manhwa

22

Seungmin movía sus pies nervioso. Llevaba aproximadamente diez minutos esperando a Hyunjin en la entrada de la facultad de danza y cada vez se sentía más fuera de lugar.

Su cabello, ahora negro, estaba estratégicamente peinado para lucir aún más "adorable" -palabras de Yuna, no suyas-, un par de broches de colores lo decoraban y hacían resaltar su esponjosidad. Llevaba un enorme suéter color rosa -que pertenecía a Jeongin- arriba de una camisa blanca con una adorable flor en ella; sus pantalones eran de un color azul claro, por lo que debía cuidarse de no mancharse y estaban un poco rotos de los muslos, y como era de esperarse, sus zapatos blancos con plataforma lo hacían lucir más alto y esbelto.

Agradecía a sus mejores amigos por haberlo forzado a vestirse así, porque de haber sido por él habría ido con sus suéteres de abuelito, como Jeongin los llamaba.

Y aunque era un secreto, decidió aplicar en su rostro un poco de maquillaje. Nada llamativo, solo había puesto un poco de sombra rosa palo y una pequeña línea de delineador en sus parpados, en sus mejillas y nariz una ligera capa de rubor y en sus labios había colocado de aquel labial humectante con sabor a cerezas que tanto amaba.

Se sentía lindo.

Era la primera vez en la que se reuniría con Hyunjin de manera planeada, así que, después de mucho tiempo se esmeró en su apariencia -aunque aquel conjunto no fuera muy su estilo, sino una combinación del de Yuna y Jeongin.

Observó la hora en su reloj una vez más, dándose cuenta de que habían pasado dos minutos más.

No conocía a nadie ahí, a excepción de Hyunjin y Felix, quienes por obvias razones estaban ocupados, pero de todas maneras levantó su mirada en busca de algún rostro conocido. Y bingo.

La hermana de Hyunjin se encontraba tecleando de manera molesta en su celular a unos pocos metros de él, así que no se detuvo cuando sus pies lo dirigieron a la chica de rasgos similares a los de Hyunjin.

—Hum, hola. —saludó tímido, viendo como Yeji dejaba la tarea de usar su celular en segundo plano.

—Hola. —respondió un poco confundida, dándole una intensa mirada a los broches en su cabeza.

Su mano se dirigió a su propio cabello, palpando los pequeños broches de colores.

—Te vi aquí y bueno...

De repente, algo en el semblante de la chica cambió.

Sus mejillas se tornaron rojas y sus manos temblaron al acomodar su largo cabello, mientras que sus ojos se movían nerviosos mirando a todos lados, menos a él. Y estuvo a punto de preguntar si se encontraba bien cuando una voz detrás de él se escuchó.

—Hey, chica Hwang. —la femenina voz detrás de él lo hizo voltear. Y pudo reconocer a Shin Ryujin, una chica con la que apenas había cruzado palabra una vez -y él realmente había esperado que aquella fuese la última-.

—Ryujin. —saludó de vuelta Yeji, revoloteando sus pestañas mientras llevaba uno de sus mechones detrás de la oreja, dejando que sus comisuras se curvaran hacia arriba, formando una tímida sonrisa.

—Hey, ¡eres el chico de los dibujitos! —exclamó Shin al reconocerlo— Amigo, creí que no te vería nunca más.

—Sí, bueno, yo... —balbuceó, sintiéndose acorralado por ambas chicas, que lo miraban con atención; una con felicidad y otra con curiosidad.

—¡SeungSeung! —el grito de Hyunjin lo hizo saltar en su lugar. Todas las miradas se dirigieron al chico que trotaba en dirección a Kim— Perdón por la tardanza. —dijo una vez estaba a su lado. Y siendo tan confianzudo como siempre, pasó su brazo por sus hombros en un medio abrazo.

—Hwang. —dijo Ryujin con una sonrisa forzada al ver a Hwang ahí.

—Shin. —el brazo sobre sus hombros se sintió más pesado y apretado cuando Hyunjin se dio cuenta de la presencia de la chica rubia— Creí que tu grupo era el siguiente en presentarse.

—Oh, sí. —contestó, mirando a Seungmin y Yeji con una sonrisa enorme, nada forzada como la anterior— Tengo que irme, mi grupo me espera, nos vemos, chica Hwang, dibujitos. —se despidió de ellos, usando aquellos "motes" con los que los llamaba. 

—No sabía que conocías a Shin, SeungSeung. —Seungmin lo miró extrañado y negó.

—En realidad, hemos hablado sólo dos veces, contando esta. ¿No se llevan bien? 

—Hey, hola hermanito, estoy bien, gracias por preguntar. —Yeji habló detrás de Hyunjin con una notoria molestia, pero el mayor continuó ignorándola y se dedicó a mirar a su amigo.

—No mucho. Parece que no le sentó bien que rechazara su invitación para unirme a su grupo de baile, porque sigue teniéndome rencor por eso. —se encogió de hombros, picando la mejilla izquierda de Seungmin, soltando una risilla cuando los ojos del menor lo miraron con recelo— Pero no importa, será mejor que nos vayamos pronto o no podrás tener el mejor asiento, no confío en que Minho sea buen guardián. 

Con una ligera sonrisa Seungmin asintió, moviendo sus pies a la par de los de Hyunjin.

Se moría por verlo bailar.