PARTIDO 9

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El entrenamiento empezó, levantamos pesas, corrimos, estiramos, entre otras cosas, era mi entrenamiento favorito, de repente vi a Yunjin entrar al gimnasio. La saludé con la mano y le sonreí, me ignoró.

La verdad me sentía un poco nervioso e incómodo cuando ella miraba mi entrenamiento, tal vez era algo normal, simplemente me daba vergüenza, pero nunca se lo he dicho.

Dos horas de entrenamiento fueron muy pocas, podría entrenar el día entero.

Terminé, me fui a bañar al vestidor y me cambié, luego salí y fui a donde estaba Yunjin sentada.

–Hola linda.–dije acercándome para darle un beso.

Apartó mi cara de la suya, antes de que pudiera hacer algo.

–Quiero que dejes de hablar con tus amigos.

–¿Qué?–dije abriendo los ojos.

–Ellos son amigos de Han Seorin ahora. Sabes que odio a esa maldita.

–Pero.. son mis mejores amigos...

–Son ellos o yo.

Suspiré, luego de 1 minuto finalmente le respondí.

–Está bien, lo haré.

–Más te vale.–dijo yéndose rápidamente.

Me quedé ahí, sentí una espina en el corazón, finalmente me había quedado casi solo, sin amigos.

–¿Es en serio Heeseung?–sonó una voz detrás de mi.

Me giré rápidamente, era Jeongin.

–Estoy muy decepcionado de ti.

–Yo...–dije mirando el piso.

Jeongin se fue, los chicos lo siguieron y le preguntaron que había pasado, sentí como mi corazón se hundía, no quedaba nadie más en el gimnasio, unas lágrimas recorrieron mi rostro, mi vista era borrosa.

–Maldición...

Estaba realmente triste, ellos habían sido mis amigos por muchos años, me dolía tener que dejarlos.

Caminé hasta mi casa, ignoré por completo a mi abuela, solo subí a mi habitación.

Mi incomodidad cuando estaba con Yunjin aumentaba, pero yo la amaba, de verdad la amo, pero no se si pueda soportar más.

–¿Dónde está...?–dije buscando desesperadamente en mi cajón.

Lo encontré, mi cuchilla, hace tiempo no la sacaba, al año pasado la ocupaba seguido, creo que aún tengo algunas marcas. No pensé que volvería a hacer esto...

Al terminar, me limpié y me puse una sudadera, me acosté y dormí el resto del día, no quería ir al colegio, pero mi abuela jamás me permitiría faltar.

Me desperté a las 3AM, tenía mucho calor, pero no me iba a sacar la sudadera, no después de eso.

No sé cómo logré quedarme dormido.

Al despertar, tenía mucho sueño, me lavé como de costumbre, me puse el uniforme y una sudadera, me fui caminando al colegio, como siempre.

Mala idea.

Llegué todo sudado, pero por nada del mundo me sacaría la sudadera, todos verían mis brazos.

Me sentía cansado, llegué al salón de clases, iba a hablarles a Sunghoon y Jake, como de costumbre, pero recordé lo de ayer.

Por como todos me miraban, supuse que parecía un muerto.

No presté atención a clases, sentía miradas y rumores detrás de mi, mi ansiedad y estrés estaba al mil.

En el primer receso se me acercó Yunjin.

–¿Por qué traes sudadera? Hay 30 grados.

–Me gusta ocuparla...

Yunjin me pasó a llevar el brazo e hice una mueca de dolor, me miró y me obligó a mostrarle el brazo.

–Muéstrame el brazo.–dijo agarrándome el brazo fuertemente.–¿Lo hiciste de nuevo, no es así?–dijo riéndose.

–Yunjin... basta.

Me subió la manga y vio todo, quería llorar.

–Das asco.–añadió con una mueca de desagrado.–¿Te advertí que si lo hacías otra vez terminaría contigo, no?

–Y-yunjin, porfavor... No lo volveré a hacer...

–Escúchame bien.–dijo tomando mi camisa para el cuello.–Sí le dices a alguien sobre lo del moretón o esto, romperé contigo.

Asentí, menos mal no había nadie en el salón, una lágrima salió por mi ojo, Yunjin me vio y se burló.

–Eres un cobarde.–dijo saliendo del salón.

Me quedé ahí parado, como un idiota.

Encestar en tu corazón >𝘏𝘦𝘦𝘴𝘦𝘶𝘯𝘨< Donde viven las historias. Descúbrelo ahora