manhwa

31

—¿Estás bien, Hyunjin?

Hyunjin parpadeó, viendo el rostro extrañado de su hermana. Correcto, ya estaba en casa. Después de despedirse de Seungmin en la estación, todo lo demás se sintió como un borrón. Ahora, parado en la puerta de su casa, con los labios hormigueando, su corazón acelerado y su hermana preocupada, se preguntó si Seungmin y él eran... algo.

—¿Vas a entrar o te vas a quedar ahí parado?

Eran amigos. Muy buenos amigos, por supuesto, pero por más cercanos que sean, ¿los amigos se besan?

—Huh... ¿no? No lo sé, ¿algunos? —la respuesta a la pregunta en su mente lo sobresaltó— ¿Te besaste con Minho o algo así?

—¡No! —arrugó su nariz ante el cuestionamiento de Yeji— No te metas en lo que no te incumbe. —pasó a un costado de su hermana, entrando a la casa y caminando a su habitación con una sensación de ansiedad. Yeji no debía saber. No.

—Disculpa, me incumbe desde que te encontré parado como idiota en la puerta sin moverte y haciendo preguntas estúpidas. —Yeji lo siguió a paso apresurado, escabulléndose en su habitación antes de que pudiera cerrarle la puerta en la cara— ¿A quién besaste? ¿Es alguien que conozco?

—No quiero hablar de eso contigo. —la miró receloso antes de darle la espalda, dándose cuenta apenas que no llevaba su mochila— Vete a tu habitación o busca alguien más a quién molestar.

—Entonces es alguien que conozco. —la chica chasqueó los dedos, tratando de pensar— ¿Fue ese chico bonito? Huh... ¿Seung? —Hyunjin se crispó y comenzó a mover sus manos ansioso, buscando algo que tomar para calmar su nerviosismo al verse descubierto— Oh mi- ¡lo besaste!

—N-no, —negó con la voz temblando, dándole otra mirada irritada— te dije que te fueras.

—¿Qué te sucede? No me voy a ir de aquí hasta que me digas. —Yeji se sentó en su cama, cruzando sus brazos— ¿Están teniendo problemas por eso?

—No...

—"No, no, no". —dijo, imitando su voz— Vamos, Hyun, necesito una respuesta que no sea "no".

—No quiero hablar de mis cosas contigo, Yeji.

—¿Por qué no? —su hermana lo observó herida, levantándose de la cama para mirarlo a los ojos— ¿No confías en mí? —Hyunjin la miró conflictuado, una mueca indecisa en su rostro— Está bien, entiendo. —soltó un suspiro, dando unos pasos atrás— Yo sé que no nos llevamos bien la mayoría del tiempo y que suelo molestarte mucho, pero me preocupo por ti, no quiero verte mal.

Yeji le dio una última mirada antes de caminar a la puerta de la habitación; sus ojos llenos de pena y su bonito rostro decaído. El corazón de Hyunjin se apretó con arrepentimiento. Un suspiro pesado se escapó de sus labios antes de detener a Yeji.

—¿Cómo... —comenzó, inseguro— ¿Cómo sé si soy especial para alguien?

—¿Especial? —la chica devolvió toda su atención a él, sus ojos aún penosos pero curiosos— Como, ¿mejor amigo?

—Como algo más que mejor amigo. —sus mejillas se sonrojaron al recordar su atrevimiento, el sabor al bálsamo volviendo a su paladar.

—¿Te gusta Seung?

—S-sí... —Yeji se sintió enternecida al ver a su hermano tan nervioso después de afirmarlo, con sus orejas rojas y ojos ansiosos, pero eso era algo que nunca iba a decirle.

—Y quieres saber si siente lo mismo por ti, ¿verdad? —Hyunjin asintió— No le molesta que lo beses, ¿o sí? —Hyunjin negó— Pero no te ha dicho que le gustas... —negó de nuevo— pero tú tampoco se lo has dicho. —otra vez una negación— ¿Ya lo invitaste a una cita?

—Aún no...

—No me extraña que estés tan inseguro de si le gustas o no, se han besado, ¡pero no han tenido ni una sola cita!

—Yo no sé nada de citas.

—¡No necesitas ser un experto en citas para invitarlo a una! Cuando lo invitaste al evento de baile no fue una cita cita pero lo podría haber sido, solo era cosa de darle un nombre. —Yeji se apresuró a buscar lápiz y una libreta. Una vez con ambos objetos en mano, se dirigió a la alfombra y se sentó ahí, jalando a Hyunjin con ella para que quedaran frente a frente— ¿Sabes qué cosas le gustan? ¿A qué lugares prefiere salir? ¿Su comida favorita? ¿Sus flores favoritas? ¿Le gustan los animales de peluche? ¿Prefiere mañana, tarde o noche?

—Yeji... Espera-

—Dímelo todo y te ayudaré a planear la cita perfecta.