El chico perfecto para mi ex // Bossnoeul - FortNoeul

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Noeul se despertó un poco más temprano que de costumbre y no necesitaba que alguien le recordará a que se debía, era más que evidente que estaba algo emocionado de ver a Boss y, por más que tratará de repetirse que estaba bien salir con otras personas, por un lado se sentía algo decepcionado de sí mismo.

Se vería con otro chico cuando apenas se cumplirían dos meses del fallecimiento de Fort y fue ahí cuando empezó a regañarse mentalmente. Era claro que aún era demasiado pronto para estar saliendo con alguien y, aún más confundido que antes, no quería creer que su "salida" con Boss fuera a ser solo de conocidos. Quería que fuera una de esas veces en la que te ves con una persona porque te interesa conocerla más y definir que serán exactamente después de un tiempo.

Negó mentalmente y se levantó de la cama.

No quería pensar por ahora en Fort ni en las personas de las que sospechaba. Quería tener la mente distraída, porque claramente aquello le traía varias emociones que prefería evitar por el momento y, por supuesto, quería tomarse un descanso de toda la situación.

—Despiertas temprano —afirmó James una vez lo vio parado fuera de la puerta del baño. Su hermano menor siempre se despertaba temprano debido a que entraba a trabajar a las siete de la mañana y, para estar siempre puntual, debía despertarse como mínimo una hora y media antes para dejar a Sunny con Nara; en el trabajo de ésta, en lo que las clases de su hijo empezaban—. Eso es algo nuevo —rio un poco y salió del baño mientras secaba su cabello con una toalla—, ¿a qué se debe? —Noeul no estaba del todo seguro si contarle a su hermano pero; al final, se lo dijo.

—Voy a verme con alguien.

—¿Alguien? —James parecía algo confundido—. ¿Alguno de tus amigos?

—Solo alguien a quien no llevó mucho de conocer —aclaró y vio cómo su hermano le sonreía ampliamente—. ¿A qué se debe tu gran sonrisa? —Preguntó; también sonriendo, y su hermano puso una de sus manos sobre su hombro.

—Me alegra que conozcas a nuevas personas, Noeulie —lo abrazó. Dándole a entender a Noeul que estaba orgulloso de él por salir adelante y, también, que no debía seguir estancado en lo que había sucedido—. Debo arreglarme, no quiero llegar tarde al trabajo.

—Sí, ahm... yo también debo arreglarme —cada uno entró a distintas partes de la casa. James a su habitación y Noeul al baño para darse una rápida ducha y rasurarse un poco de la barba que empezaba a crecerle.

Una vez salió del baño y entró a su habitación para vestirse, Noeul buscó una ropa con la que pudiera sentirse cómodo y presentable. No estaba seguro del código de vestimenta que debía usar en una ocasión como esa pero; al recordarse que después de hablar con el azabache debía entrar a trabajar, al final optó por ponerse un pantalón de mezclilla negro y una camisa blanca. Después de haberse colocado los zapatos, se aseguró que su mochila estuviera lista con las cosas que llevaba siempre al instinto para trabajar y bajó a la cocina una vez se sintió tranquilo de que todo se encontrara ahí dentro.

—Mi tío Noeulie despertó temprano —informó Sunny con emoción y el nombrado le dio un fuerte abrazo una vez que el infante se le acercó—. Me llevarás hoy a la escuela, ¿verdad?

—Me gustaría pero tengo cosas que hacer, ¿qué te parece si te lo compensó en la tarde? Veremos la película que tú quieras y comeremos muchos dulces.

—No, nada de dulces —dijo Nara con una mueca y dejando un plato con desayuno sobre la mesa.

—¿Por qué no? —Preguntó el pequeño haciendo un puchero.

—Sí, ¿por qué no? —Preguntó de igual forma Noeul.

—Se pone hiperactivo cada vez que come dulces, ¿lo olvidas? —le recordó la chica al alto y su boca se torció haciendo una mueca.