"tanto tiempo, tantas cosas, tantas personas y pensar que todo este tiempo yo solo te buscaba a ti."
le doy todos los créditos a la autora original de esta historia
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Durante todo el mes de vez en cuando Billie había visitado a Scar.
Desgraciadamente cada vez que lo hacía Isabella había salido con sus amigos o estaba en un entrenamiento de animadoras.
Para Billie era triste, ya que casi no hablaba con ella en la escuela. Sólo compartían miradas secretas y eso a Billie no le era mucho. Aún, a veces, podía sentir los labios de la castaña sobre los suyos y comenzaba a saborear la piel tibia y dulce de los labios de Isabella. La quería volver a besar. Lo único positivo fue que ya era muy amiga de Arianna y ni hablar de su pequeña novia dragón.
Aún no se había encontrado con los padres de la castaña, pero esperaba no hacerlo tan pronto, ya que se sentiría nerviosa hablando con ellos mientras pensaba en su hija.
–¿Bills, me escuchas?– preguntó Bee junto a ella.
Estaban en el patio de la escuela mirando como unos chicos de primero jugaban con un balón de fútbol.
–Si.– respondió un poco triste, no habia visto en todo el día a Isabella y eso le bajaba los animos.
–Pronto vendrá, descuida.– dijo su amiga, más feliz de lo normal.
Billie apremio a Claire que, a pesar de ser una idiota, había visto como ayer se había llevado a Bee a las duchas. Duraron allí un rato y al volver su amiga había regresado con el cabello revuelto y las mejillas sonrojadas. Billie la había estado molestando todo el día hasta tal punto de recibir una patada de Brooke para hacerla callar.
Desde lejos vio a Isabella hablando con unas amigas y decidió que la necesidad de hablarle era muy alta. Se cubrió las manos en las mangas de su chamarra y fue hasta ella, excusándose con Brooke. No parecía muy triste, ya que apenas Billie se fue una chica alta llegó hasta ella y comenzó a hablarle muy de cerca. Claire era pilluela. Estaba a pocos pasos de la castaña cuando sintió como alguien chocaba con su hombro.
–¡Miren, es la rarita!– dijo Archie, animado, aunque no había nadie con el, y llevaba su chaqueta de fútbol.
–Archie, hoy no estoy de ánimos. He estado lejos de tu novia, así que déjame.– intento apartarse de él, cuando le rodeo los hombros con el brazo.
–¿Pero estabas yendo a verla ahorita mismo?– preguntó
Billie no pudo responderle y, para sorpresa del chico, asintío.
–Iba a preguntarle si hoy Arianna estaba en la casa, quería darle una sorpresa.– se felicito mentalmente por aquella gran excusa.
–¡Wow, eres una novia atenta!– dijo con una sonrisa falsa y después la sujetó con más fuerza. –Bueno, vamos los dos.–
Fueron y Isabella pareció sorprendida al ver a su novio rodeando el cuello de Billie con el brazo mientras la chica hacia una mueca. Se despidió de sus amigas y se acercó hasta ellos.
