PARTIDO 22

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Era día martes, con las chicas estábamos comiendo en el casino, hasta que llegó Jeongin de la nada, y se sentó sin decir ni una sola palabra, se quedó mirándome fijo, me quedé quieta, con las chicas cruzábamos miradas y mirábamos a Jeongin, quien tenía sus ojos pegados a los míos.

–Emm.. ¿Pasó algo?–pregunté bajando el tenedor.

–¿Te gusta Heeseung?–tiró de la nada. Me quedé helada por su pregunta repentina, las chicas se veían aún más confundidas que yo.

–¿No...?–dije confundida.

–¡Lo sabía!–se paró de la mesa y comenzó a moverse y gesticular con las manos.–Obviamente te gustaría, es guapo, deportivo y atento, a quien no–... espera, ¿qué?–me miró con los ojos abiertos.

–¡Oye! Deja de molestarnos, estamos almorzando!–dijo Minji pegándole en la espalda.

Jeongin soltó un gemido de dolor al golpe, me miró y se fue indignado. Emmm.. ¿Qué pasó?

Entre las chicas nos mirábamos aún sorprendidas por lo que había pasado recién.

–Eso fue extraño.–Yeji rompió el silencio.

-Muy extraño.–añadí.

–Así son los hombres, desesperados, ush.-dijo Minji.–Ni comer dejan.

Yeji y yo nos reímos de los comentarios de Minji, aunque algo no me cuadraba.. ¿por qué había venido Jeongin a preguntarme eso? Era muy raro.

La última clase era electivo, así que no tuvimos clases juntos, Yeji y yo estábamos en el electivo de biología, Minji en economía, Heeseung y Jeongin en música

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La última clase era electivo, así que no tuvimos clases juntos, Yeji y yo estábamos en el electivo de biología, Minji en economía, Heeseung y Jeongin en música.

–Jeongin, ¿cómo te fue–pregunté entusiasmado.

–Malas noticias hermano...–dijo mirando el piso.–Creo que no le gustas...

–Ya lo sabía.–suspiré.

–Pero no te rindas, a Seorin le gustan los atentos y caballerosos.–me dio ánimos.

–Ya lo sé.–dije con una pequeña sonrisa.–Está bien, no me rendiré.

–¿Hoy van a su casa verdad?

–Sí, pero a hacer el trabajo.

–Métele conversa, eso le gusta.

–Lo tendré en cuenta, gracias hermano.–le dije abrazándolo y dándole palmadas en la espalda.

La última clase pasó rapidísimo, ordené mis cosas y me dirigí al gimnasio de voleibol, no sin que Jeongin me diera suerte antes.

Llegué y ya habían empezado, por lo que me dijo Seorin hoy tienen entrenamiento físico, dura menos tiempo.

De solo verlas podía sentir su dolor y cansancio, el entrenador les da muchos ejercicios.

El entrenamiento terminó, Seorin se fue a cambiar, y al salir le di un jugo de naranja.

–Tu favorito.–dije con una sonrisa.

–Muchas gracias, me muero de sed...-se tomó el jugo rápidamente.–Tomemos el autobús, siento que mis piernas se van a salir.

Me reí de ella y caminamos hasta la parada de autobús, esperamos 2 minutos y llegó, en el camino Seorin de venía quejando de su entrenador.

La aguanté y le di la razón, aunque ni conocía a su entrenador.

Llegamos a la parada más cercana a su casa, caminamos un poco hasta estar en su casa.

–Mi mamá no está, me iré a bañar, ¿podrías ordenar todo por mientras?

–Claro, no te preocupes.–dije con una sonrisa.

Ordené todo mientras Seorin iba a bañarse, saqué los materiales, abrí los computadores, libros y cuadernos, todo estaba listo, aún faltaba que Seorin saliera de su ducha, así que ocupé mi celular.

Después de 5 minutos oí a Seorin bajar las escaleras, se estaba secando el pelo con una toalla, se veía linda.

–¿Empecemos?–dijo sentándose a mi lado.

Asentí.

Estuvimos horas buscando información, nuestro plan era primero recopilar información importante, y luego ordenar todo para ponerlo en el informe.

Nos dábamos mini descansos entre las horas, comíamos galletas y tomábamos café.

–Terminamos por hoy...–dijo cansada.

–Bueno...–suspiré y me tiré para atrás en el sillón.

Nos quedamos callados, estábamos agotados, hasta que Seorin rompió el silencio.

–¿Tú mandaste a Jeongin hoy?

–¿De qué hablas?

–Jeongin llegó al casino y me preguntó de la nada si me gustabas.

Yang Jeongin cuando te vea te voy a matar.

–No tengo idea.–mentí.

–Mm...–sonó dudosa.–Heeseung.. ¿te gusto?

Me sorprendí ante la pregunta, pero ya no podía mentir, quería soltarlo, aunque no fuera mutuo..

–Sí..–suspiré.–Pero no te obligaré a nada, se que no es mutuo.

–Eres mi tipo.–soltó.–Pero no me gustas aún...–dijo mirándome.

Me sonrrojé levemente ante lo que dijo, sus palabras me llegaron, pero también me dolieron.

–¿Aún?

–Sí, aún.

–¿Qué quieres decir?.–pregunté sin mirarla.

–No te rindas.

¿No dirá nada más? Me pregunté a mi mismo, me quedé callado.

–Creo que ya es hora de irme.–dije ordenando mis cosas.

Guardé mis cosas y nos dirigimos a la salida, me despedí amablemente y caminé hasta mi casa, quedaba cerca.

Sus palabras eras confusas, ¿que no me rinda? Me rechazó, pero tal vez no quiera dar una oportunidad, no lo sé.

Esa noche me costó quedarme dormido, pensé en lo que había pasado, pero me sentía bien, estaba emocionado, y me iba a esforzar al máximo para gustarle.

Encestar en tu corazón >𝘏𝘦𝘦𝘴𝘦𝘶𝘯𝘨< Donde viven las historias. Descúbrelo ahora