El médico de Nevermore-Miércoles x Tn

6-Beso

Las cosas en Nevermore estaban calmadas tras el arresto de las personas que estaban tratando de matar a los excluidos de la academia. Enid estaba en lo suyo, hablando con sus amigas de rumores mientras tomaban algo en la cafetería de allí.

―¿Entonces tu roomie está a salvo?―preguntó Yoko tomando algo de café.

―Sí, ahora estará con Tn―respondió.

―¿No pasan demasiado tiempo juntos esos dos?―la rubia se encogió de hombros pero mantenía una sonrisa.

Mientras tanto, en la sala de la enfermería Tn estaba con Miércoles revisando su herida. Él la examinaba con cuidado, luego aplicaba lo que creía conveniente y finalmente colocó una venda en la zona. Dejó los instrumentos y el material sanitario a un lado.

―Está curando muy bien―dijo esté―ahora debes tomarte esto para el dolor―le dio unos pequeños analgésicos.

―No necesito esto, puedo soportar el dolor―replicó ella con esa mirada fría.

Ella todavía le costaba asimilar algo, que cuando estaba delante de este no sabía exactamente que era esa sensación de nerviosismo en su interior.

―¿Puedes soportar el dolor?―preguntó esté extrañado.

―Por supuesto, no soy débil―respondió ella molesta y fría.

El joven llevó su dedo hasta la zona de la herida y apretó levemente haciendo que diera un pequeño quejido de dolor ante la sonrisa del médico.

―Toma―le dio el bote con las pastillas―no seas tan orgullosa.

Ella las agarró molesta.

―¿Tienes tiempo está tarde?―preguntó de pronto el chico.

―¿Por qué?

―Quería invitarte a Jerichó, en una forma de darte las gracias por ayudarme con la investigación.

Miércoles se levantó, viéndolo a los ojos y él no apartaba la mirada.

―No pienso ir a una cita contigo―contestó finalmente.

―Oh, ¿lo has tomado con esa idea?, lo siento pero no te veo de esa manera―aquella respuesta dejó sorprendida a la chica ya que había rechazado a varios chicos, no solamente a Xavier. Aunque no lo admitiese, era un duro golpe para su orgullo.

Tn se quitó la bata de médico.

―En fin, iré yo solo a tomar algo y de paso a la biblioteca―comentó mientras se sentaba a mirar unas cosas en el ordenador―ya hemos terminado, puedes regresar a tu habitación.

Miércoles fue a decir algo.

―Ahora si me disculpas tengo trabajo―ni siquiera la miró. La pelinegra se marchó aún extrañada por todo lo que acababa de pasar.

Intentó concentrarse en su escritura pero no podía dejar de pensar en él, estaba ocupando constantemente sus pensamientos. Finalmente, enfadada, dejó de escribir y se marchó ante la mirada de Cosa y Enid quienes se preguntaban que es lo que acababa de pasar para que ella se fuese de esa forma tan rápida.

Sin tocar, abrió la puerta y allí estaba él relajado, escribiendo en unos papeles antes de levantar la cabeza para mirarla a la cara.

―¿Si?, te lo digo de nuevo, la gente suele llamar a la puerta antes de entrar, creo que hoy en día se sigue llamando...¿educación?, ¿modales?.

La pelinegra se fue directa a él y se puso a su lado.

―¿Qué ocurre?―preguntó relajado.

―Está bien, iré a Jerichó contigo, pero no es una cita

―Lo siento, pero voy a ir con una compañera tuya de clase―al decir eso vio a la joven abrir los ojos―era broma, ¿pero a qué debo el repentino cambio de actitud?.

―¿A qué hora?

―A las cinco. Pero no has contestado a mi pregunta.

Miércoles se sentó sobre él y lo tomó de la corbata.

―Estoy...harta de tus bromas, tu humor, tu forma de ser...―la realidad es que se perdía en sus ojos mientras lentamente sentía que no podía continuar hablando.

―¿Algo más qué añadir?.

Ella se separó cuando se percató de ello.

―Lo siento―dijo ella para sorpresa de ambos.

―Vaya, te has disculpado, ¿qué será lo siguiente?.

Tn también se sentía igual que ella, solamente que él era capaz de disimularlo mejor. Ambos estaban ahora muy cerca del otro. La pelinegra respiraba mientras lo miraba a los ojos. Era exactamente la misma sensación que sintió cuando estaba con Tyler en la cita donde vieron la película. No deseaba volver a pasar por eso de nuevo, la hacia sentirse muy débil.

El joven estaba ahora pegado a ella, solamente unos pocos milímetros los separaban. Los dos se miraban, las manos se juntaron sin que ellos se dieran cuenta y fueron entrecerrando los ojos a la par que acercaban sus rostros. Finalmente sus labios se unieron en un pequeño beso antes de separarse.

―Según mi diagnóstico...ambos sentimos...amor por el otro―dijo en un susurro.

―Cierra la maldita boca―lo dijo en un tono enojado pero al ser en susurro era más bien tierno.

Ella le tomó del mentón antes de volverlo a besar. Era la segunda vez que caían en las redes del amor, lo odiaba, pero a la vez le gustaba. Era una sensación única y pronto se encontró encima de este mientras Tn estaba sentado en su silla. Allí, en la consulta, ambos daban largos besos y caricias.

Escucharon el ruido de la puerta, Tn miró su horario, tenía pacientes que atender.

―Luego nos vemos, recuerda, a las cinco en la entrada―ella asintió sin decir nada, se arregló la ropa y se marchó de la consulta no sin antes echarle una mirada fría a la chica que estaba afuera esperando para poder entrar.

Al regresar a su habitación se tumbó, no daba crédito a lo que acababa de suceder, ¿cómo era posible que estuviera enamorada de ese chico?, ¿era su forma de ser?, ¿qué era en cierto aspecto como ella con el tema de la sangre y los cuerpos?.

Suspiró largamente mientras pensaba en él.

―Conozco esos suspiros―dijo de pronto Enid―¿estás enamorada?, puede que sea...¿Tn?.

Miércoles no supo porque lo hizo pero le contó lo sucedido a su roomie, quizás entre el curso pasado y este había aprendido a ser más...sociable. Al decirle todo, Enid dio un grito y la abrazó.

―¡Tenemos que ponerte algo para la cita de está tarde!―dijo emocionada antes de ir al armario.

Miércoles miró a Cosa.

―Me he vuelto débil.

Esa tarde, Tn estaba vestido de ropa formal cuando la vio llegar.

―Hola―saludó a la chica.

―Hola―dijo mientras llevaba una ropa negra más apropiada para la cita.

Ambos se subieron al bus rumbo a su primera cita.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo :)