My enemy lover (G!P)

capitulo 11

Lisa observó a la chica que anteriormente había visto en el club semanas pasadas, desde la distancia, sintiendo una inexplicable atracción hacia ella. Aunque Jisoo le había advertido sobre entablar relaciones con extraños en la fiesta, Lisa no podía evitar sentirse intrigada por Jennie. Decidida a romper la barrera entre ellas, se acercó con determinación.

La peli marrón, quien había estado conversando con otros invitados, notó la presencia de Lisa acercándose. Sus ojos se encontraron, y Lisa pudo percibir el brillo de curiosidad en los de ella. Con una sonrisa cautivadora, Lisa se detuvo frente a ella, listo para romper el hielo.

-Hola, ¿qué tal? -saludó Lisa, con una mezcla de nerviosismo y confianza en su voz. -Soy Lisa-

La chica devolvió el saludo con una sonrisa amistosa, aunque ligeramente sorprendida por el acercamiento repentino de Lisa.

- soy Jennie, todo bien por aquí -respondió Jennie, sus ojos escudriñando a Lisa con curiosidad-. ¿Eres parte de uno de los clanes invitados?

Lisa negó con la cabeza, dejando claro que su posición era mucho más influyente de lo que Jennie había imaginado.

-No, en realidad, soy la dueña de esta mansión, junto con mi prima, la líder del clan Kim -explicó Lisa, revelando su verdadera identidad.

La sorpresa parpadeó en los ojos de Jennie, mientras procesaba la revelación. Se encontraba frente a una persona con un poder e influencia mucho mayores de lo que había pensado inicialmente.

Lisa observó con creciente irritación cómo un hombre se acercaba a Jennie, invitándola a una habitación con una sonrisa lasciva. A pesar de que Jennie aceptó con una leve inclinación de cabeza, Lisa notó la mirada de resignación en sus ojos, la misma mirada que había visto tantas veces en las mujeres que trabajaban en ese mundo.

Sintiendo una oleada de rabia, Lisa intervino antes de que el hombre pudiera llevar a Jennie lejos. Con una expresión dura en su rostro, se interpuso entre ellos, bloqueando el camino del hombre.

-¿No ves que Jennie está conmigo? No la molestes -dijo Lisa con voz firme, su tono dejando claro que no estaba dispuesta a tolerar ninguna objeción.

El hombre frunció el ceño, claramente sorprendido por la intervención de Lisa. Sin embargo, al ver la determinación en su mirada, decidió retirarse, murmurando una disculpa apenas audible antes de alejarse.

Una vez que el hombre se hubo ido, Lisa se volvió hacia Jennie con una mirada de disculpa en sus ojos. No quería que Jennie pensara que la había tratado como propiedad o que se había interpuesto en su trabajo sin su consentimiento.

El hombre buscaba meticulosamente por la casa hasta que finalmente llegó al sótano. Al abrir la puerta, la tenue luz reveló una figura familiar acostada en el suelo, atada con cadenas. Era Rosé. Sus ojos se encontraron con los de un chico que entraba apresuradamente. Jaehyun, su novio.

Rosé se quedó sin aliento por un momento, pero rápidamente reconoció a Jaehyun y una oleada de alivio la inundó. Con lágrimas en los ojos, Jaehyun corrió hacia ella y la abrazó con fuerza, como si temiera que desapareciera en cualquier momento. Rosé respondió al abrazo con la misma intensidad, aferrándose a él como si fuera su ancla en medio de la tormenta.

—Jaehyun, ¿cómo...? —comenzó Rosé, pero las palabras se atascaron en su garganta, incapaz de expresar la confusión y el alivio que sentía en ese momento.

Jaehyun la interrumpió suavemente, acariciando su cabello con ternura mientras hablaba con voz apacible —Shh, tranquila, estoy aquí. Vine a buscarte —

Rosé se permitió aferrarse a esas palabras, sintiendo una mezcla de gratitud y amor por Jaehyun. A pesar del dolor y la confusión que había experimentado en las últimas horas, ahora se sentía segura en los brazos de Jaehyun, como si finalmente estuviera en casa.