–¿Las estás viendo, Claire?– la castaña reclamaba a su amiga, las dos entrenando en el campo de fútbol. –¡Claire!–
La chica dejó de estirar para darle la atención a su mejor amiga.
–¿No ves que estoy ocupada, aquí?– señaló la posición en la cual se encontraba, con la pierna estirada hasta arriba al igual que un gato.
Isabella apretó los labios, señalando a las gradas, nada feliz por la falta de interés.
–¡Lo mío es más importante!– rectificó, clavando sus ojos en el grupito de tercer año. –¡Solo míralas, parecen buitres!–
Claire decidió obedecer a su amiga, para que dejara el berrinche. Llevaba una hora soportando las quejas interminables de la castaña sobre las niñitas en las gradas que rondaban a su novia.
Si, eso. Isabella y Billie llevaban un tiempo de novias, prácticamente meses. Ahora las dos cursaban su último año en la secundaria, habían iniciado clases tan sólo hace unas dos semanas. La castaña se sentía nostálgica al pensar que este año se graduarían. Pero, Billie. Era una novia creativa, cariñosa, atenta, inteligente, hermosa, perfecta, con ojos más profundos que... Isabella podía durar horas enumerando cada virtud que amaba de la ojiazul. Y era sexy, no mal interpreten. Billie siempre la había considerado atractiva, pero últimamente las personas comenzaban a notarlo también, exageradamente.
La castaña maldecía el día en que no detuvo a su novia, cuando Billie quiso iniciar una clase de pilates en el gimnasio cercano a su casa, se arrepiente. Antes, apoyó la idea por el simple hecho de que para ella todo lo que hacía Billie le salía bien y además, así podría ver su abdomen aún más marcado.
Ahora, sabe que fue un error. Ya que la ojiazul había adquirido un cuerpo atlético muy provocativo, sonreía y sus ojos brillaban todo el tiempo. Isabella sabía que tanta alegria de su novia era por ella, pero hacía parecer a Billie más atractiva de lo estrictamente prohibido y eso no le agradaba ni un poco.
No por ella, claro que no. Isabella seguía enamorada hasta la médula de esa chica de ojos azules. Era por las chicas, chicos y más chicas, por todas partes. ¡Se multiplicaban como conejos!
Acosaban a la pobre Billie de arriba para abajo, sin importantes si quiera o parecer tener consciencia de que la ojiazul tenía una novia muy celosa y que en cualquier momento podrían sufrir una muerte "accidental".
Ósea ¿Desde cuando asistían tantas chicas de la comunidad a su instituto? ¿Era posible? ¡Que rabia! Isabella no se preocupaba tanto por Billie, la ojiazul respiraba y sonreía por ella solamente, obvio. Aún así, no podía evitar sentir la sangre hervirle en las venas y los impulsos homicidas acudir a ella, al verla cerca de chicas que obviamente querían llevársela a la cama.
Nuevamente en Claire. La chica entrecerró los ojos, ubicando al grupo de la ojiazul en las gradas más cercanas. Billie reía con Brooke mientras que un grupo de... cinco chicas, contó, intentaba charlar con la ojiazul. Isabella esperaba, con las manos en la cadera, sin importarle un poco el estiramiento. Primero su novia, antes que todo.
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rivales: billie eilish
Romance"tanto tiempo, tantas cosas, tantas personas y pensar que todo este tiempo yo solo te buscaba a ti." le doy todos los créditos a la autora original de esta historia