"tanto tiempo, tantas cosas, tantas personas y pensar que todo este tiempo yo solo te buscaba a ti."
le doy todos los créditos a la autora original de esta historia
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Al fin era el último día de clases. Billie estaba agradeciendo al cielo, porque al fin terminaría la tortura.
Después del campamento, la interacción que había mantenido con Isabella era solo para insultarse. Después de aquella noche, al día siguiente, la castaña la había ignorado por completo y al irse en el bus no le hablo ni una sola vez.
Billie se sintió deprimida, pero intento hacer que no se le notará. Sólo se animaba cuando Isabella y sus amigas venían a fastidiarlas, hace unos días había sido el partido del final de la temporada de fútbol y Isabella había lucido increíble en el campo agitando los pompones.
Ahora debía soportar estar otros dos meses sin ver a la castaña, aquello le deprimía mucho, pero sus amigas tenían razón. Billie debía de superar a Isabella pero, ¿Cómo hacerlo? Si la castaña prácticamente parecía estar en cualquier parte que la ojiazul estuviera.
–Te vamos a conseguir un novio o una novia, debes superarla.– dijo Brooke mientras caminaban por el aparcamiento.
–Cualquier ser humano, con tal de que olvides a esa perra.– la apoyó Grace.
Riley sonreía mucho.
Billie rodó los ojos.
–Flint me invitó a salir.– confesó la rubia y las tres la miraron, preocupadas.
Riley era mucho más respetada que ellas en su curso, pero eso no quitaba el hecho de que el defensa era un mujeriego.
–¿Y tú vas a ir?– preguntó Billie, sorprendía. No le gustaba ese chico.
–¡Claro! El... me gusta.– dijo mientras sus mejillas se sonrojaban.
Grace se detuvo, mirando hacia el cielo.
–¡Dios! ¡¿Es enserio?! ¿Todas mis amigas? ¿No podrías dejarme una con el cerebro intacto?– reclamó, alzando los brazos y sus otras tres amigas la miraron, extrañadas.
–¿De que hablas Grace?–
–Primero tú.– dijo la pelinegra señalando a Billie, después lo hizo con Brooke. –Después tú y ahora Riley, he quedado sola.–
–¡Oye!– reclamaron Billie y Brooke mientras Riley soltaba una carcajada.
–Descuida. Vamos a trabajar durante las vacaciones para encontrarte un cita.– le dijo, juguetona y Grace bufó.
De pronto, unos estudiantes al otro lado del aparcamiento comenzaron a celebrar, lanzaban globos y serpentinas, todos se abrazaban. Era cierto, los de último año se estaban graduando.
Billie sonreía ante su emoción, dentro de tan solo dos años ellas también se graduarían. Esperaba que el próximo año fuera mejor.
Las cuatro fueron juntas hasta la cafetería, intentando evitar el festejo de los chicos, las otras personas también estaban muy animadas por ser el último día de clases.
