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El jueves de esa semana, Noeul trató de no pensar que se celebraba. Desde que despertó había hecho todo lo posible por mantener su mente ocupada y, de esa forma, empezó a hacer su rutina mañanera. Pero; en cuanto llegó a la cafetería de siempre, Yiwa —la chica que mayormente estaba atendiendo en el turno de la mañana— le hizo aquella pregunta que había tratado de evitar.

—Fort y tú estarían cumpliendo otro mes de novios hoy, ¿cierto? —No respondió y la chica supo que realmente había metido la pata al preguntarle aquello al alto.— Lo siento, yo no...

—No importa, sé que no lo hiciste con esa intención —Noeul trató de sonreír, de verdad lo intentó pero en su rostro apareció una mueca que no pasó desapercibida para la chica, razón por la que ésta se dio un leve golpe en la cabeza con su mano—. ¿Por qué haces eso? —preguntó preocupado y ella solo bajó la mirada algo apenada—. De verdad, está bien. No tienes que ser dura contigo misma.

—Bueno, sé que es triste para ti recordar que podrías estar cumpliendo otro mes con Fort si él no... bueno, ya sabes y... rayos. En serio creo que estoy siendo demasiado habladora, uhm... ¿vas a querer lo mismo de siempre? —Le preguntó tratando de cambiar de tema. Noeul solo asintió en respuesta y espero en completo silencio a que la chica le diera su orden. Una vez fue así, el alto sacó su billetera y le tendió un poco de dinero pero ella se negó—. Yo lo invito, tómalo como... un pequeño detalle por ser algo torpe hace unos minutos.

—Pero... no es justo. Es tu trabajo y, perdón si puedo sonar grosero o algo parecido, no necesito tu lastima, Yiwa —tomó la mano de la otra y le dio amablemente el dinero—. Gracias y espero tengas un buen día.

—Gracias a ti y Noeul... —lo llamó; en cuanto vio que estaba a punto de salir del local, y el más alto volteó a verla—, de nuevo, lo siento.

—Descuida —ahora sí había sonreído y la chica lo imitó al ver que era de manera sincera.

Noeul creyó; antes de pisar la sala de profesores, que Yiwa sería la única en preguntarle eso, que era la única persona ajena que se había acordado de su aniversario con... el difunto Fort pero; o todos se habían puesto de acuerdo o en verdad lo habían recordado, sus compañeros igualmente le preguntaron. Era como uno de esos días que tú te proponías a hacer algo pero terminaban pasando cosas completamente opuestas a lo que querías... sí, Lee empezaba a creer que sin duda era uno de esos días. Solo que ese era un poco más triste.

El día de su "mes aniversario" con Fort... pero; por supuesto, sin Fort Thitipong.

No iba a llorar, o al menos no lo hizo hasta que llegó al departamento.

Sean; al escuchar la puerta abrirse, se dirigió hasta él de manera alegre pero —aunque no pudiera decírselo a Noeul— el también se sintió triste de ver a su amo llorar. El más alto empezó a acariciarlo una vez que éste se le acercó, el único con quien compartía aquel lugar ahora y después de unos largos minutos; en los que estuvo desahogándose, supo que debía dejar de vivir en aquel departamento.

Aunque era una de las cosas más difíciles que haría, estaba claro que sería lo mejor para él.

El chico perfecto para mi ex // Bossnoeul - FortNoeulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora