Capitulo 34

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Fui esa rosa que el con sus
Manos marchito.

—Si quieres llorar aslo te hará bien

Ni siquiera volteaba a ver a mi abuela mucho menos decía ni una sola palabra estaba completamente perdida en mis pensamientos y en el dolor que sentía por dentro solo quería estar completamente sola, sin ver ni escuchar a nadie tenía mucho en que pensar.

Solo escuché como mi abuela salió y cerró la puerta de mi habitación ella me conocía perfectamente y sabía que no quería hablar con nadie comprendía cómo me sentía.

Fui y me acerque hacia el espejo mirándome y ahí jure que nunca más en la vida volvería a derramar ni una sola lágrima y mucho menos por un hombre, desde ahora comenzaba a mirar las cosas de otra forma y de otra manera entrando a la realidad y poniendo firmemente los pies en la tierra dejando aún lado esas ilusiones tontas que llegue asentir.

*Un Año después*
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Había pasado ya un año desde ese entonces había decidido alejarme de Londres por un tiempo, decidí darme la oportunidad de viajar de conocer nuevos lugares y otros países. Era el momento de cumplir ese sueño que tanto anhelaba cumplir, y después de que eso paso tenia que regresar nuevamente las vacaciones de verano habían terminado y tenia que regresar al colegio, pero durante todo este año fuera me había hecho tanto bien ahora regresaba una mujer completamente distinta de los pies a la cabeza definitivamente se podía decir que era otra y que ya no era la misma de antes.

Durante todo el viaje había venido tan callada solamente observando que había llegado a Londres, baje del avión y tome enseguida un taxi que venia pasando.

Al ver qué faltaba poco para llegar a mi casa una sonrisa se dibujo en mi mirada deseaba tanto ver a mi abuela y saber cómo estaba se que ella en el fondo me extrañaba y me echaba tanto de menos pero ya estaba de vuelta de regreso.

Al llegar le pagué al señor del taxi y baje miraba la casa con un brillo en mis pupilas vi que no había cambiado en nada seguía completamente igual, tal y como me había ido no dude entrar enseguida.

—¡Abuela! ya estoy aquí de vuelta eh abuela —dije mirando hacia todos los lados viendo que no la miraba ni por un rincón de la casa

Se me hacía extraño que no estuviera me preguntaba a dónde había ido pero en ese momento al voltear mire alguien que me miraba en silencio.

—Eres tu Ariana —dijo con asombro en sus palabras y en su mirada

—Si abuela soy yo —dije llendo corriendo abrazarla

Lo cual ella me abrazo y no dejaba de mirarme como si no me hubiera visto en un siglo.

—No puedo creer que seas tu mírate estás realmente hermosa te ves totalmente diferente y distinta como si fueras otra y ya no fueras la misma de antes

Me alegue de ella y la verdad es que era otra ahora sí sabía lo que quería y lo que no quería que se volviera a repetir en mi vida.

—Soy otra abuela ya no soy aquella muchacha de antes e vuelto muy distinta ya no voy a dejar que nadie me lastime y me hiera nunca más

Trataba de hacerme la fuerte como si en mi ya nada me importará como si todo me diera igual pero sabía que en el fondo me estaba engañando a mi misma.

—Te ayudaré con tus cosas me imagino que quieres subir a tu cuarto y descansar

—No te preocupes yo las subió —dije sonriendo y subiendo con mis cosas

Al entrar las deje en un lado me quedé parada por unos segundos pensativa de ahora en adelante todo iba a ser muy distinto para mí.

Al siguiente día

En el colegio

Al llegar entre enseguida al colegio al ir caminando otra vez por los pasillos veía como todos los demás me miraban algo extraño y con asombro al ver lo distinta que estaba ahora era como si otra hubiera tomado mi lugar.

Lo cual en ese momento choque enseguida con alguien y mis cosas cayeron inmediatamente al piso me agache para tomarlas y recogerlas puse mi mano en mi libreta lo cual senti y vi que esa persona puso su mano tomando la mía lo cual los dos levantamos la mirada mirándonos.

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