𝔻𝕒𝕕𝕕𝕪! - ℂ𝕙𝕒𝕟𝕘𝕚𝕟

𝟘𝟜. 𝔹𝕖𝕕𝕣𝕠𝕠𝕞

Sería sincero, la chica era linda.

Quizá una chica así no se deba desperdiciar sólo para torturarla.

Aun así, debe castigarla de alguna manera, sus padres lo intentaron estafar, pero, por alguna razón, sentía que la chica desconocía lo de sus padres y él.

-¿Jefe? ¿Entonces que haremos? -preguntó Christopher.

Vio como la chica volvió a hacerle ojos suplicantes.

-Llévala a mi habitación. Voy enseguida. -Entonces entre dos hombres sujetaron a la menor quien chillaba más. Se trataba de jalar para irse.

-¡No! ¡No, p-por favor! -Chillaba Jeongin.

Aun así, nadie hizo caso y la llevaron entre tres guardias hacia otro piso más arriba.

La llevaron a una habitación bastante grande, para cuando se dio cuenta, la dejaron sola. Parecía muy fina y muy cara junto a todas las cosas que ahí había.

En eso, se abre la puerta y entra el mismo hombre, Changbin. Pero está vez, Jeongin siente más desconfianza, así que se hace hacia atrás.

Éste lleva un cigarro que cala cada cierto tiempo. Lleva también un par de papeles en la mano que va leyendo a la vez que la analiza.

-Así que... ¿Yang Jeongin? -La fémina lo ve sorprendida, ¿cómo sabe su nombre? -Responde, te llamas Yang Jeongin, tienes 16 años, estudias en la ********. Tus padres son Yang **** y Yang ****. Oh, y a los 8 años te detectaron autismo, a los 10 tartamudez neurogénica* y a los 12 miopía ¿Cierto o falso?

-Y-yo... ¿C-cómo lo sabe...? -preguntó con más miedo.

Changbin sonrió y le dio una última calada al cigarro antes de tirarlo en el piso y aplastarlo. Dejó los papeles en una mesita de noche al lado de la cama. Se acercó a ella, pero ésta sólo se hacía más a atrás.

-Aquí tú no haces las preguntas, linda. Yo las hago. Y me gustan que me respondan bien, no con otra pregunta. ¿Entendido? -Por fin la acorraló cuando chocó con la gran puerta de vidrio del balcón.

Jeongin, bastante asustada, asintió frenéticamente.

-Bien, me gusta así... -Sonrió. -Dime, ¿tú sabías de la deuda que tenían tus padres conmigo?

-N-no sé de qué deuda habla, señor... M-mis padres tenían muchas d-deudas. -Respondió apenas. Sintiendo unas inmensas ganas de volver a llorar por el miedo.

-Bien... Quizá no te hablaron de una deuda que tenían con la mafia... ¿tal vez? -Jisung negó.

-¿Me mientes, Yang Jeongin? ¿O me estás diciendo la verdad? -Acercó su boca a su oído. -No me gusta la gente mentirosa.

Jeongin se estremeció y no respondió por el miedo. Comenzó a llorar.

No le estaba mintiendo, podía jurarlo. Pero estaba tan asustada de él que no pudo responder.

Changbin no sospechaba que estuviese mintiendo, pero quería jugar un poco con ella.

La tomó de las caderas y la tiró a la cama que justo estaba al lado de ellos. Se subió encima de ella sin aplastarla.

-¿Por qué no respondes, bonita? ¿Me estás mintiendo, mmh?

Comenzó a pasar sus manos por su cuerpo. Sus manos subieron de su cadera a su cintura, en la que se sorprendió un poco al notar lo pequeña que era ésta. Subió más hasta sus tetas medianamente grandes.

Jeongin no sabía que estaba haciendo el hombre. ¿Por qué la tocaba?

-Te dije que me gustaban las respuestas, linda. Dime, ¿me mentiste o me dijiste la verdad? -Sus manos bajaron hasta el borde de la camisa. Metió sus manos bajo la misma y notó lo suave que era su piel. La acarició de nuevo y volvió a subir sus manos hasta sus tetas. Lo único que impidió su toque fue su sujetador.

-Créeme que tendrás una recompensa muy satisfactoria si respondes, cariño.

Jeongin pensaba qué diablos trataba de hacer con su cuerpo aquel hombre y por qué no le estaba disgustando.

Tartamudez Neurogénica: Puede ocurrir después de un ataque al cerebro, un trauma a la cabeza u otro tipo de lesión al cerebro. Con el tartamudeo neurogénico, el cerebro tiene dificultad en coordinar las diferentes regiones del cerebro que participan en el habla. Esto resulta en problemas para producir un habla clara y fluida.