manhwa

23

Seungmin se sentía fuera de lugar. Estar rodeado de tanta gente no era lo suyo, y en aquel evento que le aseguraron sería pequeño, habían cerca de cien personas o más. Tenía suerte de que Hyunjin lo estuviera llevando al área donde había menos personas porque estaba seguro de que si hubiese estado entre la multitud no hubiese podido poner atención.

Hyunjin hablaba sobre lo mucho que le había hablado de él a su amigo Minho, y cómo aquel se negaba a creer que era capaz de tener más amigos aparte de él. Cosa que lo hizo sonreír, nunca se habría imaginado siendo amigo de Hwang.

—¡Mira! ¡Ahí está! —el mayor exclamó, tomando su brazo y guiándolo hacia su amigo Minho— Hey, Minho.

—Ya era hora. —Minho exhaló de forma exagerada mientras se levantaba del asiento que Seungmin utilizaría.

Lee Minho era una persona bastante atractiva con una personalidad peculiar. Seungmin había escuchado de él -o más bien de sus gatos- gracias a Yuna, ya que ambos eran fanáticos de los mininos y pertenecían a un chat grupal donde intercambiaban fotos y videos de sus gatos.

—Pero si no he tardado ni quince minutos. —Hyunjin rodó sus ojos y después lo jaló para ponerlo frente suyo, quedando así entre ambos chicos— Él es SeungSeung, y como te lo dije un millón de veces, es real.

—Puedo verlo. —los enormes ojos de Minho lo observaron un momento y le sonrió— Un gusto, yo soy Minho y tú eres mi tipo.

¿Qué?

¿Había escuchado bien?

Había dicho que... ¿era su tipo?

Hyunjin gruñó molesto a sus espaldas, mientras sus mejillas se sentían calientes y podría apostar a que su expresión mostraba claramente su confusión y vergüenza.

El mayor de los tres soltó una enorme carcajada después de unos segundos, señalándolos a ambos con sus pequeños dedos.

—Es un chiste. —dijo entre carcajadas, golpeando una de sus piernas mientras se doblaba sobre sí mismo por el dolor que comenzó a molestar en su estómago por la risa— Ojalá pudiera tomar una fotografía de sus caras.

—No es chistoso. —soltando un bufido, Hwang lo miró apenado— Lo siento si te hizo sentir incómodo, Minho tiene un muy extraño sentido del humor.

–No, no, no te preocupes. —una pequeña risilla se deslizó por sus labios— Solo me sorprendió un poco.

—Bueno, viendo que alguien no supo apreciar mi broma, es mejor que me vaya a calentar, tengo un solo que presentar y soy de los primeros. —el mayor palmeó el hombro se Seungmin mientas daba un par de pasos— Tú deberías ir también, Hyunjin.

—No quisiera dejar solo a SeungSeung...

—Uhm... a mí no me importa quedarme solo... no me gustaría que por culpa mía no calientes bien y eso re perjudique. —dedicándole una sonrisa sincera a Hwang, se sentó en el asiento que Minho había estado cuidando para él— Ve, yo estaré justo aquí esperando a que salgas a bailar.

—¿Estás seguro? —Hyunjin no sonaba muy convencido, pero suspiró y asintió cuando Seungmin dijo Sí.

—Ve y alcanza a Minho.

Ambos se despidieron con una sonrisa y unos leves gestos con las manos. Ahora era cuando Seungmin recordaba que se encontraba en un lugar demasiado lleno de gente y que odiaba las multitudes.

Buscando distraer su mente, tomó su teléfono celular y revisó sus redes sociales, viendo los adorables fanarts que los lectores de Haven, dándole fav y retweet a todos los que pudo antes de que la presentadora del evento saliera a anunciar que ya daría inicio.

Aunque había ido únicamente con el fin de ver y apoyar a Hyunjin, disfrutó cada una de las presentaciones previas a la de su amigo. E incluso podría admitir que tal vez gritó junto con la multitud durante el solo de Minho.

Cuando fue finalmente turno de Hyunjin y sus compañeros, pudo notar lo nervioso que se veía mientras caminaba al centro del escenario, cosa que lo hizo alzar su voz y exclamar un torpe "¡Vamos, Hyunjin!".

Su mirada y la de Hyunjin se toparon y podía jurar que la sonrisa con hoyuelos y ojos cerrados que le dedicó el mayor lo hizo derretirse en su asiento mientras que una estampida de elefantes comenzó en su estómago.

Minho tocó el hombro de Hwang para que tomara su posición para comenzar la presentación. Y fue ahí donde sus ojos casi se salen de sus órbitas al ver que el otro compañero de Hyunjin era nada más y nada menos que Felix.

Tuvo que dejar su asombro de lado y concentrarse cuando las primeras notas comenzaron a sonar en el parlante, haciendo que los chicos comenzaran a mover sus cuerpos a la par del ritmo.

La canción en sí era bastante atrayente, y la coreografía que la acompañaba era un deleite para los ojos de los presentes. Las mejillas de Kim se volvieron rosadas cuando los gritos emocionados de las chicas lastimaron sus oídos ante los sensuales movimientos que el trío danzante realizaba.

Sus ojos no podían apartarse de Hyunjin y esa nueva faceta suya que acababa de descubrir. La confianza y fluidez en sus movimientos lo hacía ver tan atractivo y etéreo a pesar del sudor en su rostro.

Estuvo tan sumergido en la presentación -en Hyunjin en sí-, que no notó cuando la música terminó para dar paso a otra y ni cuándo Hwang se había convertido en el único sobre el escenario.

Reconoció la canción: Criminal de Taemin.

Su saliva se atascó en su garganta cuando la coreografía realmente comenzó. Su corazón se aceleró y su vista siguió cada pequeño detalle, no dejando pasar desapercibida la marca propia que Hwang dejaba en cada movimiento.

No supo cuánto tiempo estuvo reteniendo el aliento, pero soltó un fuerte suspiro cuando la música llegó a su fin y su amigo agradeció al público con su rostro cansado por el esfuerzo y mejillas rosadas por los gritos que las chicas daban.

Estuvo ahí, simplemente sentado observando un punto muerto durante bastantes minutos, tratando de procesar lo increíble que había sido aquello y lo talentoso que Hyunjin era, cuando un toque en su hombro lo hizo volver a la realidad.

El chico que estaba a su lado señaló hacia un lado diciendo que lo llamaban, y pudo ver a un cambiado y libre de sudor Hyunjin moviendo su mano de un lado a otro al final de la fila de sillas. Agradeciendo al chico y pidiendo disculpas a la gente a la que le obstruyo la vista al pasar se dirigió a donde el mayor lo esperaba.

—¡Dime! ¿Qué te pareció? —los ojos del más alto brillaron con ansias por saber la respuesta. A Seungmin le llegó el olor a shampoo y jabón cuando el contrario se acercó más a él. Y siguiendo la lógica, había tomado una ducha en el gimnasio más cercano.

—Quedé sin palabras. —balbuceó, no encontrando las palabras correctas para describirlo— Fue... lo más asombroso que he visto.

—¿¡En serio!? —chilló feliz el mayor, abrazándolo con emoción— Estaba tan nervioso ahí arriba que por un momento creí que iba a devolver mi al almuerzo. Hasta que me llamaste y te vi.

Seungmin separó sus labios para decir algo cuando un grito se escuchó cerca.

—¡Hyunjin! —un cansado Felix se acercó a ellos soltando bocanadas de aire— Olvidaste tu teléfono.

—Oh, dios, muchas gracias. —el pecoso le extendió el celular y lo tomó. Su mente pareció hacer clic por un momento porque dijo: —Aprovechando que estás aquí, déjame presentarte a Seu-

Hwang no pudo terminar, porque de un momento a otro, Seungmin tenía a Felix sobre él en un abrazo aplastante.

—¡MinMin!

Oh vaya.