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—Hey, Hwang, ¿estás bien? luces realmente cansado. —uno de sus compañeros de equipo, Yeonjun, palmeó su hombro observando las notables ojeras bajo sus ojos— Pareciera que no has dormido nada.

—Estoy bien. —murmuró, acomodando su uniforme de entrenamiento— No es nada de qué preocuparse. —no iba a decir que se estaba muriendo de sueño gracias a que se desveló leyendo un manhwa.

El mayor lo miró por unos segundos antes de asentir y girarse hacia los demás chicos en la habitación.

—Como el partido de hoy es con los de artes plásticas y han sido ellos quien lo han sugerido, iremos a la cancha que está detrás de su edificio. —Hyunjin escuchó como sus compañeros se quejaban— Recuerden que es un partido amistoso, no quiero peleas sin sentido, ¿me escucharon?

Después de la respuesta afirmativa que dieron todos, salieron rumbo al edificio de los de artes. No quedaba lejos, pero para él, que se encontraba más dormido que despierto, fue un viaje eterno. Si no fuera porque realmente necesitaba los puntos que le dejaba estar en el equipo, estaría cómodamente dormido en su cama.

—Oh, Hwang. —Yeonjun trotó hacia él cuando llegaron a la cancha— Vas a tener que jugar esta vez, recuerda que Beomgyu está lesionado y no tenemos quién lo reemplace.

Él asintió no muy convencido, todos sabían por qué estaba ahí, y aunque participaba en las prácticas, nunca había jugado un partido antes; tenía algo así como dos pies izquierdos y dos manos izquierdas en los deportes con balones, era pésimo.

De niño había sido expulsado del equipo de fútbol de su escuela porque había metido el balón en la cancha de su propio equipo varias veces, haciendo que sus rivales ganaran. Desde ese entonces, hasta ahora, había evitado aquel tipo de actividades como si fuesen una plaga.

Todo había ido relativamente bien, sus compañeros no le pasaban el balón y pareciese que sólo estaba ahí para hacer bulto. Hasta que, viéndose rodeado por varios chicos del equipo contrario, uno de sus compañeros decidió que era una mejor idea lanzarle el balón a él.

Error. Había sido una pésima idea.

Hyunjin sólo vio cómo el balón volaba en su dirección; sus sentidos demasiado dormidos para reaccionar a tiempo y meter las manos antes de que se estrellara contra su rostro.

Hubo un pequeño silencio antes de escuchar una voz gritando "Buen trabajo, Troy" a lo lejos, no supo quién fue, pues poco a poco los chicos con los que jugaba fueron amontonadose a su alrededor.

—Al menos lo intenté. —balbuceó con una sonrisa burlona antes de cerrar los ojos y desmayarse.

Por fin podría recuperar sus horas de sueño.

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