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El día fue normal

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El día fue normal. Hasta el momento nadie las había molestado y aquello era bueno, o eso pensó la ojiazul, hasta que llegaron a la cafetería durante la hora del almuerzo.

Llevaba la mochila en su espalda y hablaba con Brooke, intentando distraerla por si se encontraba con Claire.

Billie no había parado de sonreír en todo el día.

–Nosotras buscamos la comida y ustedes dos cuiden la mesa.– les dijo Grace guiñándole a Brooke, se fue con Riley, dejándolas a ellas dos.

–Bueno ¿Sabías que según Riley, Flint besa con lengua?– preguntó mientras se sentaban en una de las mesas, Brooke la miro alzando una ceja.

–Ya se lo que intentas hacer, Billie .– dijo acomodando sus brazos sobre la mesa, Billie abrió los ojos.

–¿Ah sí? Porque hablo en serio, es la palabra de la rubia contra la nuestra.–

–Descuida... yo aún no la he visto y cuando lo haga... igual la voy a ignorar.– dijo bajando el rostro y Billie la hizo alzarlo, sujetándola por la barbilla.

–Ambas sabemos que esa es una gran mentira.– dijo viendo cómo su amiga rodaba los ojos.

–Ella es una idiota.–

–Si, es una idiota.– repitió brina, sonriendo.

Durante estos meses Brooke le había hablado sobre Claire y habían tomado como terapia decir que era idiota, cada vez que se sintiera mal.

Hablaron durante un rato, hasta que sintió la voz de Archie en su oreja.

–Hola, rarita.– saludo, rodeándole el cuello fuertemente con el brazo, Billie tosió varias veces –¿No te gustaría comer con nosotros?–

–No... suéltame.– dijo apretándole el brazo, pero Archie no la soltaba.

–¡Déjala, idiota!– Brooke me dijo levantándose y queriendo darle una cachetada.

–Vamos, O'Connell. Todos te esperan.– agregó el chico, levantándose y arrastrando a Billie con el, la ojiazul parecía necesitar con urgencia respirar mientras la llevaban a la mesa.

–¡Oye!– le grito Brooke y los siguió.

–Aqui estamos.– dijo Archie sentando a Billie en la silla, junto a Gregory, aún rodeando el cuello de la chica.

–¡Billie, que sorpresa!– dijo Gregory riendo, al ver el rostro púrpura de la ojiazul. Billie apenas y podía respirar e intentaba soltarse del brazo de Archie alrededor de su cuello.

Observó que justo frente a ella estaba sentada Isabella, que la observaba con los ojos abiertos como platos y una notable preocupación en ellos.

–Archie, déjala en paz.– dijo observando con enojo a su novio, el se rió cínicamente.

–Amor, ¿no te das cuenta de que la rarita es una invitada mía? No le estoy haciendo nada.–

Billie no opinaba lo mismo y cerró los ojos por un momento, ya que se sentía tremendamente mareada.

–¡Suéltala, la estás ahogando!– grito Isabella y Archie la soltó con fastidio, Billie comenzó a toser.

–¡Cof, cof, cof! – se sujetaba la garganta mientras observaba de reojo a Isabella.

La pequeña castaña parecía querer acercarse para frotarle la espalda, pero todos estaban mirándola.

Isabella tuvo que resistir la urgencia de tocarla y apretar las manos sobre el regazo, sin dejar de mirar los ojos color azul.

–Bee...– murmuró Billie por debajo, pero no veía a su amiga. Logró encontrarla, al verla salir por la puerta de la cafetería, seguida de Claire.

Billie se preocupó e intento irse, pero Gregory le capturó la mano y la obligó a sentarse.

–¿A dónde vas, bonita? – le dijo sosteniendo una mano entre las suyas mientras Billie seguía tosiendo.

Isabella clavó sus ojos asesinos en Gregory y este de inmediato soltó la mando de Billie, sentía un frío helado recorrerle el cuerpo y podía jurar que eran por los fulminantes ojos mieles de Isabella.

–¿Ibas con tu novia?– pregunto Archie, riéndose, al ver lo pobre cara de Billie. Está comenzó a negar mirando a Isabella a los ojos, quería asegurarle que no tenía novia y al hacerlo, Isabella sonrió de forma alegre.

Archie se dió cuenta de eso y la llamo. –Amor, ¿sabes que te amo?– le dijo dándole un guiño y Billie hizo una mueca, quería irse.

Isabella no lo miro ni una sola vez y asintío, sonriendo. –Yo también te amo.– dijo mirando fijamente a Billie a los ojos, la ojiazul sintió la piel cosquillearle y el corazón en la garganta ¿Se lo estaba diciendo a ella?

Isabella, después de haberlo dicho, abrió los ojos y se sonrojó como una loca, agachó el rostro y comenzó a balbucear. –Yo... mmm... supongo... bueno... también... bueno... claro.– termino con la cara roja, Archie frunció el ceño, observando como las dos chicas se miraban.

–Bueno, rarita. Me contaron por allí, que estás enamorada.– comento Archie, burlón, y logrando que todos en la mesa soltaron un "Uhhhh". Isabella no la dejo de ver ni un segundo.

–Yo... bueno, no te importa.– dijo con el rostro sonrojado e intento irse de nuevo, Archie la tumbó por los hombros y la hizo sentarse.

–¿Quien es? Confiesa ¿Es Brooke?– pregunto burlón, observando a su novia con intención. Billie lo pudo ver, en los ojos chocolates había dolor.

–No y aún si fuera así tampoco te lo diría.– gruño para luego volver a ver a Isabella, la castaña le devolvía la mirada y no escuchaba a nadie más.

Archie ya estaba sintiéndose amenazado por la estúpida cara que hacia su novia al ver a Billie, no le gustaba la manera en que se miraban y su orgullo masculino estaba siendo dañado.

–¿No tienes amigas? Podrías lárgate de una vez.– le dijo irritado mientras iba al lado de su novia y se sentaba junto a ella, rodeándole los hombros con el brazo.

–Pero, tú...– comenzó confundida por su actitud y sus ojos azules se volvieron fríos, al ver el brazo del chico sobre Isabella.

Archie sonrió triunfante pero, no duró mucho, cuando Isabella se revolvió incómoda y se alejó un poco del chico, cortando el abrazo sobre su hombro. El la miro sorprendido y después con enojo a la causante de todo esto, que ahora sonreía.

–Quita tu asquerosa cara de mi vista, antes de que te la rompa en dos.– amenazó y Billie abrió los ojos, intentando por todos los medios levantarse.

–¡Archie!– lo reprendió Isabella, mirándolo con reproche y después volteo a ver a Billie, que ya se había ido, y soltó un suspiro.

Billie salió corriendo rápidamente de allí, para volver a su mesa ¿Que le ocurría a ese idiota? ¿Estaba en sus días o algo así?

Que bipolar, fue mucho para el gusto de Billie, que seguía un poco alegre por haber visto a Isabella. Lo mejor de todo era que está vez no le había insultado.

Tal vez, este logrará ser un gran año.

rivales: billie eilishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora