Encestar en tu corazón >𝘏𝘦𝘦𝘴𝘦𝘶𝘯𝘨<

PARTIDO 16

–Nos vamos a divorciar.

Quedé en shock al escuchar esas palabras, recién había llegado junto a Seojun de la salida que tuvimos con los chicos, era tarde y estaba oscuro, supongo que mis padres discutieron otra vez.

–¿Qué..?

–Es lo mejor.–dijo mi padre.

–Lo siento, niños.–agregó mi mamá con una cara triste.

–¿Qué es divorciar?–preguntó Seojun.

–Me iré a vivir lejos, ya no viviré con tú mamá, Seojun.–explicó papá.

–¿Nos van a separar...?–sentí una presión en mi corazón.

–Seojun se irá con tu padre...–dijo mamá.

Quería llorar, gritar y desquitarme con mis padres, pero no podía hacer eso en frente de Seojun, al contrario, tenía que mantenerme fuerte y explicarle que no había otra opción, tenía que hacerlo por su bien.

Le expliqué de la mejor manera a Seojun, se puso a llorar pero entendió.

–Nos vamos mañana.–dijo papá.

–Prepararé la maleta de Seojun.

Subí rápido a la habitación de Seojun, cerré con llave y me rompí, lloré sentada apoyada en la pared, en silencio.

Después de unos minutos empecé a preparar la maleta de Seojun, con todas sus cosas, ropa, juguetes, fotos, libros y todo lo que tenía.

Bajé con los ojos hinchados, todos lo notaron pero no me dijeron nada.

–Jun, ¿durmamos juntos hoy?

–¡Claro hermana!

Subimos juntos hasta mi habitación, no les dirigí ninguna palabra a mis padres, ya no confiaba en ellos.

Seojun y yo nos dormimos abrazados en mi cama, tenía que aprovechar la última vez que dormiría con él así, pero no pude dormir en toda la noche.

En la mañana me vestí rápido para ir a dejar a papá y Seojun al aeropuerto junto con mamá.

Eran las 5AM, me puse algo abrigador y nos fuimos en auto hasta el aeropuerto.

Habíamos llegado al aeropuerto, era momento de despedirme, ¿quizás en cuanto tiempo más veré a Seojun...?

–Prométeme que me llamaras todos los días.–dije abrazándolo.

–Lo prometo.–me respondió Seojun.

–Adiós.–miré a papá.

–Adiós, hija.

Los dos entraron al aeropuerto, unas lágrimas calleron por mis ojos, mamá lo notó y me sobó la espalda.

–No me toques.

Dije quitándole la mano, no quería hablar con ella, me subí rápido al auto y me quedé callada todo el camino de regreso, cuando llegamos me encerré en mi habitación y lloré toda la mañana.

Alguien tocó la puerta de mi habitación, me paré para abrir y era mamá.

–Tienes visita, hija.

Confundida, bajé las escaleras, ¿serán los chicos?

–Hola, Seorin.

Era Heeseung, y estaba solo...

–¿Heeeseung, qué haces aquí?

–Yeji me dio la dirección...–dijo un poco nervioso.–Espero no te moleste.

–Para nada.

–¿Cómo estás? Tienes los ojos hinchados.–notó acercándose a mi.

–No es nada...–respondí con una pequeña risa nerviosa.

–Tú mamá ya me contó...

Debí imaginármelo, escuchaba a mamá hablar desde mi habitación hace rato, pero pensé que estaba hablando por teléfono.

–Ah...–suspiré mirando el piso.

–Todo estará bien, Seorin...–dijo dándome un abrazo.

Sentí unas ganas inmensas de llorar, pero mi mamá estaba ahí, así que solo acepté el abrazo gentilmente.

–Seorin, pueden ir a tu habitación si gustan...

Asentí y llevé a Heeseung a mi habitación.

–Lo siento, está todo tirado.

–No te preocupes, lo entiendo.

–¿Y por qué no viniste con los demás?–pregunté tratando de cambiar el tema.

–No querían agobiarte, así que me eligieron a mi para venir a verte.–dijo sonriendo.

Sonreí suavemente, aún me sentía mal, pero con Heeseung me sentía un poco mejor, necesitaba distraerme.

–¿Quieres jugar en mi computador?–dije mirándolo.

–¡¿En serio?! ¡Me encantaría!–dijo entusiasmado.–Amo jugar.

Sonreí y prendí mi computador, dejé que se sentara en mi silla.

Le expliqué un juego que tenía descargado, se trataba de matar para sobrevivir.

–¿Entendiste?

–Sí, verás lo bueno que soy.–dijo con confianza.

–Ya veremos.

Comenzó a jugar, mató unas cuantas personas.

–Nada mal...

Estaba en combate con alguien, pero lo terminaron matando.

–¡No!–gritó y se tiró para atrás.

Un sonido fuerte se escuchó, yo me había dado vuelta para buscar algo, me giré en su dirección y estaba tirado en el suelo, riéndose. Estallé de risa en ese momento, se veía muy chistoso, hasta le tomé una foto. Se paró y se molestó conmigo por fotografiarlo, pero luego le mostré la foto y se río junto a mi.

Jugamos juegos de mesa, hablamos y nos reímos, se hizo tarde en segundos, Heeseung ya tenía que irse.

Lo acompañé hasta la salida, me despedí de él y le agradecí por haber ido a acompañarme.

Luego hablé con mi mamá, me disculpé con ella por mi comportamiento en el aeropuerto, no fue una buena reacción, e hicimos las pases.

—

Su sonrisa es linda... Dije en mi mente mientras se reía de mi viéndome tirado en el piso. Me alegra que se esté divirtiendo.

Jugamos juegos de mesa, me ganaba en todos, era malísimo de verdad, estuvimos mucho rato hablando juntos, contando historias y anécdotas.

Pero algo se sentía distinto... Cuando ella se acercaba.

Me acompañó a la salida, me agradeció y me abrazó.

–Muchas gracias, Hee...

–No es nada.

Dije tratando de disimular mis nervios, siempre abrazaba a Seorin de la misma manera, pero hoy se sintió distinto, ¿estaba nervioso? Imposible, es solo mi amiga, mi mejor amiga...