My enemy lover (G!P)

capitulo 21

Jisoo se levantó con cuidado, intentando no despertar a Rosé, que aún dormía profundamente. Con movimientos silenciosos, se vistió con ropa formal, preparándose para salir. Mientras se abrochaba la blusa, escuchó un leve murmullo y se giró para ver a Rosé, quien se frotaba los ojos con sueño.

—¿A dónde vas?— murmuró Rosé con voz adormilada, incorporándose lentamente en la cama y mirando a Jisoo con curiosidad.

Jisoo, sorprendida por la pregunta, terminó de abrocharse la blusa y se acercó a la cama. Se sentó al lado de Rosé, acariciando suavemente su mejilla antes de inclinarse para darle un beso tierno en los labios.

—Buenos días, mi amor— susurró Jisoo con una sonrisa, sus ojos llenos de ternura.

Rosé respondió al beso con una sonrisa somnolienta, disfrutando del contacto cálido y familiar. —Buenos días— dijo suavemente, sus ojos fijos en los de Jisoo, aún tratando de despejar el sueño.

—Tengo que hacer unos asuntos, pero no tardaré en volver— explicó Jisoo, acariciando el cabello de Rosé con delicadeza. -Prometo que estaré de vuelta antes de que te des cuenta.

Rosé asintió con una pequeña sonrisa, confiando en las palabras de Jisoo. —Está bien, pero no te tardes mucho.—

Jisoo le dio un último beso en la frente antes de levantarse de nuevo. —No te preocupes, estaré aquí pronto— aseguró

Rosé se acomodó nuevamente en la cama, observando cómo Jisoo se dirigía hacia la puerta. —Te amo— murmuró, su voz apenas audible.

—Y yo a ti— respondió Jisoo, con una sonrisa amorosa antes de salir, cerrando la puerta con cuidado tras ella.

Jisoo se dirigió a la habitación de Lisa, Al entrar, vio a Jennie profundamente dormida junto a Lisa, quien apenas estaba despertando. El sol de la mañana se colaba por las cortinas, iluminando la habitación suavemente.

—Buenos días, dormilona —dijo Jisoo, sonriendo mientras se acercaba a la cama—. ¿Cómo te sientes?

Lisa, medio dormida todavía, se frotó los ojos antes de responder. —Bien... solo un poco cansada —murmuró, pero algo en el cuello de Jisoo llamó su atención—. Oye, ¿qué te pasó en el cuello?

Jisoo instintivamente se llevó la mano al cuello, recordando las marcas que Rosé le dejó la noche anterior. Se sonrojó un poco.

—Ah, eso... no es nada —intentó decir, pero Lisa ya estaba más despierta y no iba a dejarlo pasar.

—¡Nada, mis narices! —soltó Lisa, sonriendo maliciosamente—. Parece que te atacaron con ganas, Jisoo. Fue Rosé?! Si fue ella, te dejó el cuello como si hubieras peleado con un pulpo!

Jisoo se rió, aunque estaba algo avergonzada. —Cosas que pasan, ya sabes... —intentó restarle importancia.

—Cosas que pasan, claro —replicó Lisa con un tono burlón—. Pero en serio, ¿qué onda con Rosé? ¿Te dijo que tu cuello era un bocadillo o qué?

—Más o menos... —contestó Jisoo entre risas—. Es que nos dejamos llevar.

Lisa se incorporó un poco, todavía riendo. —Mira, no me quejo. Solo digo que, si sales así a la calle, vas a necesitar una bufanda o un collar de perro para cubrir esas marcas.

—Ya, ya... —dijo Jisoo, divertida—. No es para tanto. Además, no planeo andar por ahí presumiendo de estas cosas.

—Bueno, al menos dile a Rosé que la próxima vez use pintura en lugar de dientes, porque te dejó hecha un desastre —bromeó Lisa, dándole un golpecito en el brazo.