Haitanis lover

¿Quién es ella?🤨

De un veloz movimiento Ran me da la vuelta baja sus pants, sube la falda y remueve mi ropa interior metiendo su masculinidad en mí.

-No pude resistirme y quise hacerte mía de inmediato -tapaba mi boca con una mano y con la otra me sujetaba de la cadera -. No vayas a hacer ruido hermosa.

Sentía el calor de Ran y como su miembro entraba con urgencia, frotándose en mi interior, excitando mi cuerpo que deseaba continuar hasta llegar al clímax, pero de repente.

-Hey ¿qué están haciendo en ese probador? -dijo irritada la mujer que aparentemente era la encargada de la tienda que de un jalón abrió la cortina y se sorprendió de encontrarnos de esa manera -. ¡SEGURIDAD!

-Mierda, Ari rápido toma tu ropa y vámonos -comentó Ran acomodándose el pants para después tomar mi mano y jalarme.

-La ropa la tienen que pagar, no huyan ¡seguridad! -continuó gritando la encargada -. ¡Seguridaaaad!

-Eso no es problema, quédese el cambio -Ran arrojó dinero al piso antes de que saliéramos completamente de la tienda, corrimos hasta estar totalmente fuera del centro comercial y en la calle nos fuimos caminando.

-Ran ya ves lo que ocasionas con tus ideas.

-Divertido ¿cierto mi amor?

-Estás loco -reí por sus locuras.

-Lo bueno que esa ropa te queda perfecta mi amor -coloca uno de sus brazos rodeando mis hombros.

-Aunque mi idea no era salir inmediatamente con ella puesta pero sí me gustó mucho.

-Así luces divina.

-Ran qué milagro que te dejas ver -dice a nuestras espaldas una voz femenina que tomaba a Ran del brazo que tenía sobre mí para hacerlo voltear.

-Suki, cuanto tiempo sin verte -dice Ran mientras se abrazan como saludo -. Te presento a Ari, mi novia.

Suki era una chica ligeramente más alta que yo; cabello naranja arreglado con una coleta, sus ojos color avellana, llevaba puesto un top negro, una chamarra oversize blanca con la cremallera abierta, un pantalón ceñido y tacones rojos.

-No sabía que ya tenías novia qué bonita es, hola mucho gusto soy Suki una muy buena amiga de Ran.

-Hola mucho gusto, soy Ari.

-Lo malo que me tengo que ir pero a ver qué día paso a tu depa Ran, si puedo hoy mismo lo haré -lo abraza nuevamente -. Y cuánto gustó me dio conocerte Ari, en otra ocasión espero platicar juntas -levanta su mano derecha despidiéndose de mí.

-Dime Ari mi amor ¿quieres ir a desayunar?

-Sí, creo que tengo un poco de hambre.

-De acuerdo, te llevaré a un lugar lindo.

Ran me llevó a un restaurante pequeño con una vistosa fuente con decoración floral a su alrededor, las sillas eran de madera al igual que las mesas; yo pedí unos hot cakes y un café con leche que los acompañara, Ran por su parte pidió un huevo sencillo y un café americano doble.

-Ran es una tristeza que ya no podamos regresar a esa tienda de ropa.

-Es tu culpa, preciosa.

-¿Por qué lo sería?

-Porque tú me sedujiste.

-Sólo te mostré como se me veía la falda y chamarra.