Encestar en tu corazón >𝘏𝘦𝘦𝘴𝘦𝘶𝘯𝘨<

PARTIDO 15

Heeseung y yo estábamos caminando juntos por el patio del colegio, los demás se quedaron en el salón porque no querían salir.

–Oye Seorin.. ¿puedo preguntarte algo?

–Claro, dime.

–¿Por qué querías alejarme tanto de Yunjin? No lo digo de mala manera, solo quiero saber.

Me sorprendió un poco su pregunta, suspiré y le conté.

–Yunjin y yo éramos amigas en primaria, eramos inseparables, nuestras madres eran amigas, sus papás peleaban mucho, su papá maltrataba a su mamá, y ella se desquitaba con Yunjin, eso la volvió agresiva, llegó un punto en el que me pegaba, así que nos separamos. Sé lo que puede llegar a hacer Yunjin, por eso traté de ayudarte, y me alegro de haberlo logrado.

Heeseung parecía muy interesado en la historia.

–Gracias.

–No tienes que agradecerme.–sonreí.

–¿Quieres ir a jugar basquet con los demás esta noche?–preguntó.–Aprovechando de que no tenemos entrenamiento estas dos semanas.

–Claro, ¿nos iremos juntos?

–Sip, queda cerca de acá.

–Está bien.

Caminamos por el resto del recreo, cuando se acabó subimos al salón y les dijimos el plan a los chicos, aceptaron con entusiasmo, todos saldríamos juntos.

Terminaron las clases y ordenamos todo para irnos.

–Chicos, tengo que ir a buscar a mi hermano. ¿No les molesta si está con nosotros?

–¡Para nada!–dijeron Minji y Yeji.

–¿Tienes un hermano..?–preguntó Heeseung sorprendido.

Todos nos reímos por la cara que había puesto.

–Sí, va en secundaria.–sonreí.

Todos fuimos caminando a buscar a Seojun, nos demoramos como 10 minutos. Él estaba junto a sus compañeros y profesora esperando a que lo pasarán a buscar.

–¡Jun!

–¡Hermana!–vino corriendo hacia mi y me abrazó.

–Mira, estos son mis amigos.

–Hola...–dijo tímido.

–No te preocupes, son buenas personas.

Se acercó a Heeseung y miró el balón de basquet que tenía en la mano.

–¿Te gusta?–preguntó Heeseung.

Seojun asintió.

–Ten, puedes llevarla.–dijo sonriendo.

–Eres apuesto...–dijo Seojun mientras tomaba el balón.

Todos vimos como Heeseung se sonrrojó y nos reímos, Seojun estaba feliz con el balón en la mano.

–Tiene que cuidarla, Jun. Son caras.

–¡Prometo que lo haré!

–Aww... eres tan tierno.–dijo Minji.

Caminamos todos hacía el lugar al que íbamos, nos demoramos al rededor de 20 minutos, Seojun estaba cansado y Jeongin se ofreció a cargarlo.

Llegamos y jugamos hasta tarde, estábamos cansados, pero no lo notabamos ya que estábamos divirtiéndonos mucho. Seojun también jugó, se llevó muy bien con Heeseung y Jeongin, a las chicas ya las conocía.

Se hizo oscuro, empezó a hacer frío, todos traían sudaderas menos yo, se me había quedado en la casa.

–Jun, ¿no tienes frío?

–No.–dijo jugando con el balón.–Me cansé.

–Ve a sentarte a la banca de acá, donde yo pueda verte.–señalé la banca en donde se tenía que sentar.

Seojun me hizo caso y se fue a sentar mientras tomaba agua.

–¿Tienes frío?–preguntó Yeji.

–Solo un poco.–respondí con una pequeña risa.

–¿Nadie tiene una sudadera de sobra?–preguntó Minji.

–No.–respondieron todos.

Miré a Jeongin, quien evitaba mirarme, siempre le pedía sudaderas y no se las devolvía. Luego miré a Heeseung.

–Es mi sudadera favorita, ni la mires.

–Ush...

Fui a donde estaba Seojun para tomar agua, sentí que alguien estaba detrás de mi.

–Ten.–Heeseung me pasó su sudadera.–Solo para que no te mueras de frío.

–¡Gracias!–sonreí y me la puse, fui a jugar de nuevo.

Heeseung se quedó sentado junto a Seojun.

—

Vi a Seorin caminar hasta la banca donde estaba Seojun para tomar agua.

–Le prestaré mi sudadera.

–Ve despidiendote de ella entonces...–dijo Jeongin.

Solo me reí, caminé hasta la banca y se la pasé, se la puso felizmente y fue a jugar de nuevo. Me senté al lado de Seojun.

Mi sudadera le quedaba grande, se veía chistosa.

–Le queda muy grande.–dije riéndome.

–¿Eres el novio de mi hermana?

–No.–respondí luego de unos segundos sorprendido.–Es mi amiga.

–Que lástima, quería que fueras el esposo de mi hermana, y tuvieran un hijo, y un perro, y un gato, y un hámster, y un caballo.–dijo con un puchero.

Traté de no reírme, era solo un niño inocente.

–Solo quiero a tu hermana como mi amiga.–dije haciéndole cariño en la cabeza.–Vamos a jugar.

Seojun aceptó, fuimos juntos a la cancha, aún me sigue dando risa lo que dijo...

Que mentira.