"tanto tiempo, tantas cosas, tantas personas y pensar que todo este tiempo yo solo te buscaba a ti."
le doy todos los créditos a la autora original de esta historia
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Ya estaba llegando a finales del año y por fin tendrían la excursión que hacían todos los de segundo año.
Viajarían a las montañas y pasarían dos noches en ella, acampando, y para Billie nada se escucha mejor.
Desde aquel día en la biblioteca, cada vez que Isabella se encontraba cerca de Billie, sus dos amigas actuaban como una muralla entre ellas.
A Billie le deprimía, ya que estaba deseosa de hablar con Isabella.
Estaban actualmente en el aparcamiento de la escuela, esperando para subir a los autobuses.
Riley golpeaba la suela del zapato contra el piso, ligeramente. Las otras dos chicas enviaban una mirada desaprobadora a Billie.
– Dos horas. Las dos putas horas de la ceremonia, estuviste mirando a Isabella.– la regaño Grace y la ojiazul bajó el rostro – Ya te estás dejando en ridículo.– Billie pensaba hablar, cuando Grace la hizo callar – Y no me vengas con el numerito de que es hermosa y todo eso–
– Ustedes no me han dejado estar cerca de ella, prácticamente me siguen hasta el baño.– dijo exasperada, y sus amigas asintieron.
– Así es como debe ser.– le dijo Grace.
– Te protegemos.– agregó Brooke –No como está loca de aquí.– dijo la rubia, señalando a la rubia que tecleaba en su móvil.
Riley levantó el rostro, mirándolas.
– Está enamorada, ella no puede hacer nada contra eso. Y tampoco ustedes–
– ¡Olvidarla! – espetó Brooke.
– Raparle el cabello.– ofreció Grace sonriendo y Bee apoyo la idea.
– Se vería hermosa, aún sin cabello.– dijo Billie sin pensar y sus mejillas se sonrojaron – ¿Dije eso en voz alta? –
– Esperen un segundo, voy al baño a vomitar.– dijo Grace, haciendo una mueca.
– Y mira, allí está tu amada chica.– Brooke comentó sarcásticamente, señalando a la animadora a lo lejos.
Allí está a Isabella. Archie la recostaba contra el bus y prácticamente le comía la boca, cada día parecía que se besaban con más fuerza.
Por un segundo pensó que la lengua de Isabella saldría por el ojo de Archie, la castaña enredaba los dedos en el cabello del chico pero, de un momento a otro, lo apartó lejos de ella. Se miraron con la respiración agitada y se dijeron algo que no pareció contentar del todo a Archie.
Billie no pudo soportar el seguir mirando y sus ojos se humedecieron, desviándolos.
– Ella... yo... yo... iré a ver cuándo partimos.– dijo en un susurro.
Riley observó a sus amigas con reproche y ellas entendieron que tal vez si se habían pasado un poco.
Billie fue hasta donde se encontraba el profesor y preguntó, dentro de unos diez minutos saldrian los autobuses. Esperó, mirando a los estudiantes avanzar y se sentía tan cansada que ya no veía el momento para echar una siesta durante el viaje.
