El chico perfecto para mi ex // Bossnoeul - FortNoeul

09

Noeul llegó molesto al departamento.

Quería golpear algo, la pared aunque fuera pero sabía qué; si llegaba a hacerlo, Sunny podría asustarse y, posiblemente, empezaría a llorar. Cosa que no sería buena en ese momento, menos porque tardaría en hacer que se calmará.

—Ese idiota, ¿quién se cree que es? —murmuró más para sí mismo y suspiró pesadamente—. Será mejor que no le de muchas vueltas a este asunto por ahora —pasó una mano por su cabello y miró a su pequeño sobrino, quien ahora se encontraba jugando con sus carritos en el suelo y Sean se encontraba a un lado observándolo.— Sunny —lo llamó y el nombrado volteó a verlo—, ¿te gustaría comer algo de ramen?

—Mami no me deja comer ramen, dice que es malo —respondió y el alto hizo una mueca al escuchar eso, no se le ocurría otra cosa que pudiera ofrecerle de comer a Sunny que no fuera algo de ramen. Y eso que usaría la estufa por primera vez, ya que; normalmente, Fort era quien se encargaba de hacer el almuerzo.

—Bueno, Nara no tiene por qué saberlo, ¿cierto? Será... algo así como nuestro pequeño secreto —trató de convencerlo y el infante lo miró con curiosidad.

—¿Qué es eso? —Y ahí se dio cuenta que sobrino nunca le había mentido a sus padres y que James había hecho un buen trabajo en no enseñarle a mentir, aunque posiblemente eso empezaría a ser diferente a partir de ese día.

—Es cuando no le dices la verdad a algunas personas, mayormente a quienes te importan, solo para no decirles algo que las pueda hacer sentir mal pero; debes entender, nunca debes hacerlo. Es malo —aclaró y Sunny lo miró confundido.

—Y si no debo hacerlo, ¿por qué tú me dices que no le diga a mis papás lo que comí?

—Bueno, sin darte cuenta, tus papás no te han dicho ciertas cosas que tú crees.

—¿Cómo cuáles?

—San... —y se cayó de repente. ¿Quién era él para arruinar las cosas que su sobrino creía con tal de que entendiera el significado de secreto? Además, si llegaba a decirle a Sunny que Santa Claus, el hada de los dientes y el conejo de pascua no existían... debía prepararse para cuando James lo matará con sus propias manos.— Lo sabrás algún día —fue su respuesta y pasó una mano por su nuca—. Entonces... ¿te gustaría que ordenara algo de pollo frito y lo comamos mientras vemos un poco de televisión?

—¡Sí! —Dijo alegremente y Noeul tomó el teléfono para empezar a marcar el número de aquel lugar donde hacen; a su parecer, el mejor pollo frito de la ciudad.— ¿Me dejas darle algo de pollo a Sean?

—No —se puso el teléfono cerca del oído y vio como Sunny le hacía un puchero. Todo con la finalidad de que le dejará alimentar a Sean con el pollo—. El tiene su propio alimento, ¿recuerdas? Lo compramos antes de venir —le recordó y Sunny se cruzó de brazos. Noeul apartó la mirada del infante y, una vez lo atendieron, indicó que tanto quería de pollo y la dirección en la que queda el edificio—. Gracias, lo estaré esperando —dejó el teléfono en su lugar y volvió a mirar a su sobrino. Quien; sorpresivamente, se había quedado en silencio por casi tres minutos—. Oye, no te enojes conmigo. Es solo que... Sean no puede comer eso —trató de convencerlo de que se le olvidará aquella idea de darle pollo a su nueva mascota—. Ahora, si te portas bien el tiempo que te queda conmigo el día de hoy, prometo que le diré a tu padre que te compré un helado. ¿Está bien?

—Bien —automáticamente, una sonrisa apareció en el rostro de Sunny y se sentó en el sofá—. ¿Puedo encender la televisión?

—Claro, ¿por qué no? —Vio como Sunny prendía la tele con el control remoto y cambiaba varias veces los canales, buscando algo que realmente le gustará.