"tanto tiempo, tantas cosas, tantas personas y pensar que todo este tiempo yo solo te buscaba a ti."
le doy todos los créditos a la autora original de esta historia
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Después de aquella clase, Isabella había salido corriendo, prácticamente. Billie no la pudo ver debido que estaba en el entrenamiento de animadoras. Se lamentó puesto que en verdad quería volverla a ver, pero no pudo borrar la enorme sonrisa de los labios y sus amigas la veían, felices. Sabían que algo había ocurrido.
Al llegar a la casa sus padres le habían preguntado la razón de su felicidad y ella no contesto, solo les dió un guiño cómplice y fue hasta su habitación. Durmió escuchando música y casualmente todas las canciones de amor le recordaban a ella. Realmente Billie se sentía en las nubes.
A la mañana siguiente vistió una camiseta 3 tallas más que la de ella y sus short favoritos, dejando su pelo y flequillo caer libremente despeinado. Salió feliz para la escuela y en el aparcamiento se encontró con sus amigas.
Brooke la saludo con el mismo entusiasmo, casi desbordando corazones en por los ojos.
–Bueno días, Miller ¿Cómo despertarse?– preguntó alegremente mientras caminaban con sus amigas.
Riley y Grace las observaron, entretenidas.
–Todo bien, O'Connell. La vida es hermosa ¿No lo crees?– preguntó amarrandose el cabello con una coleta.
Sus mejillas estaban rojas por el frío mientras sonreía, en el mismo estado bobalicón que Billie.
–La vida siempre es bella.– respondió y las dos se sonrieron.
–¿Qué les sucede hoy?– preguntó Grace con una alegre sonrisa, mientras entraban en la escuela.
–Parecen más enamoradas de lo normal.– comento Riley, señalando las sonrisas tontas.
–No comprendo que hablan.– dijo Bee, haciéndose la desentendida.
–Yo tampoco.– comento Billie, siguiéndole el juego.
Fueron hasta el casillero de la rubia, acompañandola.
–¿Seguras?–
–Bueno, en realidad...– comenzó Brooke, sonrojándose, y se mostraba tímida –. Claire... bueno, ella me dijo algo importante.–
Todas sus amigas la miraron, expectantes. Billie le hizo señas para que continuará.
–Sucede que... durante este mes la he visitado varias noches a su casa, porque prácticamente es mi vecina del frente.– dijo y sus amigas asintieron. Billie aún recordaba cuando, en primer año, Brooke había llegado aterrorizada de que la chica que las fastidiaba viviera frente a ella. Ahora, era divertida la situación –. Ella últimamente siempre me pedía ayuda con los deberes, pero ayer no lo hizo. Me extraño mucho y me quedé en la ventana, esperando a que llegara.–
–Qué acoso, Bee.– dijo Billie, riéndose, y su amiga le dió un golpe amistoso en el hombro –. Sigue, sigue.–
–En fin. Ayer anoche, ella llego tarde y parecía haber estado tomando, sin pensarlo fui hasta su habitación y entre por la venta.– tomo un respiro, ya que parecía muy nerviosa con solo recordarlo –. Y bueno, si lo estaba. Hablamos, la cuide, le di un baño y no se en que momento, terminamos besándonos.–
