Capitulo 19

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—¿Qué sucede amiga? —pregunto tan pensativa al verme llorando

Me levanté y solo la abrace, resbalando solo un par de lágrimas por mis mejillas, ni siquiera podía decir ni media palabra solo sentía un nudo en la garganta y un gran sentimiento de dolor por dentro.

—Puedes tranquilizarte un poco y decirme que es lo que pasa porque estás así en un mar hecho de lágrimas —dijo al ver qué no le había respondido y solo la había abrazado sin saber ni que onda

Me tranquilice un poco como ella me lo pidió, asta que logré poder decirle algunas palabras.

—Hoy simplemente no es mi día —dije limpiandome las lágrimas de mi mejilla con mi mano -No le caí para nada bien a la maestra me dijo que mi diseño no le había gustado que no tenía talento

—¡Quee! -dijo haciendo un gesto de que se le hacía imposible poder creerlo -esa maestra está completamente mal de la cabeza pero ahorita mismo voy y me va escuchar

Vi que dio algunos pasos, por lo que veo estaba dispuesta ella a ir hablar con la maestra de diseño creí por un momento que no estaba hablando enserio pero realmente estába equivocada.

—Oye, oye no —dije agarrando su brazo para que no siguiera caminando y no fuera

Ella solo me miró sin decirme nada, mirando como la agarraba del brazo.

—Por favor no vallas, te lo agradezco pero es mejor que lo dejes asi —dije soltando su brazo y haciéndome un poco hacia atrás

—Esa maestra está en un error, tu eres excelente diseñando, como pudo decir lo contrario

Me quede tan pensativa, perdida en mis propios pensamientos que ni siquiera preste atención a lo que mi amiga había dicho.

—¡Ariana! me estás escuchando —dijo tan seria y cruzando los brazos

—perdon —dije volviendo a reaccionar —Solo que ay algo a lo cual no entiendo

—Mmm de que hablas —dijo algo confundida

—Vi y note en sus ojos y en su mirada un odio hacia mi cuando me preguntó que si yo era Ariana y le respondí que si

—¡Que! pero porque amiga

—Es lo que no se, porque esa maestra me odia si ni siquiera me conoce, al igual que yo tampoco la conozco

—Eh, quizás....

Inmediatamente Layla se queda en silencio mirándome y sin decir ni una sola palabra.

—Que ibas a decir dilo

—Eh. ¡Bueno!...

Vi lo nerviosa que se puso en ese instante que ni siquiera podía decirme lo que tenía pensado decir.

—Simplemente dime lo que me tengas que decir

—Bueno tu dices que esa maestra te odia al tiempo en que escucho tu nombre no te as puesto a pensar que tal vez te conoce o algo paso para que te odie

—Aver, no lo creo y si así fuera que tengo que ver yo, sin ni siquiera en mi vida la e visto

—Y porque no le averiguas preguntándole a tu abuela o a la misma maestra

—No, y sabes que olvidémonos de esto, quiero olvidar todo esto que pasó hoy - dije caminando y dejándola atrás

[Horas después]

*En casa*

Baje a la cocina por un vaso de agua, me había dado un poco de sed. Lo cual también desde que salí del colegio no dejaba de pensar en lo que mi amiga Layla me había dicho cuando estuvimos hablando está mañana, todo esto era tan extraño pero decidí ya no darle más vueltas a mi cabeza y olvidarme de eso, olvidándome por completo del tema. Así que vi enseguida por la ventana que tenía la cocina a mi abuela que estaba afuera en el jardín, deje mi vaso de agua en la mesa y me dirigí hacia la puerta abriéndola tan cuidadosamente sin hacer ningún ruido, vi que ella estaba sentada en su silla favorita con sus ojos cerrados como si estuviera descansando afuera y durmiendo así que solo di la vuelta tan cuidadosa para no interrumpir su sueño y no despertarla. Pero me sorprendió tanto al escuchar su voz que voltié solo inmediatamente.

—Alto ahí jovencita —dijo volteando de su silla y mirándome como siempre tenía acostumbrado hacerlo cuando me descubría que estaba ahí

—¡Abuela! creí que estabas durmiendo jeje

—Ya ves que no —dijo sonriendo -ven acércate cariño

Me acerque, quedándome parada junto a su silla donde ella se encontraba sentada.

—Mmm, y que haces aquí afuera sentada abuela —pregunte algo pensativa

—Tomando el aire fresco de la noche —dijo con una voz tan suave y tranquila -ves la luna que hermosa está hoy

Sin decir ni una palabra, alce mi mirada hacia el cielo quedándome por unos segundos observando y mirando la luna pero en ese momento sentí que mi vista se nublo por completo, sintiendo mis pies tan frágiles y débiles que se me doblaron por completo. Por suerte mi abuela se levantó más rápido que inmediatamente de su silla y me alcanzó a agarrar antes de que callera al suelo.

—Ay Hija que tienes —dijo tan preocupada

Pero solamente sentía que escuchaba su voz tan alo lejos, mi abuela me subió inmediatamente a mi habitación.

Pero solamente sentía que escuchaba su voz tan alo lejos, mi abuela me subió inmediatamente a mi habitación

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Y me recostó solo enseguida en mi cama, saliendo ella de mi cuarto y dejándome unos minutos sola.

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