𝟚𝟙. 𝕄𝕚𝕤𝕥𝕒𝕜𝕖 (ℝ𝕖𝕒𝕤𝕠𝕟𝕤 𝕎𝕙𝕪 𝕡𝕥. 𝟛)

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Changbin se encontraba tomando copa tras copa en aquel bar.

Desde que llegó no ha parado de beber y es que nuevos pensamientos y dudas iban llegando cada vez más a su cabeza.

¿Qué haré con Yang Jeongin?, ¿Por qué aún no la había asesinado?, ¿Qué era aquello que sentía en su pecho cada vez que la veía?, ¿Cuál era la obsesión que tenía con besarle sus labios rosas?, ¿Por qué le gustaba tanto oír su voz?, ¿Por qué se molestó tanto del video con el chico con el que se abrazaba?, ¿Qué era lo que estaba sintiendo por ella...?

No sabía la respuesta de ninguna de ellas y eso le frustraba más, porque todas se trataban de Yang Jeongin.

—Que sorpresa encontrarnos de nuevo, señor Changbin... —Dijo de repente una voz seductora a sus espaldas a lo que él volteó rápidamente sacando su arma.

—Wow, wow, tranquilo Seo. Soy yo, tu exsocia Sheila. ¿Ya me olvidaste tan pronto acaso? —Fue bajando lentamente el arma de su rostro para acercarse y sentarse justo al lado de Changbin con sus piernas cruzadas y se levantó un poco el vestido que de por sí ya era corto de manera "disimulada" y volvió a mirar al menor que ya había guardado el arma.

—¿Qué no has entendido? Nuestro contrato terminó hace casi un mes, supéralo y supéranos. —Dijo tosco y le dio un trago a su whiskey. —Vete. Te dije que tengo nuevos proveedores de mercancía y tu cuerpo ya me da bastante igual.

Sheila hizo una mueca.

Desde aquel día que rompieron el contrato se había vuelto loca. Se había enamorado de Changbin, pero se obsesionó tanto con tenerlo sólo para ella que comenzó a seguir todos sus pasos desde entonces, aunque si bien ya lo hacía antes, ahora lo hacía de mucho más cerca.

Investigaba que negocios hacía, con quién los hacía, a dónde iba. Incluso contrató un espía que se infiltrara a la mansión y se haga pasar por guardia de seguridad para ver todos los movimientos que el otro realizaba en su propia casa, y claro, lo que hacía con Yang Jeongin.

La mocosa la había vuelto loca. Cada vez que su espía le daba los informes sobre esta y Changbin cuando estaban juntos y le decía lo cariñosos que eran el uno con el otro le hervía la sangre. Se supone que Changbin no se enamoraba, se lo había dicho la primera vez que se confesó, pero parecía realmente enamorado de Yang.

Esa noche lo probaría, si era cierto que estaba enamorado de Jeongin y a ella la odiaba, un poco de droga alucinógena en su bebida y ella actuando como Jeongin debería probar que Changbin sabe diferenciar entre las dos.

—Oye, tú —Apuntó al mesero para que se acercara a ellos. —Tráeme una botella de Vodka, rápido. —Dijo con molestia. Pondría en marcha su plan, cuando le sirvieran a Changbin, obligaría al mesero a echarle las drogas en su сора.

—Changbin, yo no he venido a engatusarte como piensas. Sólo que de casualidad nos encontramos. Vamos, al menos brindemos una sola vez, festejemos a tus nuevos proveedores y a tu nueva pareja, ¿la que se llamaba Yang Jeongin, verdad? —Justo en eso llegó el mesero con la botella.

Changbin viró los ojos. Sheila lo vio distraído en sus propios pensamientos y aprovechó para decirle al hombre que estaba sirviendo.

—Si no quieres perder tu empleo, más te vale ponerle esto al trago. —Le deslizó aquella bolsita con las pastillas de colores. Aquel hombre se asustó y de inmediato acató su orden, poniéndole eso a una de las copas.

Se retiró y Sheila llamó la atención de Changbin.

—¿Brindamos entonces?

—¿Si digo que sí me dejarás tranquilo? —Preguntó enfadado. La otra asintió y le dio su copa. Lástima que estuviera lo suficientemente ebrio para no darse cuenta de que su bebida burbujeaba.

Chocaron las copas. Sheila viéndolo atentamente y Changbin centrado de terminar de un solo trago.

Entonces cogió su abrigo y se paró dispuesto a irse.

—Con permiso, Sheila. —Extrañada la mencionada se paró también para dejarlo pasar. ¿Acaso no había tenido efecto el alucinógeno?

Y cuando Changbin empezaba a caminar se agarró rápidamente de una mesa. Su cabeza le dolía demasiado y a vista se le nublaba. Dos de sus guardaespaldas que se encontraban ahí trataron de sostenerlo, pero Sheila apareció y los apartó. Sonrió con malicia, la droga estaba funcionando.

¿Papi Changbin? ¿Está bien? —Preguntó con sorna. Estaba tratando de sonar como Jeongin para que el otra cayera ante ella. Y Changbin volteó sorprendido, creyó escuchar la voz de Jeongin y para cuando vio la figura de la mujer enfrente, por alguna razón vio el rostro de Jeongin algo borroso. De por sí el alcohol le había nublado la vista.

—Yo... Princesa, ¿q-que haces aquí? — Se acercó hacia ella tomándola de la cintura.

Eso no importa, papi. ¿Qué tal si vamos a casa? —Preguntó con fingido tono inocente.

Ella sabía desde el principio el viaje que tuvo Changbin de 5 días. Sabía que Jeongin estaba sola y lo estaba esperando por lo que su trabajador le había dicho. Sabía que Changbin fue a aquel bar cerca de su mansión y había estado bebiendo desde el día anterior. Lo supo todo, fue un meticuloso plan el que estuviera ahí, sólo porque quería tenerlo de nuevo.

 Lo supo todo, fue un meticuloso plan el que estuviera ahí, sólo porque quería tenerlo de nuevo

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Weon, siento ganas de llorar al transcribir esto

Créditos de la historia a Stephen_Kats

𝔻𝕒𝕕𝕕𝕪! - ℂ𝕙𝕒𝕟𝕘𝕚𝕟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora