Isabella estaba muy alegre, más de lo que recordaba haber estado alguna vez. ¿Como no? Hace unos dos días, fue la noche del baile de invierno, fue el momento más emocionante y hermoso de su vida. Pasaron muchas cosas, ella terminó bebiendo, comiendo alegremente y felicitando a Claire y a Brooke por ganar como reinas del baile.
Aunque el acontecimiento principal de aquella noche, fue la declaración más tierna y hermosa que le había dado Billie O'Connell, su Billie. Bailaron juntas muchas veces, mirándose a los ojos con dulzura e ignorando las miradas curiosas de los otros compañeros. Sobra decir que también se dieron varios besos, Isabella amaba los suaves labios de la ojiazul.
Y no, no fue un sueño. Esa noche, después de que Billie la despidiera tímidamente frente a su casa, ella se lanzó un balde de agua fría para asegurarse de no estar dormida. En realidad, fueron dos baldes, para rectificar. Una nunca sabe.
Al día siguiente no lograron verse, para la desgracia de las dos chicas. Isabella tuvo que asistir a una reunión familiar y estuvo todo el día de muy mal humor. Arianna alzaba una ceja, riéndose un poco. Isabella evitaba mirarle a los ojos, como su hermana llegara a enterarse de lo sucedido con Billie, en cuestión de segundos toda la familia lo sabría.
Y lo que menos necesitaba era que sus padres se enteraran sorpresivamente, Jules seguro estaría montando una fiesta de celebración pero a William no le agradaría la idea. Preferiría decirles por su propia boca, cuando se sintiera preparada, o cuando Billie se dignará tener ovarios y fuera a la casa a hablar con sus padres.
El domingo fue lo mismo, Billie no podía dejar sola a sus padres, ya que querían almorzar juntos. Lo único positivo fueron los mensajes de texto que intercambiaron. Isabella sonrió al recibir el primero, preguntándose donde había encontrado su número la ojiazul. Sospechaba de una cierta amiga.
Y aquí estaban, un lunes, en el instituto. Ya a estas alturas, todos debían saber que entre Isabella Crawford y Billie O'Connell había algo. No eran amigas, aún no, eran mucho más. Isabella estaba sentada en una de las mesas del patio, mirando hacia el aparcamiento, esperando a cierta chica de ojos azules y sonrisa angelical.
–Estoy frustrada.– fue el comentario inútil que hizo la castaña.
–¿Por qué?– Claire estiro los brazos, ella también esperaba a Brooke.
–Hace dos días que me he besado con Billie y le dije que la amaba, no la he visto desde entonces.– su tono fue sarcástico, se cruzó de brazos, mientras movía la pierna. –¿Qué se supone que somos ahora?–
–¿Rivales con ciertas actitudes cariñosas?– la chica intentaba a la suerte con su chiste, vio los ojos chocolates asesinarla y alzó las manos. –No me mates, era broma. ¿No querrás dejar a Bee soltera, verdad?–
–Le haría un favor.– rodó los ojos.
–Pff, claro.– chistó con gracia, echándose el cabello hacia atrás. –Ya quisiera ella encontrarse otra novia como yo.–
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rivales: billie eilish
Romance"tanto tiempo, tantas cosas, tantas personas y pensar que todo este tiempo yo solo te buscaba a ti." le doy todos los créditos a la autora original de esta historia