sus dedos se aferraban a las sábanas mientras se entregaba por completo al placer que Jisoo le ofrecía.

Para Rosé, volver a sentir la presencia de Jisoo dentro de ella fue una revelación. Lo que antes pudo haber sido dolor se transformó en una sensación de satisfacción y plenitud. Cada movimiento de Jisoo dentro de su ser resonaba en lo más profundo de su ser, desencadenando un torrente de sensaciones que la envolvían en un éxtasis embriagador. Ya no había espacio para la duda o la preocupación, solo una entrega total al placer que compartían en ese momento íntimo. Cada movimiento de Jisoo dentro de ella la llevaba más cerca del precipicio del placer, haciendo que su corazón latiera con una intensidad frenética y sus sentidos se agudizaran ante la avalancha de sensaciones que la abrumaban.

Los gemidos de Rosé se mezclaban con los suspiros de Jisoo en una sinfonía de pasión desenfrenada. La rubia se sentía transportada a un mundo de éxtasis, donde solo existían ella y Jisoo, y el universo entero desaparecía ante la intensidad de su conexión carnal. Cada vez que Jisoo la tocaba, era como si un torrente eléctrico recorriera su cuerpo, enviando chispas de placer a cada fibra de su ser.

Rosé se aferraba a Jisoo con ansias, sus uñas dejando marcas temporales en la piel de Jisoo mientras se entregaban al placer mutuo.

-¡Oh, Jisoo!- gimió Rosé, su voz ahogada por la pasión.

Jisoo respondió con un gemido ronco, su ritmo aumentando en respuesta al deseo que los consumía. Cada movimiento era una explosión de placer, cada roce una descarga eléctrica que recorría sus cuerpos. Se movían en perfecta armonía, como si estuvieran destinadas a encontrarse en ese momento y lugar.

Rosé entre gemidos abrazó a Jisoo con fuerza, sintiendo el calor de sus cuerpos fundirse en un abrazo ardiente. Sus labios se encontraron en un beso apasionado y desesperado, mientras sus manos exploraban los contornos de sus cuerpos con ansias desenfrenadas.

-Te marcaré, para que aquella zorra sepa que eres mía, solo mía- susurró al oído de la pelinegra, su aliento cálido rozando la piel de Jisoo.

comenzó a besar el cuello de Jisoo, dejando una serie de chupetones que marcaban su territorio con cada succión. Los gemidos de placer se entremezclaban con los susurros de deseo, creando una sinfonía de pasión que llenaba la habitación.

Jisoo se estremecía ante las caricias frenéticas de Rosé, sus manos ávidas recorriendo sus pechos con determinación. Cada beso, cada mordida, encendía el fuego que ardía entre ellas, llevándolas a un estado de éxtasis indescriptible.

-Ooh...-susurró Jisoo entre gemidos, su voz cargada de deseo mientras se entregaba por completo al placer que su chica le ofrecía.

Rosé respondió con un gemido ahogado, sus labios buscando los de Jisoo con ansias desesperadas. Sus manos se aferraban con intensidad a la espalda de Jisoo, sus uñas dejando más marcas temporales en su piel.

-Te quiero tanto, Jisoo...-murmuró Rosé entre susurros, sus ojos brillando con pasión mientras se entregaba por completo al momento.

Jisoo respondió con un gemido de placer, sus manos acariciando con ternura el rostro de Rosé. El deseo las consumía, y pronto se encontraron enredadas entre sábanas, sus cuerpos ardiendo con la pasión compartida.

Rosé, entre gemidos, buscó la manera de marcar a Jisoo como suya. Con movimientos audaces, dejó una serie de chupetones en los pechos de Jisoo, al igual que es su cuello notables y una mordida en los labios marcando su territorio con cada succión.

Sin embargo, la necesidad de Rosé era más profunda. Con un susurro cargado de deseo, le indicó a Jisoo su anhelo de sentir su presencia de una manera más íntima. Jisoo, comprendiendo sus deseos, acarició suavemente los muslos de Rosé antes de penetrarla con su miembro con suavidad pero firmeza.

-¡Mmh Jisoo!-gimió Rosé, su voz cargada de placer mientras sentía cada centímetro de Jisoo dentro de ella, llenándola con una sensación abrumadora de plenitud.

Jisoo respondió con un gemido de satisfacción, sus movimientos aumentando en intensidad con cada embestida. La sensación de estrechez y calor que envolvía su miembro solo alimentaba el fuego de su pasión compartida.

El éxtasis se acercaba rápidamente, el calor del momento palpable en el aire. Con un último empuje, Jisoo y Rosé alcanzaron el éxtasis juntas, sus cuerpos temblando con la intensidad del placer compartido.

Habían quedado agotadas pero completamente satisfechas, sus cuerpos entrelazados en un abrazo apasionado.