𝟚𝟟. 𝕊𝕨𝕖𝕖𝕥

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Jeongin despertó lentamente.

Lo primero que vio frente a ella fue el rostro dormido de Changbin. Pero, algo andaba mal. El ángulo desde que lo veía era de ella... ¿¡encima de él?!

Se sonrojó hasta las orejas y se levantó un poco, al menos para ver bien la situación:

Sus piernas estaban a cada lado de la cadera del mayor; su cara anteriormente estaba en su pecho al igual que sus brazos alrededor de su cuello.

Suspiró. Claro, ella cuando dormía se movía como loca, especialmente si estaba Seo ahí, ya que siempre buscaba abrazarlo y terminaba siempre aferrada como un koala a su espalda. Supuso que pasó lo mismo, pero esta vez, de alguna manera terminó sobre él.

Vio lentamente por la ventana que se encontraba empapada, era de noche y hacía una lluvia un poco fuerte; lo único que alumbraba era la lampara que estaba en la mesita de noche que probablemente alguna mucama habrá ido a encender. Parece que durmieron por un buen rato.

Lentamente quiso bajarse de su cuerpo, pero Changbin se removía, y no quería despertarlo.

Luego sintió como loas brazos de Changbin recorrieron todo su cuerpo hasta su cintura. Sus intentos de no despertarlo fueron en vano.

—Buenos días, Jeongin... —Dijo con esa voz ronca que a la menor le encantaba. Se sonrojó un poquito por aquello.

—N-ni siquiera es de dí-a —Dijo y señaló con la cabeza la ventana en la que también se veían las gotas de lluvia caer.

—Pues al menos hubieras dicho "buenas noches", no ser tan grosera. —La fémina de pronto se sintió mal por hablarle así. —Mmh, —Suspiró —Te preguntaría cómo amaneciste, pero, por lo que veo, fue encima de mí.

Jeongin se sonrojó estruendosamente.

—N-no, yo n-no... N-no fue a-a-apropósi-to y-yo... ah, n-no sé cómo... —Revolvió todas las palabras, claramente más nerviosa, a lo que Changbin soltó una carcajada.

—Tranquila. Es sólo que no te sentí como un peso, ¿sabes? Quiero decir, no me incomodaste o algo así al dormir. Parece que a ti tampoco te incomodó, porque hasta llenaste de saliva mi camisa. —Fue cuando Jeongin se dio cuenta de la pequeña mancha húmeda que delataba su saliva.

—L-lo siento, lo s-siento. —Se disculpó de manera apresurada. —Bue-bueno, ¿n-no vamos a d-desayunar...? ¡Q-quiero decir ce-cena, sí, e-eso! —Dijo nerviosa y removiéndose sobre el mayor, tratando de pararse, pero los fuertes brazos sujetándole la cintura hacían que terminara... restregándose.

—Agh —Jadeó —E-espera Jeongin... —Y por su rostro un poco sonrojado, la fémina se dio cuenta lo que había hecho, así que se detuvo abruptamente.

Se había terminado frotando con Changbin, lo peor era que lo podía sentir, un pequeño bulto rozaba contra su parte intima.

Se quedaron observándose el uno al otro, Changbin con un ligero sonrojo y Jeongin roja como un tomate.

Entonces, Jeongin decidió mandar todo a la mierda. Tal vez se arrepentiría luego, tal vez no, pero lo hizo.

Se lanzó hacia los labios del mayor para iniciar un beso desesperado.

Al principio Changbin estaba sorprendido, incluso apartó un poco a la fémina.

—J-jeong... —Habló, pero la mencionada volvió a lanzarse hacia sus labios, iniciando de nuevo el beso. Changbin lo entendió entonces, debería dejar de preocuparse por eso, al menos en ese momento, porque ambos lo querían.

El beso era el más desesperado que se hayan dado. Sus lenguas se encontraban explorando la cavidad del contrario, tratando de probar la mayor parte del otro. Suspiros y chasqueos de sus lenguas se escuchaban combinados con el sonido de la lluvia.

𝔻𝕒𝕕𝕕𝕪! - ℂ𝕙𝕒𝕟𝕘𝕚𝕟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora