Jeongin había estado pasando esta última semana bastante decaída.
Luego de su último castigo, aparte de que quedó muy adolorida del trasero, al despertar no vio a Changbin y al buscarlo resulta que había salido de viaje.
Y era peor porque su castigo fue simplemente sin contexto alguno. Changbin nunca le dijo el por qué la castigaba, fue demasiado rudo hasta hacerla sangrar, y se fue en cuanto se quedó dormida. Y no había regresado dese hace una semana y no ha recibido noticias sobre él.
Pensaba qué pudo haber hecho mal para que la castigara porque de verdad estaba enojado. O si, tal vez, sólo tal vez, lo que aquella mujer le había dicho antes, era cierto y ya la había abandonado. Era inevitable sentir la inseguridad después de esa mujer y más ahora por Changbin.
Esos pensamientos la inundaron por días en lágrimas por las noches. Ella sabía que Changbin salía por cosas de su trabajo peligroso, pero, siempre las inseguridades estaban ahí.
Así que pensaba hacer algo para cuando regresara. Como la vez que le hizo un pastel. Ahora no sabía que podía darle o hacerle, ya que no sólo sería un "regalo" (por decirlo así) de bienvenida, sino también para que ya no esté enojado con ella.
Así que ahora le estaba preguntando a su reciente amiga Sana que podría hacerle mientras ésta limpiaba la mesa en donde Jeongin sólo jugaba con la comida.
-¿Entonces qué quiere hacerle? Es que si no me dice no le puedo dar ideas. -Renegó la mayor.
-Pero... e-es que no sé, p-por eso es que le e-estoy pidiendo i-ideas, U- unnie -Suspiró.
-Bien, pues puede volver a hacerle un pastel, hacerle la comida, ponerse más linda para él. No lo sé, señorita. -Intentó dar ideas, pero, siendo sinceros, ¿qué le regalarías a un mafioso que lo tiene todo y podrá tenerlo todo cuando quiera?
-¿C-cómo es eso... d-de ponerme más li-linda para él? -Preguntó curiosa. No sabía exactamente que conllevaba aquello.
-Oh, bueno, pues cuando llegue el jefe Changbin ponerse, no sé, tal vez un vestido o maquillarte o yo qué sé, ponerte una lencería, ¡no sé! -Suspiró.
-O-oh... P-pero no tengo v-vestidos y no sé qué es l-la l-lencería... -Respondió cabizbaja.
-Yo puedo prestarle si eso teme. Vestidos, claro. Pero ¿cómo es eso de que no sabe qué es la lencería? ¿Changbin y usted no lo han hecho ya? Porque él se ve que es del tipo que le gustan esas cosas... -Decía ya sin ninguna vergüenza.
-¿Ha-hacer qué, unnie? -Preguntó aún más desconcertada.
-Pues tener sexo, ya sabe, no me diga que no sabe a lo que me refiero. -Jeongin se sonrojó hasta las orejas.
-¡Y-yo y mi p-papi nunc-a he-hemos hecho e-esas cosas, S-sana unnie! -Dijo muy tímida. Ella sabía qué eran las relaciones sexuales y lo que conllevaba por las cosas que veía en su escuela y por muchas cosas que decían sus compañeros después de las pláticas sobre aquellas cosas. Pero por eso también, es que para ella esos actos son un tabú para tocar en las conversaciones, y parece que Sana no sabía de aquello.
Pero la mayor se echó a reír. -¡Que tímida se puso, señorita! Tiene la cara toda roja. Lo siento, no volveré a tocar el tema tan explícitamente... - Siguió riendo un poco más.
-¡Y-yo...! -¿Para qué rezongar? Simplemente dejó eso ahí y siguió. -Está b-bien que me preste sus ve-vestidos. Pero sig-o sin saber qué es la l- lencería...
-No sabría explicárselo, tendría que llamar a alguien para que le traiga esas cosas y las vea usted misma. Puedo pedírselas a alguien más si quiere. -Sugirió.
-Ok... P-pero, no sé c-cuándo volverá m-mi papi C-changbin-Su semblante se hizo un poco más triste y la otra lo notó.
-Mmm, ya veo... Bueno, ¿sabe? No quería decírselo porque no me ordenaron hacerlo, pero recibí un anuncio del señor Christopher. Decía que puede que Changbin llegue hoy, muy entrada la madrugada. -Inmediatamente su mirada y semblante cambiaron a uno más feliz.
-¡¿En s-serio?! ¡Qué bien! ¡N-necesito ha-hacerle algo ya! -Saltó de su asiento con entusiasmo. -¡¿Puede p-prestarme sus vestidos y-y encargar las c-cosas esas que dic-e, unnie?! -La tomó de los hombros y la sacudió un poco, al final la otra sintió con una sonrisa.
Entonces Jeongin se fue a paso rápido hasta la habitación, soltando chillidos muy emocionada de que Changbin regrese, no espera poder decirle cuánto lo extrañó. Tal vez le volvería a preparar no la cena, pero el desayuno para cuando despierte. Tal vez estará muy cansado, así que le daría muchos besitos si al mayor no le molestaba, todos lo que quisiera.
Oh, ingenua Yang Jeongin.
Créditos de la historia a Stephen_Kats
Cada vez falta menos. Digo, aún faltan varios capítulos, pero se me hacen pocos.
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𝔻𝕒𝕕𝕕𝕪! - ℂ𝕙𝕒𝕟𝕘𝕚𝕟
FanfictionDonde para saldar una deuda con un mafioso importante, los señores Yang deciden entregar a su hija de 16 años, Jeongin, a el gran y sanguinario señor Seo Changbin. • Adaptación. • La historia pertenece a @Stephen_Kats. • Historia corta. • Changbin...